TRAS LAS HUELLAS DE CLARET EN CUBA
DIA 4 DE JUNIO 2021
1856
Escribe una Carta Pastoral al clero de su Diócesis en la que le recuerda disposiciones ya dadas sobre algunas prácticas de devoción que deben hacerse durante la Santa Misa, advertencias sobre los santos de la semana, etc. con multa de veinticinco pesos a quienes las incumplan.
Y PUBLICAN ESTA INFORMACIÓN EN EL “REDACTOR DE SANTIAGO DE CUBA”
Segundo incendio de la hacienda de Altagracia
COMUNICADO.
Un acontecimiento funesto: – un hecho escandaloso por las circunstancias agravantes que lo han acompañado: uno de aquellos crímenes que sólo pueden cometerse por una mano rastrera, enemiga y siempre opuesta a todo aquello que presta beneficios al público y al estado, ha venido a contristar el ánimo de una familia y el de un pueblo entero, puesto que ha destruido una de aquellas casas de campo que por su situación y localidad era la permanente morada de todos cuantos por ella pasaban.
Hablo de la hermosa habitación de la hacienda de Altagracia situada a diez leguas de Holguín en el camino Real: – de la morada de todos los pasajeros que iban y regresaban de este punto para distintos lugares de la isla: del albergue que siempre brindó reposo y comodidad al fatigado militar, cuando se dirigía a guarnecer aquel pueblo: acaba de desaparecer esa casa devorada por las llamas, ya por segunda vez, y en solo el intermedio de un mes, dejando reducido a su dueño, D. Jesús Manduley a un mezquino rancho de paja donde hoy se alberga.
Ha desaparecido, pues, la común morada que de tantos años atrás brindó reposo no solamente a las principales autoridades que se han dignado visitar la ciudad de Holguín, sino a las tropas que la han ido a guarnecer y a todos cuantos la han solicitado; pero la destrucción ya por segunda vez del edificio, no olvidará jamás la gratitud de todos cuantos hemos tenido ocasión de hospedarnos en él, ni del fino y generoso comportamiento de su dueño el Sr. Manduley. – Las autoridades de Holguín con ardiente celo y eficacia, persiguen sin descanso el crimen, y buscan con avidez al autor o autores de semejante delito, pudiendo estar satisfecho el buen patriota, el honrado vecino D. Jesús Manduley y de que si al ojo perspicaz de la justicia en la tierra se ocultare el delincuente, no resultará así con el del cielo, que no solo castigará el delito, sino que en ella recogerá el perjudicado las abundantes recompensas por los beneficios que han prodigado al público y al estado. – Cuba Mayo 31 de 1856.
Un transeúnte. (El Redactor, Miércoles 4 de Junio de 1856, año 23, n. 699, p. 3, col. 2)
Nota complementaria:
En la madrugada del día 12 ó 13 de marzo habían quemado ya por primera vez esta hacienda de Altagracia, cuando Claret dejó la ciudad de Holguín para regresar a Santiago. “El día 29 de abril, día de San Pedro Mártir – escribe Claret -, a las 8 V2 de la madrugada, al recibir la noticia que mis enemigos habían pegado fuego a la casa en que habíamos dormido en el partido de Santo Domingo. Miraba yo la imagen de María Sma. y me dijo: Tus enemigos ahora han quemado esta casa; ya quemaron también la casa de Altagracia, y así quemarán las casas en que te albergarán. Antonio, retírate” (AEC pp. 798-799). Esta fue la segunda vez que los enemigos de Claret se ensañaron en grande con la hacienda de Altagracia, propiedad de D. Jesús Manduley Pupo.