Homilía de Mons. Dionisio Guillermo García Ibáñez, Solemnidad de la Natividad del Señor 25 de diciembre de 2022

Homilía de Mons. Dionisio Guillermo García Ibáñez, Solemnidad de la Natividad del Señor 25 de diciembre de 2022

Transcripción homilía de Mons. Dionisio Guillermo García Ibáñez
Arzobispo de Santiago de Cuba
Basílica Santuario de Nuestra Señora de la Caridad del Cobre
Solemnidad de la Natividad del Señor
25 de diciembre de 2022

“Hoy nos ha nacido un Salvador, el Mesías, el Señor” Salmo 95

Hermanos,

Hoy es un día alegre, es un día de familia, es un día de acción de gracias. Es también un día de compromisos, porque nosotros vimos a María y a José, vimos a los pastores y pronto veremos a los reyes, como se comprometieron con la llamada del Señor. En este día se concentra todo un mensaje que Dios había ido revelando al pueblo de Israel. Revelando al mundo entero, pero de manera especial para el pueblo escogido, que Él había escogido para que recibiera esta revelación de Dios, que iba a mandar a un Mesías, que mandaría un Salvador. Y por eso nosotros durante todo el tiempo de Adviento hemos estado escuchando a Isaías, recordando esa promesa del Señor.

Podemos comenzar con una idea, el amor de Dios. Por eso es que tenemos que estar alegres. Hemos venido al mundo no por un azar de la naturaleza, por un intercambio de ADNs , de genes, de una evolución ciega. Hemos venido al mundo por un designio de Dios que es muy diferente. es muy diferente pensar que solo hemos venido al mundo por la naturaleza, esa naturaleza que no tiene conciencia, que simple y llanamente se rige por leyes que no se pueden violar, a decir, que nosotros hemos venido al mundo por la buena voluntad, por el amor de una persona, en este caso Dios mismo, Padre, Hijo y Espíritu Santo.

Entonces, la idea fundamental de este día es el amor Por eso es que todos los pueblos, aun los no cristianos, en este día de Navidad tratan de encontrarse, las familias se reúnen, se felicitan las personas, manifestando ¿qué cosa? el cariño y el amor que se tienen unos con otros. Ese sentido de la Navidad los pueblos de la tierra, los cristianos en primer lugar, lo han descubierto. En este pequeño versículo, Pablo resume toda esta idea “ha aparecido la bondad de Dios y su amor al hombre, no por las obras de justicia que nosotros hayamos hecho”, porque creemos muchas veces que nosotros somos los artífices de todo, que nos merecemos todo, y que somos capaces de crear la felicidad aquí en la tierra, no. “Sino su propia misericordia nos ha salvado con el baño de un segundo nacimiento en la renovación por el Espíritu” (more…)

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Eucaristía Natividad del Señor

Eucaristía Natividad del Señor

Eucaristía Natividad del Señor
Desde la Basílica Santuario Nacional de Nuestra Señora de la Caridad del Cobre, 25 de diciembre de 2022

 

“Hoy nos ha nacido un Salvador, el Mesías, el Señor” Salmo 95

 

Transmisión de la Eucaristía por el canal de YouTube de la Parroquia del Cobre, desde la Basílica Santuario Nacional de Nuestra Señora de la Caridad del Cobre, presidida por Mons. Dionisio G. García Ibáñez, arzobispo de Santiago de Cuba, P. Fidel Eugenio Castellanos Pesantes, rector del Santuario de Nuestra Señora de la Caridad y P. Rogelio Deán Puertas, párroco del Cobre.

 

Agradecemos a todos los que hacen posible esta transmisión, a los que ponen su trabajo y talento al servicio de la comunidad.

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Catequesis sobre el discernimiento 13.

Catequesis sobre el discernimiento 13.

PAPA FRANCISCO, AUDIENCIA GENERAL
Aula Pablo VI, Miércoles, 21 de diciembre de 2022

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días y bienvenidos!

Continuamos ―están terminando― las catequesis sobre el discernimiento, y quien ha seguido hasta ahora estas catequesis podría quizá pensar: pero ¡qué complicado es discernir! En realidad, es la vida la que es complicada y, si no aprendemos a leerla, complicada como es, corremos el riesgo de malgastarla, llevándola adelante con trucos que terminan por desalentarnos.

En nuestro primer encuentro habíamos visto que siempre, cada día, lo queramos o no, realizamos actos de discernimiento, en lo que comemos, leemos, en el trabajo, en las relaciones, en todo. La vida nos pone siempre frente a elecciones, y si no las realizamos de forma consciente, al final es la vida la que elige por nosotros, llevándonos donde no quisiéramos.

Pero el discernimiento no lo hacemos solos. Hoy entramos más concretamente en algunas ayudas que pueden facilitar este ejercicio del discernimiento, indispensable de la vida espiritual, aunque de alguna manera ya las hemos visto en el transcurso de estas catequesis. Pero un resumen nos ayudará mucho.

Una primera ayuda indispensable es la confrontación con la Palabra de Dios y la doctrina de la Iglesia. Estas nos ayudan a leer lo que se mueve en el corazón, aprendiendo a reconocer la voz de Dios y a distinguirla entre otras voces, que parecen imponerse a nuestra atención, pero que al final nos dejan confundidos. La Biblia nos advierte que la voz de Dios resuena en la calma, en la atención, en el silencio. Pensemos en la experiencia del profeta Elías: el Señor le habla no en el viento que rompe las piedras, no en el fuego o en el terremoto, sino que le habla en una brisa suave (cfr. 1 Re 19,11-12). Es una imagen muy hermosa que nos hace entender cómo habla Dios. La voz de Dios no se impone, la voz de Dios es discreta, respetuosa, yo me permitiría decir que la voz de Dios es humilde, y precisamente por esto es pacificadora. Y solo en la paz podemos entrar en lo profundo de nosotros mismos y reconocer los auténticos deseos que el Señor ha puesto en nuestro corazón. Y muchas veces no es fácil entrar en esa paz del corazón, porque estamos ocupados en muchas cosas todo el día… Pero por favor, cálmate un poco, entra en ti mismo, en ti misma. Dos minutos, párate. Mira qué siente tu corazón. Hagamos esto, hermanos y hermanas, nos ayudará mucho, porque en ese momento de calma sentimos enseguida la voz de Dios que nos dice: “Mira, es bueno lo que estás haciendo…”. Dejemos que en la calma venga enseguida la voz de Dios. Nos espera por esto.

Para el creyente, la Palabra de Dios no es simplemente un texto que hay que leer, la Palabra de Dios es una presencia viva, es una obra del Espíritu Santo que conforta, instruye, da luz, fuerza, descanso y gusto por vivir. Leer la Biblia, leer un fragmento, uno o dos fragmentos de la Biblia, son como pequeños telegramas de Dios que te llegan enseguida al corazón. La Palabra de Dios es un poco ―y no exagero―, es un poco como un auténtico anticipo de paraíso. Y lo había comprendido bien un gran santo y pastor, Ambrosio, obispo de Milán, que escribía: «Cuando leo la divina Escritura, Dios vuelve a pasear en el paraíso terrestre» (Epist., 49,3). Con la Biblia nosotros abrimos la puerta a Dios que pasea. Interesante…

Esta relación afectiva con la Biblia, con la Escritura, con el Evangelio, lleva a vivir una relación afectiva con el Señor Jesús: ¡no tener miedo de esto! El corazón habla al corazón, y esta es otra ayuda indispensable y no descontada. Muchas veces podemos tener una idea distorsionada de Dios, considerándolo como un juez hosco, un juez severo, preparado para vernos fallar. Jesús, al contrario, nos revela un Dios lleno de compasión y de ternura, dispuesto a sacrificarse a sí mismo para salir a nuestro encuentro, precisamente como el padre de la parábola del hijo pródigo (cfr. Lc 15,11-32). Una vez, alguien le preguntó ―no sé si a su madre o a su abuela, me lo contaron― “¿qué debo hacer, en este momento?”  ― “Escucha a Dios, Él te dirá qué debes hacer. Abre el corazón a Dios”: un buen consejo. Recuerdo una vez, durante una peregrinación de jóvenes que se hace una vez al año en el Santuario de Luján, a 70 kilómetros de Buenos Aires: se hace toda la jornada para llegar allí; yo tenía la costumbre de confesar durante la noche. Se acercó un joven, unos 22 años, todo lleno de tatuajes. “Dios mío ―pensé yo― ¿qué será este?”. Y me dijo: “Sabe usted, he venido porque tengo un problema grave y se lo he contado a mi madre y mi madre me ha dicho: ‘Ve donde la Virgen, haz la peregrinación, y la Virgen te dirá’. Y he venido. He tenido contacto con la Biblia, aquí, he escuchado la Palabra de Dios y me ha tocado el corazón y debo hacer esto, esto, esto, esto, esto”.  La Palabra de Dios te toca el corazón y te cambia la vida. Lo he visto muchas veces, esto, muchas veces. Porque Dios no quiere destruirnos, Dios quiere que seamos más fuertes, más buenos cada día. Quien permanece ante el Crucifijo advierte una paz nueva, aprende a no tener miedo de Dios, porque Jesús en la cruz no da miedo a nadie, es la imagen de la impotencia total y a la vez del amor más pleno, capaz de afrontar cualquier prueba por nosotros. Los santos siempre han tenido una predilección por Jesús Crucificado. La historia de la Pasión de Jesús es el camino maestro para confrontarnos con el mal sin dejarse abrumar por él; en ella no hay juicio ni tampoco resignación, porque está atravesada por una luz mayor, la luz de la Pascua, que permite ver un designio mayor en esas terribles acciones, que ningún impedimento, obstáculo o fracaso puede frustrar. La Palabra de Dios siempre te hace mirar al otro lado: es decir, está la cruz, aquí, es terrible, pero hay otra cosa, una esperanza, una resurrección. La Palabra de Dios te abre todas las puertas, porque Él, el Señor, es la puerta. Tomemos el Evangelio, tomemos la Biblia en la mano: cinco minutos al día, no más. Llevad un Evangelio de bolsillo con vosotros, en el bolso, y cuando estéis de viaje tomadlo y leed un poco, durante el día, un fragmento, dejar que la Palabra de Dios se acerque al corazón. Haced esto y veréis cómo cambiará vuestra vida con la cercanía a la Palabra de Dios. “Sí, Padre, pero yo estoy acostumbrado a leer la Vida de los Santos”: esto hace bien, hace bien, pero no dejar la Palabra de Dios. Toma el Evangelio contigo, y léelo también solo un minuto al día.

Es muy hermoso pensar en la vida con el Señor como una relación de amistad que crece día tras día. ¿Habéis pensado en esto? ¡Es el camino! Pensemos en Dios que nos ama, ¡nos quiere amigos! La amistad con Dios tiene la capacidad de cambiar el corazón; es uno de los grandes dones del Espíritu Santo, la piedad, que nos hace capaces de reconocer la paternidad de Dios. Tenemos un Padre tierno, un Padre afectuoso, un Padre que nos ama, que nos ha amado desde siempre: cuando se experimenta, el corazón se derrite y caen dudas, miedos, sensaciones de indignidad. Nada puede oponerse a este amor del encuentro con el Señor.

Y esto nos recuerda otra gran ayuda, el don del Espíritu Santo, que está presente en nosotros, y que nos instruye, hace viva la Palabra de Dios que leemos, sugiere significados nuevos, abre puertas que parecían cerradas, indica sendas de vida allí donde parecía que hubiera solo oscuridad y confusión. Yo os pregunto: ¿vosotros rezáis al Espíritu Santo? ¿Pero quién es este gran Desconocido? Nosotros rezamos al Padre, sí, el Padre Nuestro, rezamos a Jesús, ¡pero olvidamos al Espíritu! Una vez, haciendo la catequesis a los niños, hice una pregunta: “¿Quién de vosotros sabe quién es el Espíritu Santo?”. Y un niño: “¡Yo lo sé!” ― “¿Y quién es?” – “El paralítico” ¡me dijo! Él había oído “el Paráclito”, y pensaba que era un paralítico. Y muchas veces ―esto me ha hecho pensar― para nosotros el Espíritu Santo está ahí, como si fuera una Persona que no cuenta. ¡El Espíritu Santo es el que te da vida al alma! Dejadle entrar. Hablad con el Espíritu, así como habláis con el Padre, como habláis con el Hijo: hablad con el Espíritu Santo ―¡que no tienen nada de paralítico!―. En Él está la fuerza de la Iglesia, es el que te lleva adelante. El Espíritu Santo es discernimiento en acción, presencia de Dios en nosotros, es el don, el regalo más grande que el Padre asegura a aquellos que lo piden (cfr. Lc 11,13). ¿Y Jesús cómo lo llama? “El don”: “Permaneced aquí en Jerusalén esperando el don de Dios”, que es el Espíritu Santo. Es interesante llevar la vida en amistad con el Espíritu Santo: Él te cambia, Él te hace crecer.

La Liturgia de las Horas hace iniciar los principales momentos de oración de la jornada con esta invocación: «Dios mío, ven en mi auxilio. Señordate prisa en socorrerme». “¡Señor, ayúdame!”, porque solo no puedo ir adelante, no puedo amar, no puedo vivir… Esta invocación de salvación es la petición irreprimible que brota de lo profundo de nuestro ser. El discernimiento tiene el objetivo de reconocer la salvación que el Señor ha obrado en mi vida, me recuerda que nunca estoy solo y que, si estoy luchando, es porque lo que está en juego es importante. El Espíritu siempre está con nosotros. “Oh, Padre, he hecho algo malo, tengo que ir a confesarme, no puedo hacer nada…”. Pero, ¿has hecho una cosa mala? Habla con el Espíritu que está contigo y dile: “Ayúdame, he hecho esto que está muy mal”. Pero no cancelar el diálogo con el Espíritu Santo. “Padre, estoy en pecado mortal”: no importa, habla con Él así te ayuda a recibir el perdón. No dejar nunca este diálogo con el Espíritu Santo. Y con estas ayudas, que el Señor nos da, no debemos temer. ¡Adelante, ánimo y con alegría!

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Cuasiparroquia de la Santa Cruz

Cuasiparroquia de la Santa Cruz

En la mañana de este domingo 18 de diciembre de 2022, quedó creada una nueva Cuasiparroquia en la Arquidiócesis de Santiago de Cuba.

La Cuasiparroquia de la Santa Cruz, al norte de la ciudad de Santiago de Cuba, comprende los templos y comunidades de tres poblados: Nuestra Señora de la Caridad, en Cuabitas; Cristo Rey; en el Cristo, y San Vicente, en el poblado del mismo nombre. Su fiesta se celebrará el 3 de mayo, Fiesta de la Santa Cruz, y fue nombrado como su primer párroco el P. Gustavo Alejandro Cunill Álvarez.

Mons. Dionisio G. García Ibáñez, arzobispo de Santiago de Cuba, celebró en este la eucaristía en cada una de estas comunidades, para compartir esta buena nueva para la vida comunitaria y pastoral de esta zona.

La alegría y gracia de este día, sea impulso para la misión evangelizadora de todos laicos, religiosas y sacerdotes. ¡Felicidades!

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Irradia, emisión del 18 de diciembre de 2022

Irradia, emisión del 18 de diciembre de 2022

Irradia, emisión del 18 de diciembre de 2022
Transmitido por RCJ y CMKC, Emisora Provincial de Santiago de Cuba
Programa Radial de la Arquidiócesis de Santiago de Cuba
Cuarto Domingo de Adviento

 

Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de los pecados” Mateo 1, 21

(Música, La Anunciación, Javier Brú)

Para llegar a ti como una bendición, para abrir tus alas al amor de Dios.
Irradia. Un proyecto de la Oficina de Comunicación de la Arquidiócesis de Santiago de Cuba.
Saludos a todos los que nos acompañan en este día en que venimos a compartir la fe con nuestra comunidad.
Bienvenidos a este encuentro fraternal con la iglesia toda, como cuerpo místico de Jesús.
Irradia está contigo, irradiando la fe.

 (Música, La Anunciación, Javier Brú)

En esta mañana nos acompaña el P. Rafael Ángel López Silvero, párroco de la SBIM Catedral de Santiago de Cuba

 Cielos destilen el rocío, nubes lluevan la salvación. Que la tierra se abra y germine el Salvador. Te pedimos Señor que infundas tu Gracia en nuestros corazones, para que habiendo conocido por el anuncio del Ángel la encarnación de tu Hijo, lleguemos por medio de su Pasión y de su cruz a la Gloria de la resurrección.

 Buenos días buenas tardes, buenas noches, dondequiera que se encuentren, es una alegría y un gozo como siempre poder compartir este ratico en la mañana del domingo, compartir la Palabra de Dios, dejarnos iluminar y guiar por ella.

Estamos casi al fin del Adviento, está a las puertas prácticamente la celebración de la Navidad. Entonces, aprovechemos este tiempo para que el Señor siga trabajando en nuestros corazones, nos sigamos preparando de tal manera que podamos acogerlo. Acoger al Señor que ya vino, por eso celebramos la Navidad. Al Señor que viene cada día y que quiere hacer morada en nosotros. Prepararnos como las vírgenes prudentes, para el Señor que vendrá al fin de los tiempos, y podamos estar con las lámparas encendidas.

Ya viene la Navidad y en isa de hoy se nos recomienda que descubramos a Jesús, aquel que habría de responder a la expectativa de los siglos. San Mateo en su evangelio, que escucharemos hoy, nos relata el anuncio del Ángel a José, y nos hace notar que el nacimiento de Jesús, es el cumplimiento de la profecía de Isaías sobre el Emmanuel, que oiremos en la primera lectura tomada del Antiguo Testamento. Porque el Hijo de María es el Dios con nosotros.

San Pablo en la segunda lectura, subraya que Cristo resucitado es Dios hecho hombre, es el Hijo de Dios que nació como hombre de la estirpe de David.

El evangelio que nos propone para hoy la liturgia, está tomado del evangelio de san Mateo, en el capítulo 1, versículos del 18 al 24. (more…)

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Eucaristía Cuarto Domingo de Adviento, 18 de diciembre de 2022

Eucaristía Cuarto Domingo de Adviento, 18 de diciembre de 2022

Desde la Basílica Santuario Nacional de Nuestra Señora de la Caridad del Cobre, 18 de diciembre de 2022

 

 

“Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de los pecados” Mateo 1, 21

 

Transmisión de la Eucaristía por el canal de YouTube de la Parroquia del Cobre, desde la Basílica Santuario Nacional de Nuestra Señora de la Caridad del Cobre, presidida por Mons. Dionisio G. García Ibáñez, arzobispo de Santiago de Cuba.

 

Agradecemos a todos los que hacen posible esta transmisión, a los que ponen su trabajo y talento al servicio de la comunidad.

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Irradia, emisión del 11 de diciembre del 2022

Irradia, emisión del 11 de diciembre del 2022

Transmitido por RCJ y CMKC
Emisora Provincial de Santiago de Cuba
Programa Radial de la Arquidiócesis de Santiago de Cuba.
Tercer Domingo de Adviento

“Vayan y digan a Juan lo que han visto y oído: los ciegos reciben la vista y los cojos andan, los leprosos quedan limpios, los sordos oyen, los muertos son resucitados y a los pobres se les anuncia el evangelio” Mateo 11, 4-5

(Música,  Los ciegos ven, Javier Brú)

Para llegar a ti como una bendición, para abrir tus alas al amor de Dios. Irradia. Un proyecto de la Oficina de Comunicación de la Arquidiócesis de Santiago de Cuba. Saludos a todos los que nos acompañan en este día en que venimos a compartir la fe con nuestra comunidad. Bienvenidos a este encuentro fraternal con la iglesia toda, como cuerpo místico de Jesús. Irradia está contigo, irradiando la fe.

 (Música,  Los ciegos ven, Javier Brú)

 Nuestra invitada nos ayudará a reflexionar sobre el Evangelio de hoy.

 Buenos días a todos los que nos escuchan.  Gracias por permitirnos entrar en sus hogares, en esta mañana del domingo, para compartir la Palabra de Dios. 

Estamos en el Tercer Domingo del tiempo de Adviento, ese tiempo que nos ayuda a prepararnos para la fiesta que se avecina, el nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo.  En la liturgia católica este domingo es conocido también como el domingo de la alegría, ya veremos por qué.

Si recordamos algo de lo que hemos escuchado en los domingos anteriores, nos encontramos con que el primer domingo en el que se habló de preparar, ésa es una palabra clave de este tiempo.  Ese día se hizo referencia a algo concreto: la llegada del diluvio y la construcción del arca para cuando llegara lo que se estaba anunciado, y también se hace una observación: hay que estar en vela porque no se sabe el día ni la hora.

El segundo domingo, nos dejó un claro llamado a la conversión, otra palabra clave del Adviento; hay que estar preparados, pero no solo construyendo algo, no solo necesitamos una preparación material, sino que es muy importante cambiar desde nuestro interior, eso es conversión. Hoy es el tercer domingo y se nos habla de la alegría y la esperanza. Entonces, no sólo hay que estar preparado, tenemos que convertirnos, y también debemos esperar con Esperanza.

Escuchemos lo que nos dice el Evangelio de Mateo, capítulo 11, versículos del 2-11. (more…)

Adjuntos

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Homilía de P. Camilo de la Paz Salmón Beatón, Tercer Domingo de Adviento

Homilía de P. Camilo de la Paz Salmón Beatón, Tercer Domingo de Adviento

Párroco de San José Obrero en Santiago de Cuba, Basílica Santuario de Nuestra Señora de la Caridad, 11 de diciembre de 2022, Tercer Domingo de Adviento

 Vayan y anuncien a Juan lo que han visto y oído: los ciegos ven, y los inválidos andan; los leprosos quedan limpios, y los sordos oyen; los muertos resucitan, y a los pobres se les anuncia el Evangelio” Mateo 11, 4-5

 Hermanos,

La liturgia de la palabra nos propone en la celebración del tercer domingo de Adviento, que tiene como hilo conductor la alegría y el gozo de las almas y de la iglesia en la espera del Señor. Nos propone primeramente el concepto clásico de la espiritualidad, que es el desierto. El desierto es el escenario, primogénito por el cual las almas se fortalecen, aprenden, se educan, crecen, se enaltecen en la experiencia con Dios.

Un alma que no ha sido capaz de contemplar a Dios en las pruebas y vicisitudes del desierto, esa alma, no es capaz para gozar la alegría que consiste poseer la esperanza mesiánica. Es la esperanza que caracteriza a la tendencia profética, a la escuela profética en todo el Antiguo Testamento. Es por eso que en la narración que hemos escuchado del profeta Isaías, hemos encontrado el efecto del alma en el desierto espera al Mesías.

El desierto lo contemplamos en la prueba de Jesús. El desierto lo contemplamos también en todo el recorrido del pueblo de Israel; el desierto cuando nosotros realizamos una mirada retrospectiva de nuestro interior, y contemplamos nuestro interior como un estanque cristalino, en el cual por la prueba del desierto tiene el agua más cristalina o más sucia, más cristalina más dolor entregado a Dios, y si es más cristalina, más se contempla en el fondo a Dios. Por tanto, el desierto es una prueba factible para encontrarse con Dios. (more…)

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Eucaristía Tercer Domingo de Adviento

Eucaristía Tercer Domingo de Adviento

Desde la Basílica Santuario Nacional de Nuestra Señora de la Caridad del Cobre, 11 de diciembre de 2022

“Vayan y anuncien anunciar a Juan lo que han visto y oído: los ciegos ven, y los inválidos andan; los leprosos quedan limpios, y los sordos oyen; los muertos resucitan, y a los pobres se les anuncia el Evangelio” Mateo 11, 4-5

Transmisión de la Eucaristía por el canal de YouTube de la Parroquia del Cobre, desde la Basílica Santuario Nacional de Nuestra Señora de la Caridad del Cobre, presidida P. Camilo de la Paz Salmón Beatón, párroco de San José Obrero.

Agradecemos a todos los que hacen posible esta transmisión, a los que ponen su trabajo y talento al servicio de la comunidad.

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COMISIONES NACIONALES DE LA CONFERENCIA DE OBISPOS CATÓLICOS DE CUBA PRESIDENTES Y SECRETARIOS EJECUTIVOS

Desde la Oficina de Comunicación de la COCC compartimos como han quedado conformadas las distintas comisiones nacionales de la Conferencia con sus respectivos presidentes y secretarios ejecutivos.

COMISIONES NACIONALES DE LA CONFERENCIA DE OBISPOS CATÓLICOS DE CUBA

PRESIDENTES Y SECRETARIOS EJECUTIVOS

­- CATEQUESIS
Presidente: Mons. Arturo González Amador. Obispo de Santa Clara.
Secretaria Ejecutiva: Hna. Ana Cabo Paredes, aci
­- ADOLESCENTES Y JÓVENES
Presidente: Mons. Juan G. Díaz Ruiz. Obispo de Matanzas
Secretario Ejecutivo (Jóvenes): P. Junior Antonio Delgado Martínez
Secretario Ejecutivo (Adolescentes): P. Lázaro Cánovas Amador
­- EDUCACIÓN CATÓLICA
Presidente: Mons. Silvano Pedroso Montalvo. Obispo de Guantánamo-Baracoa
Secretario Ejecutivo: P. Yosvany Carvajal Sureda
­- FAMILIA
Presidente. Mons. Wilfredo Pino Estévez. Arzobispo de Camagüey
Secretarios Ejecutivos: Sra. Juana María Salgueiro Diez y Sr. Luis María Rigau Bacallao
­- MISIONES
Presidente: Cardenal Juan de la C. García Rodríguez. Arzobispo de La Habana.
Secretario Ejecutivo: P. Dayron Hernández Martín
­- LITURGIA
Presidente: Mons. Domingo Oropesa Lorente. Obispo de Cienfuegos
Secretario Ejecutivo: Sr. Randol Pineda Muñoz
­- SACERDOTES-VOCACIONES: Mons. Juan de Dios Hernández Ruiz sj. Obispo de Pinar del Río
Secretario Ejecutivo Sacerdotes – Vocaciones: P. Yosvel Rodríguez Ordaz
­- DIACONADO PERMANENTE
Presidente: Mons. Domingo Oropesa Lorente. Obispo de Cienfuegos.
Secretario Ejecutivo: Diác. Benito Hernández Hechavarría
­- PASTORAL DE LA SALUD
Presidente: Mons. Marcos Pirán. Obispo Auxiliar de Holguín
Sra. Idania Castillo González
­- PASTORAL PENITENCIARIA
Presidente: Mons. Eloy Martínez Rodríguez. Obispo Auxiliar de La Habana
Secretario Ejecutivo: P. Juan Jacinto Elizalde Piñera
­- COMUNICACIONES
Presidente: Mons. Juan G. Díaz Ruiz. Obispo de Matanzas.
Secretario Ejecutivo: Srta. Mercedes Ferrera Ángelo

Adjuntos

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