TRAS LAS HUELLAS DE CLARET EN CUBA

TRAS LAS HUELLAS DE CLARET EN CUBA

DIA  21 DE AGOSTO 2021

AÑO 1851

Día 25. Está dando Misión en Puerto Príncipe. Escribe a Don Manuel Batlle, gran colaborador en la Librería Religiosa que puso en marcha en España, y le pide le envíe muchos ejemplares del “Camino Recto”, de “Las Hijas del Corazón de María” y de “Avisos a un Militar cristiano”, pues por medio de los libros “se hace muchísimo bien” (I, 595).

AÑO 1952

Día 20. A su amigo y gran benefactor Don Fortunato Bres le informa que “desde el mes de mayo que salimos (de Santiago de Cuba) hemos hecho la Pastoral Visita y la Santa Misión en la jurisdicción de Manzanillo, Vicana, Guá, Yara, San Fructuoso de las Barrancas, y ahora nos hallamos en la ciudad de Bayamo, gente de mala fama; más por ahora nos va muy bien”. También le informa que “En esta de Bayamo … instalé las conferencias de rúbricas y teología moral dos días cada semana; yo las presido cada día, todos asisten y se aplican mucho”.
Este mismo día “a las 10 de la mañana, estando en la capilla del Sacramento o de Dolores sentí el terremoto (de Santiago de Cuba), que se fue repitiendo todos los días.

Día 23. Desde Bayamo escribe una carta al Párroco de Yara – Don Miguel Espinosa – en la que le comunica la excomunión de uno de sus feligreses – Don Agustín Villarrodona, tendero del Zarzal – por haber incurrido de nuevo en amancebamiento después de la Santa Misión con burlas para los misioneros. (Poco tiempo después Don Agustín Villarrodona fue a Santiago de Cuba para retractarse personal y públicamente delante del Sr. Arzobispo quien le acogió con corazón de padre)

AÑO 1853

Día 21. Desde Puerto Príncipe encarga a los Padres Paladio Curríus y Antonio Barjau que vayan observando a quiénes podrá ordenar cuando regrese a Santiago de Cuba. El ya piensa en Francisco Sansolí y Silverio           González, duda de Armiñán, y quizás haya algún otro.
Día 25. Escribe al Nuncio de la Santa Sede en España, Monseñor Brunelli, felicitándole por su nombramiento de Cardenal de la Santa Iglesia por el Papa Pío IX.

Año 1855

Día 21. Abre solemnemente la cuarta Visita Pastoral comenzando por la Catedral.
Día 25. Previa autorización de Roma, firma el Decreto de erección del Convento de Enseñanza y de la aprobación de la Madre Antonia París y compañeras para que puedan emitir su profesión religiosa como miembros del Instituto de María Inmaculada y de la Enseñanza. “Por tanto, haciendo uso de las facultades Apostólicas por dicho rescripto a Nos concedidas, las aprobamos el tiempo que han pasado en rígida clausura, como noviciado, como también aprobamos y adaptamos para en adelante como más conforme para este instituto, el hábito y velo religioso de la orden de San Benito que vistieron al empezar el noviciado, en virtud del permiso que Nos las dimos para ello, mientras elevábamos a Su Santidad nuestra súplica; y desde luego las admitimos a la profesión religiosa que en la forma prescrita por el mismo sagrado rescripto recibiremos Nos mismo de nuestra amada hija Madre Antonia de San Pedro, el día 27 del corriente mes de agosto, y de sus hermanas y amadas hijas nuestras la recibiremos el día tres de Septiembre próximo siguiente; y verificada que sea la Profesión, las declaramos por Religiosas del Instituto Apostólico de la Inmaculada Concepción dde María Santísima Madre de Dios y Señora nuestra”.

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