Las Obras Misionales Pontificias del continente Americano han convocado al rezo del Santo Rosario Misionero en los santuarios marianos de nuestros países con el fin de rezar por las Misiones, y los misioneros y misioneras como preparación espiritual al Congreso Americano Misionero (CAM -6) que se desarrollará en Puerto Rico en el 2024.
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7 de septiembre, noveno día
Oración Inicial para todos los días
Amorosísima Virgen de la Caridad del Cobre,
Patrona de Cuba, míranos postrados a tus benditos pies,
venerando tu grandeza, confiando en tu bondad,
agradeciendo tus favores, pidiendo nuevas gracias,
alabando siempre tu dulcísimo nombre.
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6 de septiembre, octavo día
Oración Inicial para todos los días
Amorosísima Virgen de la Caridad del Cobre,
Patrona de Cuba, míranos postrados a tus benditos pies,
venerando tu grandeza, confiando en tu bondad,
agradeciendo tus favores, pidiendo nuevas gracias,
alabando siempre tu dulcísimo nombre.
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La Habana 13 de Julio 2021
A la Vida Consagrada que peregrina en Cuba
A toda persona de buena voluntad
Nosotros, como responsables de acompañar a la Vida Consagrada en Cuba, acogemos con profundo respeto e interés los clamores y esperanzas que ha manifestado la gente que ha salido a protestar por las calles este domingo 11 de julio en todo el país. Como personas consagradas vivimos desde la fe estos acontecimientos y reconocemos también en esos reclamos del pueblo la voz de Dios. Los que salieron a las calles no son delincuentes, son gente común de nuestro pueblo que encontró un modo de expresar su descontento. (more…)
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Por: María C. López Campistrous
Fotografía: Radamés Boni
Arquidiócesis de Santiago de Cuba, 12 de septiembre de 2018 / Cuando en la noche del pasado 8 de septiembre, la puerta de la capilla de Santa Ana se abría y dejaba ver la imagen de la Virgen de la Caridad, la Mambisa, que salía para recorrer las calles y parques más céntricos de la ciudad de Santiago de Cuba, casi cerraban las celebraciones anuales por la Festividad de la Virgen de la Caridad, Madre y Patrona de Cuba, de este año.
Mons. Dionisio García, arzobispo de Santiago de Cuba, presidió la eucaristía de las 12 de la noche en el Santuario Basílica, luego la de las 9:30 am, misa que desde el año 2009 es transmitida de manera diferida por la TV cubana y Cubavisión Internacional.
En su homilía nos acercó de manera catequética, a la María que nos presentan los Evangelios: la muchacha que dijo sí al anuncio del Ángel de haber sido escogida por Dios para ser madre del Salvador, la de la joven encinta que sale a servir y ayudar a su prima Isabel que estaba a la espera de un hijo, la de Belén y los pastores, la madre de las bodas de Caná que invita a hacer “lo que Él nos diga”, la madre y mujer que está al pie de la cruz hasta el final. El Obispo también habló de la familia y del papel de la madre y el padre en la educación y formación de los hijos, lugar que no puede ser sustituido ni por el estado, ni por otra institución. Sentenciaba “un pueblo que tiene familias fuertes, es un pueblo con esperanza”.
La procesión en la ciudad de Santiago de Cuba, ya en la noche, sería como otros años un regalo de Dios. Muchas personas se reunieron en el Arzobispado para acompañar la imagen desde el mismo comienzo, otras esperaron su paso por las calles, los parques… o en el Parque Céspedes. Padrenuestros y Ave Marías eran repetidos una y otra vez, pasajes de los Evangelios, plegarias por las necesidades de los hijos de Santiago, sus barrios, sus autoridades, sus familias, sus niños, sus jóvenes, sus enfermos… velas, cantos y silencios.
Ya en la Catedral, la oración fue canto y alegría: la Banda de Música interpreto el Himno Nacional, la más bella plegaria por Cuba, Vilmita Álvarez, Plegaria a la Virgen, y los Guanches sus ya tradicionales temas… Por el Camino viejo del Cobre… Mons. Dionisio bendice e invita a pasar un rato en el templo con la Mambisa. Muchos suben, para el último ruego, los más la despiden cantando Veneración.
Otras procesiones salieron a las calles de las ciudades del territorio diocesano: Palma Soriano, San Luis, Baire… y hasta en los intricados parajes de las serranías del municipio Guamá se vería a la imagen de la Virgen María ser acompañada por decenas, centenares de devotos.
Días de andar misionero y de invitaciones puerta a puerta en las comunidades, peregrinaciones hasta el Santuario de la Madre en El Cobre, misas votivas a la Virgen, miles de peregrinos que a sus pies llegaban para depositar esperanzas y sueños, alegrías y sueños, o solo ante Ella hacer silencio. Días de amor a la Madre de todos porque el mismo Jesús nos la entregó: “Hijo, he ahí a tu madre, Madre, he ahí a tu hijo”, invitación para como ella, ser fieles a la llamada de Dios, y repetir: “He aquí la sierva del Señor, hágase en mi según su palabra”.
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Foto: L’Osservatore Romano
Queridos hermanos y hermanas:
Los obispos cubanos, al finalizar la visita Ad limina, ya de regreso en la Patria, queremos expresarles nuestro agradecimiento a cada uno de ustedes y a cada comunidad por las oraciones que elevaron al Señor en favor del buen desarrollo de la visita. Verdaderamente sentíamos sus oraciones y su presencia nos acompañó siempre.
Fueron días de oración comunitaria, de peregrinación a las cuatro basílicas romanas (San Pedro, San Pablo, San Juan de Letrán y Santa María la Mayor), de trabajo intenso, de compartir fraterno entre nosotros, de encuentros con el Papa Francisco y sus más cercanos colaboradores responsables de las diferentes instancias pastorales, que ayudan al Santo Padre a cumplir su misión de Pastor de la Iglesia Universal.
La visita se inició con un día de retiro, oración y silencio en el Colegio Español de Roma donde nos hospedamos. La reflexión y la oración imprimieron un entusiasmo particular a nuestra vocación episcopal de pastores, profetas y guías espirituales de la Iglesia Católica que peregrina en Cuba. El espíritu de oración continuó con las Eucaristías diarias.
En los días siguientes, al encontrarnos con los responsables de las distintas áreas pastorales, Ustedes estuvieron más presentes aún, pues a nuestra memoria acudían los rostros de los que llevan el peso de la obra evangelizadora. Le dimos a conocer a nuestros interlocutores el ardor y la entrega de nuestros sacerdotes y misioneros, la abnegada dedicación de la vida religiosa, la perseverancia y creatividad de los catequistas y educadores católicos, la caridad de los visitadores de enfermos, la paciencia de la pastoral carcelaria, nuestra preocupación por los emigrantes, la fidelidad y disposición de los laicos, del deseo de salvar el matrimonio natural, fiel y fecundo, entre otras muchas acciones pastorales.
Compartimos sobre la vida de la Iglesia en Cuba, sobre las relaciones de la Iglesia con el Estado y con los diferentes sectores que componen nuestra sociedad. Hablamos del deseo de Dios que tienen los cubanos, de las diversas manifestaciones religiosas con las que expresamos la fe, de la necesidad de nuevos templos, de las casas de oración en los campos y barrios, de la manera en que tratamos de presentar a Cristo a nuestros niños, adolescentes y jóvenes para que le conozcan y sigan.
En la Congregación para la Causa de los Santos tratamos sobre los Siervos de Dios, los Venerables y Beatos que nos han precedido, que nos dieron ejemplo de fe y que deseamos sean canonizados para que iluminen el camino hacia la santidad en esta vida y después todos juntos en la casa de Nuestro Padre del cielo. Allí pidieron que rezáramos para que Dios bendijera a nuestro pueblo con los milagros necesarios e imprescindibles para su beatificación o la canonización.
Una mañana maravillosa fue la celebración de la Misa presidida por el Papa Francisco y el encuentro con él, con quien después conversamos largo rato sobre temas expuestos, sus visitas a Cuba que él recuerda con agrado y que han dejado valiosas semillas en una Iglesia servidora. Hablamos de la conversión pastoral, del testimonio, del anuncio del Evangelio, de la iniciación cristiana, de la familia y de las comunidades y casas misión. Nos animó a continuar nuestra misión a pesar de las dificultades y tropiezos en el establecimiento del Reino.
En la tarde del último día tuvimos el regalo de poder encontrarnos con el Papa Emérito Benedicto XVI, cuya persona transpira alegría, serenidad y bondad contagiosa. No se olvida de su visita a Cuba y en particular a El Cobre.
Antes de este encuentro rezamos el Rosario por nuestra Patria e Iglesia ante la imagen de la Virgen de la Caridad donada por los católicos cubanos en representación de nuestro pueblo y que está expuesta a la veneración de los fieles en los jardines vaticanos.
El Papa y sus ayudantes conocen nuestra Iglesia, rezan por ella y nos acompañan en nuestro camino de Emaús.
¡El Señor ha estado grande con nosotros y estamos alegres!
¡Ánimo, hermanos y hermanas! ¡Nos lo dice Jesús: “Yo estaré con ustedes todos los días hasta el final de los tiempos”!
Los Obispos Católicos de Cuba
La Habana, 25 de mayo de 2017