Por: Lilianna Vicario Torres
Arquidiócesis de Santiago de Cuba, 27 de marzo de 2018 / Las comunidades de la parroquia de San José Obrero 1, una vez más se reúnen en este tiempo de Cuaresma, para rezar el Vía Crucis, desde Las Guásimas hasta El Carpintero.
Los fieles de las comunidades de la parroquia se reunieron el viernes 16 de marzo, en Las Guásimas, (entronque de la carretera de Siboney hacia La Gran Piedra). Del pasado año quedó el sabor de haber meditado el Vía Crucis a lo largo de 2 empinados kilómetros. Este año, con el caminar por este mismo tramo, pudieron volver a recorrer desde los corazones el último tramo recorrido por Jesús durante su vida en la tierra.
El signo de la Cruz nos distingue como discípulos de Cristo, porque igual como Cristo cargó con la cruz por nuestra salvación, así mismo nosotros debemos meditar sobre nuestra cruz y reconocer que es necesario cargarla para entrar en el camino de la resurrección. Una cruz con diferentes colores, como los matices de la vida, fue el signo que se entregó a cada hermano al llegar a Las Guásimas, para escribir en ella las penas, sufrimientos, las cargas y problemas de la vida; luego la sostuvieron durante el ascenso en el camino.
Acompañando en la peregrinación la cruz fue cargada por varios fieles, simbolizando la Cruz de Cristo. Siguiendo la luz de la Cruz de Cristo, cada uno con su cruz. En silencio, todo el camino, excepto en las en las estaciones, para meditar y reflexionar, animados por el P. Yosbel, Mirurgia (Oblata) y las Hermanas Calcuta.
La última estación fue en la entrada de la comunidad San Francisco de Sales (barrio El Carpintero 2). Allí quedó colocada la Cruz. Cada hermano pegó su cruz, poniendo todos sus pesares sobre el signo más grande de amor: la Cruz de Cristo.
Concluyó con una catequesis sobre la Pasión de Cristo. Contribuyendo con ella a mejorar la manera en que cada cristiano se prepara para celebrar la fiesta más grande de los cristianos: La Resurrección.
Animados los presentes expresaron lo que significó para ellos el tramo recorrido. A algunos el camino les sirvió para reflexionar individualmente y examinarse a sí mismo. Para meditar sobre qué ha sido y han hecho en la vida hasta el momento. A otros no solo para pensar en su propia cruz, sino también para solidarizarse con la cruz ajena y ayudar a sostenerla. Para la mayoría fue el Vía Crucis camino, meditación y nueva vida.
Adjuntos
Por: Erick F. Guevara
Arquidiócesis de Santiago de Cuba, 27 de marzo de 2018 / Este sábado 24 de marzo, el grupo de adolescentes de la comunidad de la capilla Santa Ana del Arzobispado, se reunió en el parque San Juan de esta ciudad de Santiago de Cuba, para celebrar su retiro final de Cuaresma, donde compartieron y reflexionaron acerca de la realidad de la Pasión y la Muerte de nuestro Señor Jesucristo con relación a su vida como cristianos.
La reflexión estuvo iluminada con tres citas bíblicas: La parábola del hijo pródigo Lc 15, 11-31 que les habló de la reconciliación; Jesús procesado ante las autoridades judías Lc 22, 54-70 que les habló del miedo y la negación de Jesús; y Jesús resucitado, se manifiesta a sus discípulos Mt 28, 1-11 que les habló de la alegría de la resurrección.
Fueron guiados por un invitado de honor que ya se ha hecho habitual de sus encuentros, el padre Ángel, que les dio una magnífica explicación del tiempo litúrgico que se vive en la iglesia durante estos 40 días (la Cuaresma), con un mensaje para vivir este tiempo: el perdón, la reconciliación consigo mismo y con los demás, acercamiento a la eucaristía de manera especial, lo mismo que al sacramento de la reconciliación y que es un tiempo de feliz conversión.
Tuvieron también la ayuda de la catequista Alina y del animador del grupo Erick; entre los tres guiaron las reflexiones de los grupos en que se dividieron para meditar la palabra de Dios.
Fue una mañana muy buena, con buenos intercambios y reflexiones que les pueden ayudar a vivir esta Semana Santa. Muchas gracias a todos los que de una manera u otra hicieron posible la realización de este hermoso encuentro. Que nuestro señor Jesús que nació de María Virgen, resucite en nuestros corazones para amar y servir.
Adjuntos
Por: Lilianna Vicario Torres
Arquidiócesis de Santiago de Cuba, 27 de marzo de 2018 / Las comunidades de la parroquia de San José Obrero 1, una vez más se reúnen en este tiempo de Cuaresma, para rezar el Vía Crucis, desde Las Guásimas hasta El Carpintero.
Los fieles de las comunidades de la parroquia se reunieron el viernes 16 de marzo, en Las Guásimas, (entronque de la carretera de Siboney hacia La Gran Piedra). Del pasado año quedó el sabor de haber meditado el Vía Crucis a lo largo de 2 empinados kilómetros. Este año, con el caminar por este mismo tramo, pudieron volver a recorrer desde los corazones el último tramo recorrido por Jesús durante su vida en la tierra.
El signo de la Cruz nos distingue como discípulos de Cristo, porque igual como Cristo cargó con la cruz por nuestra salvación, así mismo nosotros debemos meditar sobre nuestra cruz y reconocer que es necesario cargarla para entrar en el camino de la resurrección. Una cruz con diferentes colores, como los matices de la vida, fue el signo que se entregó a cada hermano al llegar a Las Guásimas, para escribir en ella las penas, sufrimientos, las cargas y problemas de la vida; luego la sostuvieron durante el ascenso en el camino.
Acompañando en la peregrinación la cruz fue cargada por varios fieles, simbolizando la Cruz de Cristo. Siguiendo la luz de la Cruz de Cristo, cada uno con su cruz. En silencio, todo el camino, excepto en las en las estaciones, para meditar y reflexionar, animados por el P. Yosbel, Mirurgia (Oblata) y las Hermanas Calcuta.
La última estación fue en la entrada de la comunidad San Francisco de Sales (barrio El Carpintero 2). Allí quedó colocada la Cruz. Cada hermano pegó su cruz, poniendo todos sus pesares sobre el signo más grande de amor: la Cruz de Cristo.
Concluyó con una catequesis sobre la Pasión de Cristo. Contribuyendo con ella a mejorar la manera en que cada cristiano se prepara para celebrar la fiesta más grande de los cristianos: La Resurrección.
Animados los presentes expresaron lo que significó para ellos el tramo recorrido. A algunos el camino les sirvió para reflexionar individualmente y examinarse a sí mismo. Para meditar sobre qué ha sido y han hecho en la vida hasta el momento. A otros no solo para pensar en su propia cruz, sino también para solidarizarse con la cruz ajena y ayudar a sostenerla. Para la mayoría fue el Vía Crucis camino, meditación y nueva vida.
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Por: P. Jorge Catasús Fernández
Arquidiócesis de Santiago de Cuba, 21 de marzo de 2018
En el fondo de mi alma
vivirás para siempre,
en el fondo de mi alma
un santuario tendrás.
Así le cantó en su Basílica Santuario de El Cobre a nuestra Patrona, en la tarde del pasado 19 de marzo, el trío Ensueño, procedente de Mérida, Yucatán (Méjico), quienes han participado en la 56 edición del Festival de la Trova Pepe Sánchez recién finalizada.
Cuatro temas de la trova yucateca conformaron su hermoso ramillete musical: Reina de mi alma, Sólo tú, Rayito de sol y Reina de reinas.
Esta prestigiosa agrupación mejicana, integrada por Armando Saldívar (voz prima y bajo), Irving Cetz (segunda voz y requinto) y Diego Jesús Cocom (tercera voz y guitarra), surge en 1989 dentro de la Rondalla del Instituto Tecnológico de Mérida. Han grabado más de un centenar de canciones y entre sus discos están: El Toloche Yucateco y Antología de la Canción Yucateca.
El trío Ensueño mantiene su proyecto a favor de la conservación de la música yucateca, y en su repertorio se incluyen canciones que forman parte de este género musical representativo de la época de oro de los tríos de Méjico.
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Por: P. Rogelio Dean Puerta, Párroco
Arquidiócesis de Santiago de Cuba, 18 de marzo de 2018 / Una decena de estudiantes de la prestigiosa universidad católica de “Notre Dame” de Chicago, ofrecen por segundo año consecutivo su trabajo y empeño en la parroquia de Baire.
Decididos a cambiar por casi una semana, los libros por la “Pala y el Pico” entre otros instrumentos de construcción, ofrecen su tiempo vacacional para hacerse útiles en labores necesarias en los predios baireros; a la vez que llegan dispuestos a aprender de la realidad eclesial y social cubana.
Les acompañaron su sacerdote capellán y un formador a modo de coordinador.
Los visitantes tuvieron tiempo para estrechar lazos de amistad con nuestros jóvenes y comunidad en general, con los que compartieron jornadas de trabajo, de deporte y de recreación en contacto con la hermosa naturaleza local.
Damos gracias a Dios por esta gran oportunidad de comunión que nos enriquece como Iglesia y nos amina en nuestro caminar.
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Por: Marta Carmenaty
Responsable parroquial de Pastoral vocacional
Arquidiócesis de Santiago de Cuba, 18 de marzo de 2018 / El sábado 17 de marzo en la jornada de la tarde, la parroquia de Baire acogió a más de una veintena de monaguillos y asesores de la zona de los municipios de nuestra arquidiócesis.
Guiados por el P. Víctor Hernández, SOD, responsable diocesano de esta pastoral y vice-rector del seminario “San Basilio”, un buen equipo de trabajo sigue formando a los servidores del altar de forma itinerante por las parroquias.
Acompañado siempre por un seminarista, en esta ocasión por el joven Sergio Maceo, se reflexionó sobre la Cuaresma y la Semana Santa, entre otros contenidos.
Estos encuentros siempre constituyen una buena ocasión para la interacción eclesial entre los que tienen, ya desde pequeños, un importante rol en las comunidades.
Simultáneamente en la ciudad de Santiago de Cuba se desarrolló un encuentro similar para esta zona. Esta pastoral constituye una importante fuente vocacional al ministerio sacerdotal hacia la que todos debemos ser sensibles.
Adjuntos
Por: Ivonne García Castaño y Osneydi Guilart
Responsables parroquiales de Pastoral de adolescentes Baire.
Arquidiócesis de Santiago de Cuba, 18 de marzo de 2018/ Hasta la parroquia de Baire se desplazó la Hna. Clemencia Butesti, religiosa misionera de María Evangelizadora, residente en la parroquia de Palma Soriano, para animar por segundo año consecutivo el retiro de Cuaresma de los adolescentes perseverantes de esta comunidad.
La religiosa, natural de Uganda y psicóloga de profesión, supo guiar la reflexión y la oración de más de una docena de estudiantes de secundaria básica que han sabido perseverar en el camino de fe en una edad tan difícil de transitar.
Se pudo combinar tiempo de adoración Eucarística, con reflexión bíblica, dinámicas motivacionales en un buen enfoque cuaresmal con ya luces próximas para vivir mejor la Semana Santa.
La alegría propia de la adolescencia fusionó con el carisma espontáneo y cariñoso de esta hermana a la que Baire sinceramente le agradece.
Adjuntos
Por: Ivonne García Castaño y Osneydi Guilart
Responsables parroquiales de Pastoral de adolescentes Baire.
Arquidiócesis de Santiago de Cuba, 18 de marzo de 2018/ Hasta la parroquia de Baire se desplazó la Hna. Clemencia Butesti, religiosa misionera de María Evangelizadora, residente en la parroquia de Palma Soriano, para animar por segundo año consecutivo el retiro de Cuaresma de los adolescentes perseverantes de esta comunidad.
La religiosa, natural de Uganda y psicóloga de profesión, supo guiar la reflexión y la oración de más de una docena de estudiantes de secundaria básica que han sabido perseverar en el camino de fe en una edad tan difícil de transitar.
Se pudo combinar tiempo de adoración Eucarística, con reflexión bíblica, dinámicas motivacionales en un buen enfoque cuaresmal con ya luces próximas para vivir mejor la Semana Santa.
La alegría propia de la adolescencia fusionó con el carisma espontáneo y cariñoso de esta hermana a la que Baire sinceramente le agradece.
Adjuntos
REYLOPEZ—————————-
Por: Vicente I. Álvarez Morell
Foto: Reynaldo López Peña
Diócesis de Holguín, 7 de marzo de 2018 / El legendario templo que alberga la imagen de “El Cristo de las promesas” bajo el patronazgo de San Jerónimo de Las Tunas, acogió en la mañana de este 3 de marzo a varias de las comunidades de la Diócesis de Holguín para la Misa de Ordenación Diaconal del seminarista Antonio Marrero Díaz, quien brinda sus servicios en las comunidades de Manatí.
La Iglesia Católica define el diaconado como el grado inferior del sacramento del Orden Sagrado por la imposición de las manos del obispo, y por lo tanto se le considera la imagen sacramental de Cristo servidor, en virtud de la Sagrada Escritura que especifica: «Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos» (Marcos 10, 45).
La celebración estuvo presidida por Mons. Emilio Aranguren Echeverría, obispo diocesano, junto a un nutrido grupo del presbiterio diocesano y los PP. Mariano Herrera y Víctor, Rector del Seminario San Carlos y San Ambrosio y Vice-rector del Seminario San Basilio Magno de Santiago de Cuba, respectivamente. Asistieron además a la eucaristía sacerdotes venidos de otras diócesis, diáconos y seminaristas compañeros de Antonio así como representaciones de las congregaciones religiosas diocesanas.
“Si esto es para el diaconado, ¿qué será para el presbiterado?”, con esta frase inició Mons. Emilio la homilía aludiendo jocosamente a la visible expresión de cariño y cercanía por parte de sus formadores, compañeros, amigos y comunidades, lo que a decir del Obispo entraña un compromiso al propio tiempo que enfatizó “recuérdalo siempre y agradécelo”.
Más adelante apuntó: “cuida en ti tres actitudes esenciales para que correspondas a lo que Dios, la Iglesia y el pueblo que te he encomendado espera de ti” al referirse a ser un hombre que viva en la verdad, lejos de la simulación, las medias verdades y las mentiras piadosas. Además refiriéndose al ordenado destacó “sé un hombre ordenado, que sepas darle peso a lo esencial en la vida” a lo que seguidamente concluyó “sé un hombre cubano […] es decir, que pienses por cabeza propia”
Mons. Emilio recordó además la letra del canto «El Peregrino, de Ricardo Cantalapiedra», interpretada durante la vestidura, para que la hiciera oración diaria “acércate a las gentes, sonríe a los niños, escucha a los jóvenes antes de hablarles, expresa tu amistad a todos por medio del saludo, del apretón de manos o del abrazo. Que todos se den cuenta que no empuñas ningún arma porque tu misión es darte y no defenderte”
Dentro de las funciones fundamentales del diácono están las de proclamar el Evangelio, predicar y asistir en el Altar; administrar el sacramento del bautismo, presidir la celebración del sacramento del matrimonio; conferir los sacramentales (tales como la bendición, el agua bendita, etc.) y llevar el Viático (sacramento de la eucaristía así llamado cuando se administra particularmente a los enfermos que están en peligro de muerte) pero no puede administrar el sacramento de la unción de los enfermos, ni el sacramento de la reconciliación.
Durante este tiempo previo a la Ordenación Sacerdotal, Antonio podrá llevar sotana o camisa clerical además de las vestiduras litúrgicas propias del diácono son la estola puesta al modo diaconal, es decir, cruzada en el cuerpo desde el hombro izquierdo y unida en el lado derecho, a la altura de la cintura y sobre esta la dalmática, que es una vestidura cerrada con amplias mangas, utilizada sobre todo en las grandes celebraciones y solemnidades.
Al finalizar el recién ordenado, nacido en el poblado La Torcaza del municipio tunero de Jesús Menéndez, agradeció a Dios, a su familia y a todos por los gestos de cariño y cercanía al venir a acompañarle en este día tan especial de su camino vocacional.
Para esta ocasión el templo parroquial -ligeramente renovado- exhibió un nuevo recinto para la oración donde ha sido colocada la imagen de la Virgen de la Caridad.
Adjuntos
Por: María del Pilar Almeida Bárcenas
Arquidiócesis de Santiago de Cuba, 7 de marzo de 2018 / El pasado 19 de febrero la comunidad de la parroquia San Joaquín recibió conmocionada la triste noticia del fallecimiento de Nidia Martín Henríquez.
Villa, como era conocida en San Luis, fue la presidenta de las AIC en nuestra parroquia donde desempeñó una labor encomiable. Mucho la recordaremos por su entrega y disposición a atender a todos los que de una manera u otra estuvimos a su lado. Bajo su certera guía fue creado el comedor Santa Luisa de Marillat que todavía brinda servicio a los ancianos y enfermos de la comunidad que viven solos o no tienen quien los atienda. El lavatín, el costurero o el proyecto “Vuelta a la Fuente” saben de su entrega y amor a los más necesitados de la comunidad, a los que se dedicó por entero.
Aunque Villa hacía ya un tiempo que no vivía en Cuba, nunca dejó de sentirse parte de esta comunidad que hoy la llora, y siempre que visitaba su pueblo natal participaba junto a sus hermanos en las celebraciones comunitarias.
Para sus hijos, su esposo, sus hermanos y demás familiares lleguen nuestras más sentidas condolencias por la pérdida física de Villa pues, aunque la muerte nos sorprende y deja un enorme vacío, la fe que compartimos nos permite comprender que ella nos antecedió en marchar junto al Padre, donde un día nos volveremos a encontrar y disfrutar todos juntos de la vida eterna.
¡Hasta que nos volvamos a ver, querida hermana!
