Irradia, emisión del 4 de octubre de 2020

Irradia, emisión del 4 de octubre de 2020

Transmitido por RCJ, el Sonido de la Esperanza
Programa Radial de la Arquidiócesis de Santiago de Cuba
Domingo XXVII del Tiempo Ordinario

“La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular” Mt 21, 42

(Música, Aquí estoy yo)

 Para llegar a ti como una bendición, para abrir tus alas al amor de Dios.
Irradia.

Un proyecto de la Oficina de Comunicación de la Arquidiócesis de Santiago de Cuba.
Saludos a todos los que nos acompañan en este día en que venimos a compartir la fe con nuestra comunidad.

Bienvenidos a este encuentro fraternal con la iglesia toda, como cuerpo místico de Jesús.

Irradia está contigo, irradiando la fe.

 (Música, Aquí estoy yo)

Nuestro invitado nos ayudará a reflexionar sobre el Evangelio de hoy.

Un saludo para todos los radioyentes que nos siguen por Radio Católica Juvenil, quien les habla es el P. Josvel Lazo Cordero, sacerdote de la Arquidiócesis de Santiago de Cuba, Director de las Obras Misionales Pontificias de Cuba y párroco de la parroquia de San José Obrero. A continuación, escucharemos el evangelio de San Mateo, capítulo 21, versículos del 33 al 43.

(Lectura del evangelio de San Mateo, capítulo 21, 33-43) 

La liturgia de este domingo nos presenta la parábola de los viñadores homicidas. Un terrateniente planta una viña, y se la confía al cuidado de unos viñadores, y después se va. Llegado el tiempo de la vendimia el terrateniente, manda a sus siervos en dos momentos a recoger los frutos de la cosecha, pero éstos se encuentran con la sorpresa de que los viñadores no quieren entregar los frutos, y maltratan a los siervos hasta matarlos. El dueño no se da por vencido, envía a su propio hijo, pero los trabajadores de la viña lo echan fuera y lo matan convencidos en convertirse en dueños de la viña.

Ahora trataremos de explicar brevemente esta parábola. Esta parábola es una relectura de la historia de Israel. El dueño de la viña es Dios, que cuida con amor y fidelidad a su pueblo; Israel es la viña escogida, cultivada, mimada por Dios; los siervos se refieren a los profetas que exhortan a Israel a la fidelidad de la alianza. El hijo asesinado es Jesús, convirtiéndose en la piedra angular. Los homicidas representan a los jefes, los líderes religiosos y políticos, en fin, a los judíos.

Dios había derrochado con su pueblo elegido, toda clase de cuidados y delicadezas, pero el pueblo de Israel no correspondió al amor de Dios, ni le dio los frutos esperados. Cuando el Mesías esperado vino a tratar de plantar con ellos una nueva viña, hicieron fracasar el intento, sin darse cuenta de que con el trato que le dieron vendría a surgir la nueva viña que ellos no habían querido plantar, la iglesia. La iglesia es la viña del Señor.

El Evangelio nos invita a dar frutos según Dios. Estamos en la viña del Señor para producir frutos, sin frutos todo es decoración ornamental y vacía. No basta con estar en la viña, ni siquiera es suficiente amarla, es necesario producir frutos, dar frutos para otros y para el totalmente Otro, Dios. Hoy es tiempo de vendimia y cosecha de Dios, no podemos cruzar los brazos ante las múltiples tareas que nos están esperando: anunciar con alegría el Reino de Dios.

Tres preguntas para meditar:

  • ¿Produzco los frutos que Dios espera de mí?
  • ¿Mi vida se parece a esa vid verdadera que agrada a Dios o la estoy convirtiendo en sarmientos secos e inservibles?
  • ¿A qué me compromete esta palabra de Dios meditada, orada y celebrada?

Hoy domingo 4 de octubre celebramos la fiesta de San Francisco de Asís, ¿quién fue San Francisco de Asís? Nació en Asís, Italia, en el año 1182. Después de una juventud disipada en diversiones, se convirtió, renunció a los bienes paternos y se entregó de lleno a Dios. Abrazó la pobreza y vivió una vida evangélica predicando a todos, el amor de Dios. Dio a sus seguidores unas sabias normas, que luego fueron aprobadas por la Santa Sede, fundó una orden de frailes. Francisco recibió los estigmas del crucificado, sello de la conformidad con su único Señor y Maestro. Murió en el 1226, fue canonizado en el 1228 y es patrono de Italia y de los ecologistas.

Este mes de octubre es conocido en toda la Iglesia como el mes de las misiones. Tiene como finalidad, el orar por los misioneros, ofrecer nuestras vidas por las misiones, y sostener económicamente las misiones. El 18 de octubre celebraremos en la Iglesia el Día del Domund, Domingo Mundial de las Misiones, este día la iglesia organiza una colecta en favor de las misiones; con nuestro aporte podemos ayudar y sostener a la iglesia que está presente en los territorios de misión.

(Música, He venido a pedirte, de Juan Luis Guerra)

Sabiendo que nuestro Padre del cielo es infinitamente misericordioso, que siempre nos escucha a pesar de nuestras infidelidades, los invito a dirigirnos a Dios a través de nuestra oración. A cada súplica responderemos: Señor, ayúdanos a ser fieles a tu amor.

Vamos a orar por nuestra Santa Madre, la Iglesia Católica, para que siga produciendo buenos frutos para el Reino de los cielos, roguemos al Señor: Señor, ayúdanos a ser fieles a tu amor.

Por los gobiernos de las naciones, para que luchen por la construcción de una paz duradera, roguemos al Señor: Señor, ayúdanos a ser fieles a tu amor.

Por todos los que padecen hambre o enfermedades, los emigrantes y desterrados, los privados de libertad, y todos los que sufren, para que sientan que Dios nuca deja de mirar a los más débiles de su viña, roguemos al Señor: Señor, ayúdanos a ser fieles a tu amor.

Por nosotros, para que nos mantengamos firmes en la viña del Señor, hasta que Él vuelva, roguemos al Señor: Señor, ayúdanos a ser fieles a tu amor.

Padre misericordioso, atiende bondadosamente lo que con fe te hemos pedido y presentado, y concédenos la gracia de serte siempre fieles, buscando tu Reino por sobre todas las cosas. Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor, Amén.

Juntos hermanos, nos unimos para orar con la oración que Jesús nos enseñó.

Padre nuestro que estás en los cielos,

santificado sea tu nombre.

Venga a nosotros tu reino.

Hágase tu voluntad,

así en la tierra como en el cielo.

Danos hoy el pan de cada día.

Perdónanos nuestras ofensas,

Como también nosotros perdonamos

a los que nos ofenden.

No nos dejes caer en tentación,

Y líbranos del mal. Amén

 Que nuestra Madre, la Virgen de la Caridad, que acompaña toda nuestra vida y toda la historia de nuestro pueblo, nos dirigimos a ella con confianza diciendo:

Dios te salve María, llena eres de gracia,

el Señor está contigo.

Bendita tú eres entre todas las mujeres,

y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.

Santa María, Madre de Dios,

ruega por nosotros, pecadores,

ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

 

Virgen de la Caridad / Ruega por nosotros

Nos disponemos para recibir la bendición.

 El Señor te bendiga y te guarde.

Te muestre su rostro y tenga piedad de ti.

Te dirija su mirada y te de la paz.

Y la bendición de Dios todo poderoso, descienda sobre ti, toda tu familia. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

 Se despide de ustedes el P. Josvel Lazo Cordero. Que Dios los bendiga a todos. Amén.

(Música, Escuché la voz, de Rabito)

Con mucho gusto hemos realizado este programa para ustedes desde la Oficina de Comunicación, de la Arquidiócesis de Santiago de Cuba.

Es la voz de la Iglesia santiaguera que se levanta para estar contigo… IRRADIA

(Música, Escuché la voz, de Rabito)

SHARE IT:

Leave a Reply