Por: Giovanna Tames Miraglia
Arquidiócesis de Santiago de Cuba, 30 de noviembre de 2018 / Parecía que la lluvia sorpresiva e intermitente que cayó justo a la hora de salir de las escuelas, iba a detener el arribo de los niños a la Lectio Divina. Ciertamente lo dificultó pero no lo contuvo. Este jueves 29 de noviembre ya a las 5 pm estaba llegando un primer grupo, que fue creciendo hasta llegar a un centenar. Acudieron con el mismo entusiasmo que los dos días anteriores.
Esta última jornada estuvo animada por la Pastoral Familiar y se centró en el relato de la creación. Recreando la metodología de la lectura orante a través de cantos y reflexiones participativas, reforzaron en los pequeños y sus familias el don y la responsabilidad de ser creatura para la vida en familia, en comunidad.
Estas jornadas han dejado un buen sabor a todos los que organizamos y preparamos pero especialmente a los que niños y familiares que acudieron para seguir iluminando sus vidas a la luz de la Palabra. Pidamos para que el Señor nos ayude a perseverar en este empeño.