¡Gracias Francisco!
Por: Elena María y Francisco Bertrán
La misa había finalizado, en el alma sentíamos la dicha de haber celebrado la eucaristía como familia. Como es costumbre, muchos salían de manera vertiginosa para alcanzar la salida de la Plaza huyéndole a nuestro caluroso sol. Otros como yo, decidimos cantar y hasta bailar un poco con las canciones que nos regalaba el coro holguinero, oímos bellos arreglos de Una nueva civilización y Alma misionera.
En tanto mi prima sugiera: vamos alante a ver al papa salir. Al inicio nadie creyó el Papa saliera de la sacristía al papamovil cubano-artesanal. Pero creímos, y fuimos todos corriendo a ubicarnos en segunda fila delante del presbiterio. Para superar la pequeña estatura cada uno se subió en una silla y con esperanza esperamos la salida al descubierto del Papa Francisco.
A los pocos minutos lo vimos con su paso acompasado y su mano siempre dispuesta al saludo y la bendición.
No quería ni fotografiar, goce el momento en vivo y directo. Con un grupo comenzamos a gritarle: ¡Gracias Francisco! ¡El primero a mirarnos fue Mons. Emilio que como buen cómplice, también nos ayudó a llamar la atención del Santo Padre!
¡Qué regalo ha sido verle sonreírnos, como si solo estuviésemos nosotros en la Plaza! Qué regalo su bendición y envío!
Ya les decía que no hice fotos, pero siempre hay quien más diestro que tú puede hacerlo todo al mismo tiempo. Mío les queda el testimonio, de Francisco mi hermano (tocayo del Papa) la foto.