Hoy se cumplen cien años de la fundación de la Archicofradía de la Caridad.  El hecho tuvo lugar en Santiago de Cuba, en la parroquia de Santo Tomás Apóstol, cuando siendo párroco el presbítero Dr. Miguel A. Portuondo, previa aprobación del reglamento por el entonces arzobispo Mons. Félix Ambrosio Guerra, se realizó la primera imposición de medallas. 

Surgida primero como Asociación Nacional de la Caridad, desde entonces, la Archicofradía ha estado presente en este lugar y según su actual párroco el P. José Manuel Hernández, “sus miembros han estado siempre en primera fila en la labor apostólica de propagar el culto de veneración de la Santísima Patrona y Madre del pueblo cubano” 

Según consta en los documentos de la creación, la Archicofradía de la Virgen de la Caridad tiene como fin principal glorificar a Dios, Nuestro Señor, por medio de la devoción a su Santísima Madre, bajo su advocación de “Nuestra Señora de la Caridad del Cobre”.  Según consta en dicho documento: A la Archicofradía puede pertenecer toda persona, incluso las imposibilitadas de asistir al templo por edad avanzada o enfermedad, con tal de que todas ellas reúnan las condiciones necesarias.  La archicofradía consta de tres grados de pertenencia.

La parroquia de Santo Tomás Apóstol es de las más antiguas de la ciudad de Santiago de Cuba.  Creada en 1719 y ubicada en la calle del mismo nombre, ha cuidado y conservado con celo la imagen de Ntra. Sra. de la Caridad conocida como la Virgen Mambisa, la misma que durante el triduo preparatorio por los cuatrocientos años del hallazgo de la Virgen recorrió toda nuestra nación.  Además, de otros tesoros, el vetusto templo guarda también la pila bautismal en la que recibió ese sacramento Antonio de la Caridad Maceo Grajales.