Por: Lilianna Vicario Torres
Arquidiócesis de Santiago de Cuba, 9 de mayo de 2018 / El domingo 22 de abril, los niños y adolescentes pertenecientes al grupo de la Infancia y Adolescencia Misionera (IAM) en la parroquia San José Obrero, recibieron la Medalla Misionera.
Culminada la primera etapa “Pasitos Misioneros”, les impusieron la Medalla de la Virgen de la Caridad, a 18 de los 33 miembros de la IAM en la parroquia. Ellos no fueron escogidos al azar, sino por su perseverancia y verdadera vocación misionera.
Con la presencia de Ileana Colás (Delegada Diocesana de la IAM), quien realizó las preguntas decisivas para alcanzar la primera insignia en el camino a recorrer como niños y adolescentes misioneros. En presencia de la comunidad reunida en la celebración de la Santa Eucaristía del domingo, con la presencia de los familiares, expresaron y demostraron los conocimientos alcanzados sobre esta Obra Misionera, enseñaron el lema, el saludo, el himno, los santos patronos, significado de los colores, entre otros. Asimismo, Marlene Quezada (Asesora principal de la IAM en la parroquia) dio fe de la preparación de los muchachos.
Es bien recibida siempre una medallita de la Virgencita, pero en esta ocasión fue diferente y especial, porque la recibieron como símbolo de Primera y Gran Misionera. Quizás por ello fue el absoluto silencio, (conociendo la alegría de los niños), durante la bendición de las medallitas; demostraron que el amor a María Madre Misionera comienza a madurar en edades muy tempranas. Luego de la imposición en ardiente alegría demostraron el compromiso asumido.
Para concluir la celebración, 20 niños y adolescentes del coro de la parroquia de San Antonio en el reparto Sueño, pertenecientes a la IAM, que además días antes habían recibido la Medalla, regalaron 4 temas preparados especialmente para el momento.
Dados los primeros Pasitos Misioneros, conociendo un poquito más a Jesús, interesándose porque otros niños de su entorno lo conozcan también, sabiendo que no es fácil ser misionero, pero sintiendo orgullo de serlo, ahora lo representarán con orgullo, portando la Medalla de la Virgen.