Hace 25 años pisó nuestra tierra un Santo…
25 años del VIAJE APOSTÓLICO DEL PAPA JUAN PABLO II A CUBA
Mensaje del Santo Padre en el Encuentro Ecuménico. Nunciatura Apostólica, domingo 25 de enero de 1998
En este señalado día, me es muy grato recibirlos a Ustedes, representantes del Consejo de Iglesias de Cuba y de diversas confesiones cristianas, acompañados de algunos exponentes de la comunidad judía, que participa en el mismo Consejo como observadora. Los saludo a todos con gran afecto y les aseguro la alegría que me produce este encuentro con quienes compartimos la fe en el Dios vivo y verdadero. El ambiente propicio nos hace decir desde el principio: «Oh, qué bueno, que dulce habitar los hermanos todos juntos» (Sal 132,1).
He venido a este País como mensajero de la esperanza y de la verdad, para dar aliento y confirmar en la fe a los Pastores y fieles de las diversas diócesis de esta Nación (cf. Lc 22,32), pero he deseado también que mi saludo llegara a todos los cubanos, como signo concreto del amor infinito de Dios para con todos los hombres. En esta visita a Cuba – como acostumbro a hacer en mis viajes apostólicos- no podía faltar este encuentro con Ustedes, para compartir los afanes por la restauración de la unidad entre todos los cristianos y estrechar la colaboración para el progreso integral del pueblo cubano teniendo en cuenta los valores espirituales y trascendentes de la fe. Esto es posible gracias a la común esperanza en las promesas de salvación que Dios nos ha hecho y manifestado en Cristo Jesús, Salvador del género humano. (more…)
Adjuntos
Transcripción homilía de Mons. Dionisio Guillermo García Ibáñez
Arzobispo de Santiago de Cuba
Basílica Santuario de Nuestra Señora de la Caridad del Cobre
Segundo domingo del Tiempo Ordinario
15 de enero de 2023
“Este es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo” Juan 1, 29
Hermanos,
Todavía resuenan ante nuestros ojos y ante nuestros recuerdos, las palabras también que hemos escuchado de felicitaciones, de alabanza a Dios, de gloria a Dios, el compartir con la familia y en la comunidad cristiana en la Santa Misa. Todavía tenemos presente la Navidad, ese tiempo de gracia en el cual el misterio de la Encarnación de Dios, Aquel que se hace hombre para salvarnos, se hace de nuevo presente, como todos los años ante nosotros. Es decir, recordamos la encarnación de Cristo que se hace hombre para salvarnos a todos. Dios llama a todos los hombres sin excepción. El Señor quiere también que nosotros, que somos libres, que nos ha creado libres también le respondamos bien.
Ya comienza el tiempo ordinario. Estamos vestidos de verde, la esperanza. Y las lecturas también van acompañándonos en ese caminar junto con Jesús. Si acabamos de celebrar la Navidad, dentro de tres meses o cuatro meses vamos a celebrar la Semana Santa, Cristo en la cruz y la Resurrección, la victoria definitiva de Cristo. Las lecturas de estos primeros domingos que vienen, pues, van siguiendo a Jesús.
En la de la Navidad, recordamos el nacimiento, la adoración de los reyes, los pastores, Belén. Después ya pasamos al bautismo del Señor, que, precisamente nos habla de que ahí comienza como en este domingo, comienza la predicación de Jesús, se hace público.
Celebramos el domingo pasado el bautismo del Señor, y ahora ya estamos oyendo los comentarios de Juan de ese acontecimiento. Hasta el bautismo del Señor era la vida oculta de Jesús. Hay muy poco en la Biblia, solamente los hechos claves y fundamentales. A partir del bautismo del Señor, ya es Jesús que empieza a presentarse y empieza a presentarse, porque Juan habla y dice Éste es, este es el elegido de Dios, yo no soy digno de desatarle la correa de sus sandalias. Él es el elegido y el esperado. Y se ve una paloma, se presenta el Espíritu Santo en forma de paloma. Este es mi Hijo amado, mi Elegido. Escúchenlo. Así comienza la vida pública de Jesús.
Los domingos siguientes vamos a escuchar cuando Jesús empieza a llamar a los discípulos, ya Él empezó su trabajo, ya Él empezó a predicar el Reino, ya Él empezó a comunicar lo que Dios quiere que conozcamos. Pero vamos a fijarnos en algunas palabritas y algunos verbos.
Fíjense bien que aquí se utilizó la palabra elegido. Elegir el verbo elegir es escoger, escoger, pero no que escogí a uno, sino yo elegí a uno porque ese es el que yo quería que fuera. Lo elegí entre muchos. Este verbo aparece también en la primera lectura que es del profeta Isaías. Este texto de Isaías que hemos escuchado es precioso, precioso. Son varios versículos, pero tienen una claridad increíble. En primer lugar, el habla del siervo. Tú eres mi siervo Israel. En Isaías, el siervo muchas veces se confunde con el pueblo de Israel, pero también con el elegido. De hecho, muchas veces utilizan estos textos de Isaías y se la aplican a Jesús, en los Evangelios y en la tradición de la Iglesia. ¿Por qué? Porque Jesucristo es la cabeza de la Iglesia. Él es elegido para salvarnos y nosotros somos elegidos en Él. Entonces empieza así y dice Yo estoy orgulloso de ti. Yo te he elegido. Pero aparte de eso, estoy orgulloso. Qué bello hermanos, saber que nosotros no hemos venido al mundo, y esto lo repito muchísimo porque me parece que es clave y fundamental en este mundo en que queremos conocer a Dios.
¿Qué contenido? ¿Qué peso tiene esto para nuestra vida? El saber de que yo fui elegido. Fui a elegido. Fui elegido por mis padres. Y alguna persona tal vez no fue elegida por sus padres, pero sus padres quisieron que tuviera vida. Es decir, lo que lo engendraron, quisieron que tuviera vida de una manera u otra. Fueron elegidos a la vida. Qué triste ver tantos niños que por el aborto no son elegidos para la vida. Jesús. Dios le da la vida. Pero sin embargo, los hombres se la tronchan. Dios lo elige y los hombres la tronchan. Para estos hombres que viven así esa situación, mujeres… Que tengan en cuenta siempre, de que la vida lo puede rechazar o lo rechazó en algún momento, pero que sepan que Dios los eligió a la vida y a la vida eterna, y que Dios se sienta orgulloso de ellos.
Cuando tenemos a Jesús con nosotros. Creemos en Él. No hay motivo o por lo menos tenemos que sentirnos tan seguros de decir Señor. Habré pasado muchas cosas, me habrán apartado, no me consideran… tantas cosas. Pero yo sé que tú me elegiste y que tú te sientes orgulloso de mí. Hermanos, pensar que Dios está orgulloso de mí, eso me tiene que hacer, por lo menos, reflexionar, meditar quién soy yo. Como decíamos el domingo, ¿quién soy yo, hermanos, para que el Señor se fije en mí? Tú eres elegido. Y Dios está orgulloso de ti. Fíjense bien esos dos verbos, me eligieron. y Dios está orgulloso de mí.
Si nosotros vamos a la primera lectura que hemos escuchado, también empieza así. Yo, Pablo, llamado a ser apóstol por Jesucristo. La llamada. Dios me llama. Yo me elije Dios, Dios se siente orgulloso. Hermano ya eso es para dar comienzo a nuestra vida, nuestro día, el comienzo de nuestro día. Y decir al Señor. Yo sé que tú me amas. Me quiere. Me llamaste, me elegiste. Estás orgulloso de mí. Dame fuerza para serte fiel. Porque viene otro verbo, nos da una misión, nos envía, nos elige para la vida, pero también nos elige para dar testimonio ante el mundo.
Por eso, en ese breve texto de Isaías dice así. Yo te he elegido y desde el vientre de tu madre yo te escogí. Pensemos en eso, hermano. Desde el vientre yo fui elegido. Nadie me conocía, nadie me hacía gracia, nadie me cargaba. Pero ya yo estaba en ti. Me elegiste.
Perdonen que repita mucho el verbo es elegir. Perdonen, pero me parece que muchas veces no tenemos presente en nuestra vida de fe diaria ese verbo. Fui elegido, para qué, dice aquí, para que le trajese a Jacob, para que reuniese a Israel. Es poco que sea mi siervo y restablezca las tribus de Jacob, y conviertas a los supervivientes de Israel. Te hago luz entre las naciones. Me ha llamado. Me ha elegido. Se siente orgulloso y me envía a que yo sea luz entre las naciones y congregue a todos los pueblos de la tierra.
Es decir, que yo, con mi testimonio y con mi palabra, haga presente aquello que creo. Que el hombre tiene que sentirse por lo menos tranquilo, sereno, con una fuerza interior grande. ¿Por qué? Porque fue llamado, fue elegido. Dios se siente orgulloso y Dios me envía.
El salmo va en esta misma línea. El salmo fue siempre un complemento de la primera lectura, en esta dice Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad, aquí estoy. Si tú me llamaste y me enviaste, yo quiero hacer tu voluntad. Esa es la disposición que tenemos que tener. Querer hacer siempre la voluntad de Aquel que me eligió. De Aquel que me llamó. De Aquel que me creó. Esa la respuesta única que puede haber. Querer hacer la voluntad de Dios. Como está escrito en mi libro para hacer tu voluntad, Dios mío, yo lo quiero y llevo tu ley en mis entrañas.
Hermanos, la llamada de hoy también es a alegrarnos de que fuimos escogidos, y pedirle a Dios la fuerza para hacer su voluntad. Él me da la fuerza como se la dio a Cristo en la cruz. Él me da la fuerza.
Entonces, haciendo un resumen, vayamos a nuestros hogares o en los hogares que estemos participando, oyendo esta Misa en las casas, estemos seguros de la generosidad de Dios, de la bondad de Dios, del amor de Dios para con nosotros.
Hagan la experiencia. Intelectual y de fe, es decir, de razón y de fe, de decir yo fui elegido, y aquel que me eligió se siente orgulloso de mí. Es como los padres. Los padres eligen a los hijos y cuando los hijos crecen y van realizando su vida, los padres se sienten orgullosos de los hijos. Y más orgulloso aún cuando el hijo hace el bien, hace la voluntad del padre, hace, actúa con bondad. Así es Dios con nosotros.
Hermanos, reflexionemos en esto. No pensemos solamente en el amor de mi papá y de mi mamá que me dio la vida física. Pensemos en el amor de Dios que se enorgullece de mí. Pidámosle la fuerza para poder hacer su voluntad. Y así vamos a empezar este recorrido que dura todo un año, siguiendo a Jesús, acompañándolo en su predicación, acompañándolo en sus milagros, acompañándolo en sus enseñanzas. Acompañándolo en su cruz y acompañándolo en la Resurrección.
Hagamos el ejercicio de ese decir Dios me ama, Dios me quiere, Dios está conmigo y Dios me da fuerza. Y cambiemos nuestra vida porque todos tenemos que cambiar en algo. No somos perfectos, pero Dios se enorgullece de mí en la medida también en que yo quiero hacer su voluntad, en que yo hago el esfuerzo, por lo menos en hacer la voluntad de Dios.
Que el Señor nos acompañe, hermano, a vivir así.
La iglesia cubana se prepara para celebrar los 25 años de la visita de san Juan Pablo II,. Veinticinco años de un acontecimiento que marcó nuestra historia.
El papa Francisco ha querido estar cerca hacerse presente y cercano enviando una carta, en la que anuncia la visita del Cardenal Beniamino Stella, Nuncio Apostólico en esos años en Cuba, con motivo de esta celebración.
Que la celebración del acontecimiento nos haga a muchos recordar y otros conocer los mensajes, las imágenes y sobre todo el espíritu que animó esta memorable visita, que tantos frutos dejó para la Iglesia y la nación cubana.
Compartimos con nuestros lectores el texto íntegro de la carta.
Al santo Pueblo fiel de Dios que peregrina en Cuba
Queridos hermanos y hermanas:
Han pasado 25 años del Viaje Apostólico de San Juan Pablo II a Cuba, un momento de gracia y bendición para todos. En el marco de este aniversario, los obispos de esa Conferencia Episcopal han tenido la deferencia de invitar al cardenal Beniamino Stella, que en esos años como Nuncio Apostólico fue un testigo privilegiado de aquel acontecimiento, para que los visite, y le he pedido que les lleve mi saludo y bendición, expresando la cercanía del Papa a cada uno de ustedes, a su Eminencia el cardenal Juan de la Caridad García Rodríguez, a los obispos, sacerdotes y seminaristas, a los religiosos y religiosas y a todos los fieles laicos.
Me gustaría que durante este tiempo vuelvan a hacer presente en sus corazones los gestos y las palabras que mi predecesor les dirigió durante su visita, que resuenen con fuerza en el presente, y den un nuevo impulso para seguir construyendo con esperanza y determinación el futuro de esa nación. Una de sus exhortaciones en aquel momento fue: «¡Afronten con fortaleza y templanza, con justicia y prudencia los grandes desafíos del momento presente; vuelvan a las raíces cubanas y cristianas, y hagan cuanto esté en sus manos para construir un futuro cada vez más digno y más libre! No olviden que la responsabilidad forma parte de la libertad. Más aún, la persona se define principalmente por su responsabilidad hacia los demás y ante la historia» (Mensaje a los jóvenes cubanos, 23 de enero de 1998).
También yo los animo a volver a sus raíces cubanas y cristianas, es decir, a su propia identidad, que ha generado y sigue generando la vida de ese país. Esas raíces se han robustecido permitiéndonos verlas crecer y florecer en el testimonio de tantos de ustedes que trabajan y se sacrifican cada día por los demás, no solo por sus familiares, sino también por sus vecinos y amigos, por todo el pueblo, y de modo especial por los más necesitados. Gracias por ese ejemplo de colaboración y ayuda mutua que los une y que revela el espíritu que los caracteriza: abierto, acogedor y solidario. Sigan caminando juntos con esperanza, sabiendo que siempre, y particularmente en medio de las adversidades y sufrimientos, Jesús y su Madre Santísima los acompañan, los ayudan a cargar la cruz y los consuelan con el gozo de la resurrección.
Como signo de mi cercanía y comunión con el querido pueblo cubano, que cuenta con grandes escritores y artistas, quisiera recordar unas palabras del padre Varela, que expresan la necesidad de radicarse en el bien y la fecundidad de este esfuerzo: «Luego que el árbol se radique, bien pronto extenderá sus ramas, y a su sombra reposará la virtud». Este árbol pleno de vitalidad bien puede representar al hombre que tiene enraizada su confianza en el Señor, como dice el profeta Jeremías: «Él es como un árbol plantado al borde de las aguas, que extiende sus raíces hacia la corriente; no teme cuando llega el calor y su follaje se mantiene frondoso; no se inquieta en un año de sequía y nunca deja de dar fruto» (Jr 17,8). Confiando en el Dios de la vida, los invito a que continúen ahondando en sus propias raíces con valentía y responsabilidad, y sigan dando frutos unidos en la fe, la esperanza y la caridad.
Que Jesús bendiga al pueblo cubano y Nuestra Señora de la Caridad del Cobre lo cuide y acompañe. Rezo por ustedes y les pido, por favor, que recen por mí.
Fraternalmente,
Francisco
Roma, San Juan de Letrán, 8 de diciembre de 2022
©Fotografía Vaticana. Arturo Mari. Archivo de la Arquidiócesis de Santiago de Cuba.
Irradia, emisión del 8 de enero de 2023
Transmitido por RCJ y CMKC, Emisora Provincial de Santiago de Cuba
Programa Radial de la Arquidiócesis de Santiago de Cuba
Solemnidad de la Epifanía del Señor
“Entraron en la casa y vieron al niño con María, su madre, y postrándose, lo adoraron. Después, abriendo sus cofres, le ofrecieron regalos: oro, incienso y mirra” Mateo 2, 11
(Música, Epifanía, Javier Brú)
Para llegar a ti como una bendición, para abrir tus alas al amor de Dios.
Irradia. Un proyecto de la Oficina de Comunicación de la Arquidiócesis de Santiago de Cuba.
Saludos a todos los que nos acompañan en este día en que venimos a compartir la fe con nuestra comunidad.
Bienvenidos a este encuentro fraternal con la iglesia toda, como cuerpo místico de Jesús. Irradia está contigo, irradiando la fe.
(Música, Epifanía, Javier Brú)
En esta mañana nos acompaña el P. Rafael Ángel López Silvero, párroco de la Santa Basílica Iglesia Metropolitana Catedral de Santiago de Cuba.
Miren que ya viene el Señor Todopoderoso, en su mano están el reino, la potestad y el imperio. Señor Dios que en estos días manifestaste a tu Unigénito a las naciones guiándolas por la estrella, concede a los que ya te conocemos por la fe, que lleguemos a contemplar la hermosura de tu excelsa gloria. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
Buenos días, buenas tardes, buenas noches. Como siempre una alegría y un gozo poder compartir con ustedes particularmente este tiempo de Navidad. Todavía estamos en Navidad, así que les puedo decir ¡Feliz Navidad!, además de decirles que el Señor los bendiga de manera particular en este año Nuevo que acabamos de comenzar, de estrenar. Felicidades para ustedes, para sis familias, para sus amigos, que nos podamos mantener unidos, trabajando por un mundo mejor. Unidos por el amor, sembrando el amor, siendo instrumentos del amor. (more…)
Adjuntos
Homilía de Mons. Octavio Cisneros
Obispo auxiliar emérito de Brooklyn, Estados Unidos
Basílica Santuario de Nuestra Señora de la Caridad del Cobre
Solemnidad de la Epifanía del Señor
8 de enero de 2023
“Entraron en la casa y vieron al niño con María, su madre, y postrándose, lo adoraron. Después, abriendo sus cofres, le ofrecieron regalos: oro, incienso y mirra” Mateo 2, 11
Muchos temas podríamos tratar hoy con este bello evangelio. La universalidad del mensaje de la salvación, la situación de los inmigrantes, los viajeros peregrinos en este mundo… tantos otros temas. Pero aquí, al pie de la Virgen, Octavio regresa a su niñez, regreso hace sesenta y tantos años cuando yo era niño, cuando yo esperaba con ansiedad la anticipación la fiesta de los Reyes Magos. Ya la noche anterior había puesto mis zapatos debajo de la cama y una cajita con yerba para contentar a los camellos.
¡Qué alegría la mañana del Día de los Reyes! Tiempo para jugar, llamar a los amiguitos, compartir los regalos. La niñez realizada dentro del marco de la fe cristiana.
En esos años pueriles, de inocencia, se goza con sencillez, sin los encumbramientos del escepticismo de la duda, el secularismo y sin la desmitificación de lo divino.
Ya como adulto, como hombre, se debe regresar a la celebración de los Reyes con el convencimiento de la fe. Es la misma celebración pero con el convencimiento de la fe. Entonces nos damos cuenta que aquello que celebrábamos en los años infantiles se convierte ahora en un misterio, un misterio que no deja de ser tan actual para nosotros adultos, como lo es para los niños que hoy esperan la visita de los Magos del Oriente. El Oriente más allá, no este oriente donde está nuestra Santa Madre, el Oriente que nos recuerda la universalidad. (more…)
Mons. Dionisio García y los desafíos evangelizadores de hoy
A raíz de un artículo publicado en Vida Cristiana, me vinieron a la mente estas rápidas y breves reflexiones…
Cómo mi formación es inicialmente tecnológica, soy propenso a los fríos datos matemáticos. Esta manera de ver y analizar los hechos, la aplico ahora al pensar sobre nuestra misión en Cuba hoy comparándola con situaciones parecidas ocurridas en años anteriores, para ayudar un poco a aquellos que, ahora o en un futuro, nos sentimos llamados por Dios a evangelizar y a hacer que su Palabra llegue a todos los rincones de nuestra tierra, que tanto la necesita.
Cálculo que, sumando datos dispersos y difíciles de encontrar, se puede estimar, con posibles errores y redondeando, que casi medio millón de cubanos puedan haber dejado su tierra en el último año, buscando, algo mejor para ellos y sus familias. Tienen derecho a hacerlo. Aquí se incluyen los que entran por la frontera sur de USA, también los que lo hacen por mar o por los vuelos comerciales, los miles que se van como ciudadanos españoles y de otras nacionalidades y otros miles más que marchan a países que, en otro momento, ni los imaginábamos como posible lugar de destino para un cubano. Sí, cuando la situación se pone muy difícil es natural que esto ocurra. (more…)
Adjuntos
Irradia, emisión del 25 de diciembre de 2022
Transmitido por RCJ y CMKC, Emisora Provincial de Santiago de Cuba
Programa Radial de la Arquidiócesis de Santiago de Cuba
Solemnidad de la Natividad del Señor
“Hoy nos ha nacido un Salvador, el Mesías, el Señor” Salmo 95
(Música, El Tamborilero, Rafael)
Hermanos,
Hoy 25 de diciembre es Día de Navidad, recordamos el nacimiento de Jesús nuestro Salvador. Es un día alegre, de familia, de acción de gracias; y es también un día de compromisos, porque nosotros, según nos lo cuentan los evangelios contemplaremos a la Virgen María y a José, a los pastores y a los reyes magos, responder positivamente a la llamada del Señor. En la Navidad se concentra todo el mensaje que Dios querido revelar a los hombres y mujeres de todos los tiempos. El mensaje de Navidad nos habla del amor de Dios para con nosotros, de esperanza, de confianza y por eso mismo de alegría.
En la Navidad se cumple la promesa de Dios dada al pueblo de Israel de darnos un Salvador, que nos abriría los ojos para descubrir la verdad y nos conduciría por el camino de la salvación. (more…)
Homilía de Mons. Dionisio G. García Ibáñez
Arzobispo de Santiago de Cuba
Basílica Santuario de Nuestra Señora de la Caridad, 18 de diciembre de 2022
Cuarto Domingo de Adviento
“Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de los pecados” Mateo 1, 21
Hermanos,
Con alegría, con esperanza, hemos transitado este tiempo de Adviento, que la verdad que en medio de esta situación que vive el mundo, las guerras, y nuestro pueblo, en esta situación difícil, en todo sentido, material, pero también espiritual, dado la situación en que tantas familias se ven envueltas y que también necesitamos esperanza para ver el futuro mejor.
Hemos transitado este tiempo de Adviento. Yo quisiera recalcar dos cosas. Una, como Dios quiere salvar a los hombres, no por un acto de magia, un acto sorprendente que a todo el mundo lo deja fascinado. No, Él quiso saber a los hombres de la manera más natural posible, con el nacimiento de un Niño, así fue como quiso salvarlo.
Hay veces que nosotros, necesitamos o pedimos que se hagan grandes gestos que salgan en las noticias; pero no el nacimiento de Jesús no salió en las noticias. No había periódicos en la época, pero tampoco se transmitió de boca en boca, como era costumbres de aquellos momentos, sin pasar la noticia.
El nacimiento de Jesús surgió de la manera más natural, como decía, con el nacimiento de un Niño que eso no tiene nada de sorprendente; pero a la vez es un milagro, porque cada vida humana es un milagro. Cada vida humana es un don de Dios. Cada vida humana es un acto creador de Dios que nos da la existencia. Que nos hace iguales en dignidad como hombres y mujeres, pero también nos hace únicos ante el amor de Dios. Y así también se transmitió la fe y Dios se dio a conocer. (more…)
Transmitido por RCJ y CMKC
Emisora Provincial de Santiago de Cuba
Programa Radial de la Arquidiócesis de Santiago de Cuba.
Tercer Domingo de Adviento
“Vayan y digan a Juan lo que han visto y oído: los ciegos reciben la vista y los cojos andan, los leprosos quedan limpios, los sordos oyen, los muertos son resucitados y a los pobres se les anuncia el evangelio” Mateo 11, 4-5
(Música, Los ciegos ven, Javier Brú)
Para llegar a ti como una bendición, para abrir tus alas al amor de Dios. Irradia. Un proyecto de la Oficina de Comunicación de la Arquidiócesis de Santiago de Cuba. Saludos a todos los que nos acompañan en este día en que venimos a compartir la fe con nuestra comunidad. Bienvenidos a este encuentro fraternal con la iglesia toda, como cuerpo místico de Jesús. Irradia está contigo, irradiando la fe.
(Música, Los ciegos ven, Javier Brú)
Nuestra invitada nos ayudará a reflexionar sobre el Evangelio de hoy.
Buenos días a todos los que nos escuchan. Gracias por permitirnos entrar en sus hogares, en esta mañana del domingo, para compartir la Palabra de Dios.
Estamos en el Tercer Domingo del tiempo de Adviento, ese tiempo que nos ayuda a prepararnos para la fiesta que se avecina, el nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo. En la liturgia católica este domingo es conocido también como el domingo de la alegría, ya veremos por qué.
Si recordamos algo de lo que hemos escuchado en los domingos anteriores, nos encontramos con que el primer domingo en el que se habló de preparar, ésa es una palabra clave de este tiempo. Ese día se hizo referencia a algo concreto: la llegada del diluvio y la construcción del arca para cuando llegara lo que se estaba anunciado, y también se hace una observación: hay que estar en vela porque no se sabe el día ni la hora.
El segundo domingo, nos dejó un claro llamado a la conversión, otra palabra clave del Adviento; hay que estar preparados, pero no solo construyendo algo, no solo necesitamos una preparación material, sino que es muy importante cambiar desde nuestro interior, eso es conversión. Hoy es el tercer domingo y se nos habla de la alegría y la esperanza. Entonces, no sólo hay que estar preparado, tenemos que convertirnos, y también debemos esperar con Esperanza.
Escuchemos lo que nos dice el Evangelio de Mateo, capítulo 11, versículos del 2-11. (more…)