Por: Carmen López Ramos, CCAM
Arquidiócesis de Santiago de Cuba, 30 de abril de 2017 / En la noche del jueves 27 de abril tuvo lugar en el Centro Cultural y de Animación Misionera San Antonio María Claret, la inauguración de la Biblioteca Janet Ortiz. Proyecto soñado y forjado por los Misioneros Claretianos, en particular el Hno. Manuel Pliego Iglesias.
Y, ¿por qué el nombre de Janet Ortiz? Para los que no la conocieron: fue una colaboradora fiel y entregada al Centro Cultural en la esfera de las Artes Plásticas. Curadora o gestora de todas las exposiciones personales y colectivas y Salones de Arte Religioso desde el año 2002, en que acudió como espectadora al III Salón y se enamoró del proyecto del Centro. Así se gestó un fuerte vínculo de trabajo y cooperación con el entonces director, el P. Carlomán Molina: se fusionaron los corazones de estos dos soñadores que vislumbraban y perseguían el mismo horizonte. Así Janet comenzó su caminar con nosotros, se convirtió en el puente a través del cual el Centro extendió sus fronteras y viajó en ella y por ella, que se hizo portadora y mensajera de nuestros anhelos y propósitos. Así el trabajo del Centro Cultural en las Artes Visuales llegó a tener alcance nacional.
La ceremonia de inauguración fue hermosa, llena de amor, gratitud y fraternidad. Asistieron más de cien personas: del mundo de la cultura, de centros culturales de la Iglesia Católica en la ciudad y de nuestra comunidad parroquial; los jóvenes con sus aportes e iniciativas aportaron frescura, lozanía, y esperanza de un futuro promisorio.
Se inició a oscuras, donde se proyectó un fotomontaje delicado y tierno como Janet, preparado y concebido por Carlos Javier Álvarez, en el que pudimos volver a ver a Janet en diferentes momentos de su hacer en el Centro, rodeada de amigos, colaboradores, artistas y también de su familia. Como fondo una música suave y sugerente de vida, pues estábamos celebrando la vida de Janet, su pascua.
Luego, ya con las luces encendidas, Janet era luz, disfrutamos de una pieza muy cubana interpretada por la guitarrista concertista Janet Lafita. A continuación Mirtha Clavería, directora de la revista Viña Joven, testigo de todo el caminar de Janet en nuestro Centro nos regaló una semblanza de ella: sentida, honda, en la que destacó su talla humana y profesional, su sentido de cubanía, su amor por su Santiago. Realmente nos conmovió, pues el amor se esparció por todos, sentimos que el Espíritu sopló suave y dulcemente.
El Hno. Manolo, como cariñosamente se le conoce, nos relató cómo se concibió el proyecto, para todos pero en especial para las nuevas generaciones, para dar respuesta a sus necesidades de estudio, elaboración de trabajos y ampliación de sus horizontes culturales. Explicó que la Biblioteca cuenta con ocho ordenadores con todas las herramientas para trabajar, posibilidades de impresión y fotocopias, así como un gran fondo bibliográfico en el área humanística, y también con el “Club de lectores Claret” que acogerá a aquellos que estén ávidos de lectura y tengan inquietudes literarias, pues se aspira a más en este sentido. Se presentó a la bibliotecaria Aymé Favelo Guerrero quien explicó cómo va a ser el servicio de la biblioteca e invitó a acercarse a ella y a asociarse para el servicio de préstamos.
Un grupo de muchachas del proyecto “Arte Joven” con cajas de rosas, repartieron una a cada asistente, como símbolo de la flor que por su ternura y transparencia fue, y es, Janet para todos.
Como gala cultural, se presentó el compositor, trovador, artista de la plástica, y coordinador del Proyecto “Arte Joven”, Carlos Javier Álvarez que nos interpretó su canción “Lo habitas todo”, como homenaje a Janet. Luego disfrutamos de la interpretación de Héctor Aponte a la guitarra acompañado de Odelkis Rueda, y el proyecto “Arte Joven” nos regaló un happening en el que, combinadas con gran creatividad la gestualidad y la música, se logró hacer llegar el mensaje de la importancia de cultivar el conocimiento, de despertar a esa realidad y hacerla pan cotidiano para crecer como personas y ampliar nuestro universo vital. Como cierre de la gala el grupo vocal Ángelus nos regaló tres bellos números de su rico repertorio, con gran calidad y fuerza interpretativa.
Finalmente el P. Álvaro Flores, director del Centro Cultural y párroco de la Santísima Trinidad, intervino, recalcando por qué y cómo se concibió el proyecto y su nombre. Le dio lectura al texto contenido en una placa conmemorativa en el que se hace una breve semblanza de qué fue Janet para el Centro y de ahí la razón del nombre de la Biblioteca, y la entregó a los familiares, ¡Bello recuerdo! Luego los invitó, y a todos los presentes, a acercarse al local que ocupa la biblioteca donde el hermano de Janet, y su sobrina develaron la placa identificativa y cortaron la cinta que daba entrada a la biblioteca.
Tradiciones bellas que se hicieron vida para quien amaba tanto la belleza. Una vez dentro, todos admiraron la instalación, su organización, los medios con que cuenta, y les impactó un delicado y significativo detalle: Los fondos de pantalla tenían una imagen de Janet y su nombre: el de la biblioteca.
El Centro Cultural y los Misioneros Claretianos han logrado hacer realidad un sueño y han ofrecido justo homenaje a quien vivió y realizó bien la obra de su vida.
Que el Señor que creó la belleza para ser vivida, amada y preservada nos bendiga a todos y cuide a Janet que está en sus manos.