Por: Ivonne García, Secretaria del Consejo Parroquial
Al cumplirse en este mes de septiembre, dos años de iniciado el proceso de revitalización parroquial en Baire, antes de iniciar el año pastoral (2017-2018) y al contar con un nuevo párroco recientemente nombrado; surgió la necesidad de una Asamblea Parroquial que facilitara espacio a un diálogo fraterno y que permitiera evaluar el trabajo realizado, ver sus luces y sombras, consolidar lo positivo, así como proyectar esfuerzos, ajustes y prioridades en la construcción del Reino de Dios en nuestra parroquia.
Se trata de una positiva herramienta pastoral prevista por la Iglesia que pretende siempre estar a la escucha de la voz del Espíritu, para una continua renovación y crecimiento en comunión. Por lo que se requirió para este encuentro, de la participación no sólo del Consejo Parroquial en funciones, sino también de medio centenar de agentes de pastoral e integrantes de grupos que laboran en nuestra parroquia, en su diversidad de edades y misiones.
Los trabajos de nuestra asamblea tomaron como centro y guía el Plan Pastoral de la Iglesia Católica en Cuba (2014-2020) de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba.
A solicitud de este plan y a la luz del mismo, la asamblea configuró un plan contextualizado para la parroquia y su realidad concreta, que abarcará el trienio pastoral (2017-2018, 2018-2019, y 2019-2020). Para el mismo período de tres años, a los pies de la Virgen, quedó definido el Consejo Parroquial de Baire con la misión de cada uno de sus integrantes, así como el Consejo de asuntos económicos.
Con un trabajo fructificó a doble sesión, lo mismo en el plenario que en los trabajos en grupos, prevaleció la sinceridad y la confianza en la expresión de las ideas, críticas y sugerencias, recogidas todas en un documento final.
Clausuró la asamblea el Arzobispo, quien presidió la Eucaristía en el Santuario de la Virgen, y animó a los participantes a ser en la misión “fuerza para los débiles”.
Como muestra de comunión eclesial, los 17 miembros del Consejo parroquial entrante fueron presentados al Arzobispo, quien les impartió su bendición de modo especial.