Los misioneros son los hermanos Osmeli Franco Rivaflecha, Marcia Bárbara Castillo Ramírez, Miguel Edgardo Domínguez Salmon, Katerine Savón Méndez, los cuales se han unido por un guía que construye y sueña evangelizar las comunidades hermanas. 

Por: P. Domingo García Romero s.j 

Arquidiócesis de Santiago de Cuba, 24 de abril de 2018 /  Hace once meses nacía el deseo entusiasta y dedicado de un grupo de misioneros de San Luis Obispo, Sagrada Familia, de visitar las comunidades hermanas que pertenecen al Cristo. Con la esperanza en nuestro Señor de anunciar su Palabra, es por ello que asumimos decir ¡presente!, para construir el Reino de Dios. El hecho de llegar a esos lugares nos hizo mucho bien, saber que había familias con un noble corazón que dijeron desde el primer momento su sentir apuntaba a que querían conocer a Jesucristo y a su madre la Virgen de la Caridad.

A partir de este momento se abrieron las casas de misión donde cada semana somos acogidos cariñosamente como una gran familia. Elpidia nos espera todos los jueves, en horas de la tarde, en la Carretera de la Mina, al igual que Marta los viernes en el Central Algodonal y Margarita los sábados en La Tordera. En cada encuentro llevamos un mensaje de esperanza, fe, bondad y paciencia. Le agradecemos a Dios esta oportunidad de ser un equipo de misioneros emprendedores que surgimos para llevar su palabra a las comunidades de la zona campo.

Los misioneros Osmeli y Barbarita se han ganado la dicha de ser muy queridos por todos los niños, y de ese lazo han surgido varias vivencias. El hecho de la llegada de Osmeli en el jeep es especial, tiene una singular contraseña para las niñas y los niños de Algodonal, se concentran todos en la curvita como dicen ellos, próximo a la hora de llegada, para dar el paseo corto pero divertido de siempre, ¡qué alegría!, las sonrisas florecen. En este sentido merece la pena ser puntuales porque hay personitas que nos esperan.

El tiempo vuela dicen ellos, durante la catequesis para niños y el catecumenado, porque están organizadas las actividades según las edades. Animamos de diversas maneras a través de guiones que atesoran siempre un mensaje, desde un pintoresco dibujo, materiales diseñados con el propósito de que les sea fácil su preparación; nos referimos a gente sencilla y muchos desconocen la vida religiosa por lo que las actividades están adaptadas para que transcurra en un ambiente afable donde les propiciamos toda confianza de hacer las reiteradas preguntas, y ofrecerles una oportuna respuesta. 

A través del tiempo gracias a Dios nuestras comunidades avanzan. Todos los que acuden a las casas de misión nos expresan su gratitud dirigida hacia el P. Domingo, y los misioneros desarrolladores de un trabajo constante, los cuales han recorrido un camino para sentar las bases en virtud de recibir los sacramentos.

En días recientes, se han celebrado varias misas para bautizar y hacer la primera comunión, que nos une como comunidad cristiana.  De esas celebraciones se han vivido varios momentos especiales, y uno de ellos es como los nuevos seguidores de nuestro Señor quieren ser testigos de su amor. Ya nos cuentan algunas hermanas y hermanos sus vivencias desde la fe, donde tienen la certeza de que se sienten animados a continuar esta obra en nuestras comunidades y compartir su alegría. Sin lugar a dudas los acompañaremos.