LA IGLESIA CUBANA Y EL CAMINO SINODAL (IV)

LA IGLESIA CUBANA Y EL CAMINO SINODAL (IV)

Dr. Roberto Méndez Martínez

Es menos recordado, al menos dentro de Cuba, que hacia 1991, Mons. Boza Masvidal, por entonces Vicario General de Los Teques en Venezuela, tuviera la iniciativa de organizar las “Comunidades de Reflexión Eclesial Cubana en la Diáspora” (Creced). La dispersión geográfica hizo más complejo su desenvolvimiento pero arrojó resultados de interés para conocer mejor las realizaciones y dificultades de esa parte de la Iglesia cubana, a la vez que alivió las angustias del desarraigo con un espacio para la oración y la reflexión. (more…)

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LA IGLESIA CUBANA Y EL CAMINO SINODAL (III)

LA IGLESIA CUBANA Y EL CAMINO SINODAL (III)

Dr. Roberto Méndez Martínez

En la década del 60 se produjo silenciosamente un cambio de modelo eclesial. Con la disolución de las asociaciones, toda la vida católica fue a centrarse en la asamblea parroquial. En el interior de los templos no solo se dispensaban los sacramentos,sino que se impartía la catequesis, así como varias modalidades de formación de laicos. La carencia de clero potenció la labor de cristianos comprometidos en diversas diaconías – celebraciones de la palabra,visitadores de enfermos, ministros de la Eucaristía, atención a ancianos, entre otras-. Surgieron los consejos parroquiales, donde, aunque presidía el sacerdote, predominaba el principio de la corresponsabilidad para el sostenimiento de la vida en común. (more…)

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LA IGLESIA CUBANA Y EL CAMINO SINODAL (II)

LA IGLESIA CUBANA Y EL CAMINO SINODAL (II)

Dr. Roberto Méndez Martínez

Es sintomático que en Cuba se conocieran muy tardíamente las reflexiones y decretos del Concilio Vaticano I. A este asistió el obispo de La Habana, Fray Jacinto María Martínez. Tras la abrupta clausura de aquel sínodo, el prelado retornó a La Habana en abril de 1871, pero la fuerza paramilitar llamada “voluntarios españoles” le impidió desembarcar por considerarlo un adversario político, en tanto este se había negado, antes de su partida, a que se emplearan fondos destinados a la construcción de un nuevo cementerio para sostener a esta milicia armada. Martínez retornó a España y falleció en 1873. La sede habanera quedó vacante, hasta que vino a ocuparla por unos pocos meses – del 21 de noviembre de 1875 hasta el 15 de junio de 1876- Apolinar Serrano, fallecido tempranamente. Desde entonces un vicario gobernó la diócesis hasta la toma de posesión de Ramón Fernández de Piérola en enero de 1880. De modo que de los debates y decretos del Concilio solo se supo por lo publicado en la revista La Verdad Católica, frecuentada solo por un grupo reducido de laicos enterados. (more…)

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