¡Nuestra edición 221 ya está en las manos de nuestros lectores! y esto sin duda para nuestro equipo es de gran alegría, pues nos permite llevar el acontecer diocesano a todas las comunidades. Con este número nos ponemos en sintonía con toda la iglesia cubana en la celebración de la Jornada Nacional de la familia “El amor familiar fuente de la fraternidad social”, con la que abre todo un año de reflexión sobre la Amoris Laetitia propuesto por el Santo Padre, convencida de que “la familia es camino de la Iglesia y el bien de la familia, es el bien de la sociedad y de la Iglesia” (more…)
¡Nuestra edición 221 ya está en las manos de nuestros lectores! y esto sin duda para nuestro equipo es de gran alegría, pues nos permite llevar el acontecer diocesano a todas las comunidades. Con este número nos ponemos en sintonía con toda la iglesia cubana en la celebración de la Jornada Nacional de la familia “El amor familiar fuente de la fraternidad social”, con la que abre todo un año de reflexión sobre la Amoris Laetitia propuesto por el Santo Padre, convencida de que “la familia es camino de la Iglesia y el bien de la familia, es el bien de la sociedad y de la Iglesia” (more…)
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Por: Lilianna Vicario Torres
Arquidiócesis de Santiago de Cuba, 9 de mayo de 2018 / El domingo 22 de abril, los niños y adolescentes pertenecientes al grupo de la Infancia y Adolescencia Misionera (IAM) en la parroquia San José Obrero, recibieron la Medalla Misionera.
Culminada la primera etapa “Pasitos Misioneros”, les impusieron la Medalla de la Virgen de la Caridad, a 18 de los 33 miembros de la IAM en la parroquia. Ellos no fueron escogidos al azar, sino por su perseverancia y verdadera vocación misionera.
Con la presencia de Ileana Colás (Delegada Diocesana de la IAM), quien realizó las preguntas decisivas para alcanzar la primera insignia en el camino a recorrer como niños y adolescentes misioneros. En presencia de la comunidad reunida en la celebración de la Santa Eucaristía del domingo, con la presencia de los familiares, expresaron y demostraron los conocimientos alcanzados sobre esta Obra Misionera, enseñaron el lema, el saludo, el himno, los santos patronos, significado de los colores, entre otros. Asimismo, Marlene Quezada (Asesora principal de la IAM en la parroquia) dio fe de la preparación de los muchachos.
Es bien recibida siempre una medallita de la Virgencita, pero en esta ocasión fue diferente y especial, porque la recibieron como símbolo de Primera y Gran Misionera. Quizás por ello fue el absoluto silencio, (conociendo la alegría de los niños), durante la bendición de las medallitas; demostraron que el amor a María Madre Misionera comienza a madurar en edades muy tempranas. Luego de la imposición en ardiente alegría demostraron el compromiso asumido.
Para concluir la celebración, 20 niños y adolescentes del coro de la parroquia de San Antonio en el reparto Sueño, pertenecientes a la IAM, que además días antes habían recibido la Medalla, regalaron 4 temas preparados especialmente para el momento.
Dados los primeros Pasitos Misioneros, conociendo un poquito más a Jesús, interesándose porque otros niños de su entorno lo conozcan también, sabiendo que no es fácil ser misionero, pero sintiendo orgullo de serlo, ahora lo representarán con orgullo, portando la Medalla de la Virgen.
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Por: Ermelio José Pérez Jorge, seminarista diócesis de Holguín
Arquidiócesis de Santiago de Cuba, 17 de octubre de 2017 / La Iglesia Católica dedica el mes de octubre a la Misión, por este motivo la Infancia y Adolescencia Misionera (IAM) de nuestra Arquidiócesis celebra a lo largo de todo este mes diversos encuentros con el objetivo de llevar el mensaje del Evangelio a todos los hombres, cumpliendo con el mandato de Jesús.
El sábado 14 de octubre fue el momento propicio para que más de 150 niños de toda nuestra iglesia santiaguera se reunieran en la comunidad de Brujo 1 para compartir la alegría del evangelio y para llevarla por cuatro comunidades (Brujo 1, 2 y 3 y el Palenque) del vasto territorio de la parroquia San José Obrero. Contando con la compañía del P. Yosbel Lazo coordinador de misiones de la Arquidiócesis y con una cincuentena de animadores parroquiales de la IAM los niños fueron en busca de otros niños y adultos para llevar el mensaje de amor, reconciliación y misericordia que nos ofrece el Padre y que los más pequeños con su alegría, sencillez y simpatía muestran de la mejor manera posible.
Experiencia única fue lo vivido en este día donde se hizo del baile, el canto, las dinámicas y la misión una oración de acción de gracias a Jesús y que renovaría el compromiso de ser misioneros todo el día.
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Por: Lilianna Vicario Torres
Arquidiócesis de Santiago de Cuba, 31 de julio de 2017 / El Veraneando con Jesús se ha convertido en un espacio habitual en la etapa veraniega en la parroquia San José Obrero. El espacio fue pensado especialmente para los niños que durante el curso recibieron la catequesis hasta quinto nivel y mostraron perseverancia en el periodo. Durante tres días continuos estos niños de todas las catequesis de la parroquia se reúnen para compartir un amplio programa, que de manera atractiva se presenta cada verano de una forma diferente, pero persiguiendo siempre el mismo objetivo: acercarlos más a Jesús a la vez que disfrutan actividades de verano; pues se ha concebido como espacio formativo y recreativo.
Este verano, gracias a Dios, ha sido ser diferente por varias razones: ha sido extendido a los adolescentes y adultos perseverantes de las catequesis en las comunidades y de la Escuela de Formación de Animadores de Comunidades (EFAC) en ese orden; además, los tres días de actividades serían en El Cobre a través de un intenso programa a modo de convivencia; la última razón es que todo el contenido del programa de este Veraneando 2017 fue preparado por la Virgen Consagrada Cristina Hip Flores junto a un “equipo” también organizado por ella, el que componen dos Vírgenes Consagradas, venidas de Estados Unidos y un grupo de jóvenes misioneras procedentes de Estados Unidos y España .
El programa concebido para los niños y los adolescentes en tres días (del 15 al 17 de Julio y del 18 al 20 del propio mes respectivamente) y para los adultos en dos días 25 y 26 de Julio. En todos los encuentros la agenda fue apretada.
Dinámicas, juegos y canciones; proyección de dibujos animados con un mensaje formativo para reflexionar; catequesis en tiempo record, porque en tan poco tiempo recorren el Antiguo y el Nuevo Testamento, no permiten pestañar por lo animado que desarrollan los temas: dramatizan involucran en la actuación al que escucha, cantan, saltan, ríen, profundizan y aprenden, elementos que a los niños y adolescentes le gusta; espacios para la oración, celebración de la eucaristía y lo que no puede faltar una visita a la Virgen Madre.
El tema que a los adultos ocupó fue: “El matrimonio”. Esta vez además de los hermanos de la EFAC con gusto nos acompañaron miembros de la comunidad de Baire. Cristina realmente cumplió su propósito de fortalecer el matrimonio y no de explicar el matrimonio. Abordó el tema ampliamente, pues el recorrido fue desde Adán y Eva, los Profetas hasta el Apocalipsis, haciendo énfasis en el momento central cuando Jesús en la Cruz demuestra ese amor infinito e incondicional hacia la Iglesia, demostrándonos cómo el matrimonio es más sólido precisamente en los momentos más difíciles, cuando las cosas no están muy bien.
Enseñaron al auditorio que es posible un matrimonio santo si solo se hace la voluntad de Dios y dieron a conocer matrimonios que lo son. Se debatieron ejemplos de situaciones que a menudo se presentan en nuestra comunidades y las respuesta y soluciones a esas parejas que se nos acercan por cualquier motivo, ya sea para casarse, bautizarse o cualquier otro, las respuestas correctas.
Sin dudas el tema del matrimonio fue agradecido en este verano, cuestiones complicadas fueron esclarecidas y otras aunque no tanto por el breve tiempo, ya sabemos con quién evacuar las dudas sobre este tema. Hay que acotar que los adultos estuvieron abordando un tema serio y hasta complejo, pero no puedo dejar de señalar cómo se divirtieron a la vez que sistematizaban lo aprendido.
Aunque es intenso el Veraneando, con poco espacio para el descanso, los niños no querían regresar a sus hogares, pedían quedarse más días, los adolescentes ansiando que las misioneras pudieran estar en las comunidades, los adultos satisfechos y necesitando más encuentros de este tipo y con más tiempo, todos mostraron satisfacción con lo compartido. Lo cierto es que lo que pudo parecer imposible por la brevedad y lo complicado de algunos temas, gracias a Dios y las muchachas que colaboraron en la misión fue enriquecedor y divertido. Lograron con su carisma llevar el mensaje dado entorno al amor que Jesús nos comparte con sus catequesis en tiempo del Veraneando.
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Por: Lilianna Vicario Torres
Arquidiócesis de Santiago de Cuba, 30 de junio de 2017 / Para celebrar la fiesta del Sagrado Corazón de Jesús, se reunieron aproximadamente a 1 km antes de llegar a la comunidad de El Palenque, en la parroquia San José Obrero 1, casi 140 personas, entre niños, jóvenes, adultos y ancianos, que llegaron hasta allí en camión.
Desde ahí en procesión rezaron el rosario, ante cada misterio gozoso meditaban, para luego rezar el Padrenuestro, Avemarías, Gloria y la jaculatoria al sagrado Corazón de Jesús.
Una vez en la comunidad de El Palenque, que dista unos 6 ó 7 km de la carretera, en pleno campo, celebró la eucaristía el padre Yosbel, bajo un árbol de mango que está en medio de la comunidad.
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Por: Katerine Savón
Arquidiócesis de Santiago de Cuba, 17 de abril de 2017 / Acompañados por las Catequistas Sopeñas, un grupo de quince misioneros desde los más jóvenes (12 años de edad) hasta los de cierta (…) edad durante Lunes, Martes, Miércoles y Jueves Santo en la mañana han llevado el amor de Cristo derramado en la cruz hasta las comunidades de María del Pilar, Espíritu Santo en Cazonal, Dolores Sopeña en Baconao y San Juan Bautista en Sigua. Saliendo desde las 7:30 am en el camión de Fredy y hasta las 6:00 pm han visitado a las familias llevando un mensaje de consolación y esperanza en medio de las rutinarias alegrías y sufrimientos.
A través del Viacrucis Misionero no solo compartimos la Palabra de Dios y rememoramos los dolorosos momentos de la pasión y muerte y Resurrección de Jesucristo; sino que respetando y reconociendo la semilla de fe en cada una de las personas a cuyas puertas tocamos, hicimos presente al Señor en los cantos, peticiones y acciones de gracias. Cada familia que aceptaba hacer en su hogar una estación del Viacrucis y luego seguía el camino por poco o mucho que entendiera lo que hacía estaba diciendo Sí a Jesús, te amo, eres importante en mi vida. La semilla ha sido esparcida y según la gratitud y generosidad de la tierra así serán los frutos a cosechar. Lo cierto es que es estos poblados nadie quedó sin enterarse celebrábamos la Semana Santa.
A continuación algunos testimonios de los misioneros.
Maxi: “Para mí fue especial ver esta pareja que llevaba unida 36 años y que ahora al recibir el sacramento del matrimonio se seguían amando con tanta fuerza. Estaban muy felices”.
Aldo: “No voy a olvidar a aquella mujer lloró de emoción al ver que los misioneros estaban en su casa haciendo el viacrucis ni a aquella otra que fue a buscarnos a la casa de su vecina para que lo hiciéramos también en la suya”.
Adrian: “Me impresionó que las casas a las que llegamos encontramos personas impedidas, por ejemplo, Jansel es un joven ciego que siempre asiste a la comunidad. Él no sabe leer ni escribir pero conoce perfectamente los cantos y oraciones de la Iglesia. Despidió la séptima estación del viacrucis cantando la Salve”.
Karelia: Me causó mucho dolor ver como las personas viven en realidades de pecado y que van contra la dignidad de la persona como si fuera algo normal. La Iglesia tiene un gran trabajo que hacer con los niños para que no crezcan repitiendo estos comportamientos.
Patricia: He aprendido con los niños que debo tener más paciencia para acompañarlos y educarlos.
Carmen: “He aprendido con los niños que en ocasiones soy rígida para aceptar que ellos se comportan inadecuadamente porque no entienden lo que sucede. Sin embargo, en Baconao, su participación cuantiosa me hizo caer en la cuenta de que ellos son el relevo de nuestras comunidades y la esperanza de que siempre la Palabra permanecerá”.
Ana Gloria: “Me conmovió reencontrarme con las personas que siempre asistían a la comunidad y que ahora por la vejez y la enfermedad no pueden hacerlo. Se llenaron de alegría y agradecimiento con la visita de los misioneros”.
Verónica: “Me dio mucha alegría encontrar una señora que sostuvo durante toda la primera estación una estampita pequeña con el Cristo crucificado. Este hecho me recordó que todo lo que uno hace y entrega en las visitas a las casas no queda en el vacío; ella lo conservaba como recuerdo de los primeros misioneros que la visitaron hacía más de 8 años”.
Personalmente me impresionó mucho aquella anciana que apenas se comunica y que se echó llorar, “inexplicablemente”, mientras orábamos la estación en la que Jesús muere en la cruz.