Irradia, emisión del 22 de octubre de 2023

Irradia, emisión del 22 de octubre de 2023

Irradia, emisión del 22 de octubre de 2023
Transmitido por CMKC, Emisora
​​Provincial de Santiago de Cuba
Programa Radial de la Arquidiócesis de Santiago de Cuba
Domingo XXIX del Tiempo Ordinario

“Pues den al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios” Mateo 22, 21

(Música, Lo que solo es de Dios, Javier Brú)

Para llegar a ti como una bendición, para abrir tus alas al amor de Dios.
Irradia. Un proyecto de la Oficina de Comunicación de la Arquidiócesis de Santiago de Cuba.
Saludos a todos los que nos acompañan en este día en que venimos a compartir la fe con nuestra comunidad.
Bienvenidos a este encuentro fraternal con la iglesia toda, como el cuerpo místico de Jesús.
Irradia está contigo, irradiando la fe.

(Música, Lo que solo es de Dios, Javier Brú)

En esta mañana nos acompaña el P. Rafael Ángel López Silvero, párroco de la Santa Basílica Metropolitana Iglesia Catedral de Santiago de Cuba.

Te invoco Dios mío porque tú me respondes, inclina tu oído y escucha mis palabras, cuídame Señor como la niña de tus ojos y cúbreme bajo la sombra de tus alas. Dios todopoderoso y eterno haz que nuestra voluntad sea siempre dócil a la tuya y que te sirvamos con un corazón sincero. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Buenos días, buenas tardes, buenas noches, una alegría, un gozo poder compartir con ustedes como siempre este pedacito de la mañana del domingo, y sobre todo compartir la Palabra de Dios, el mensaje de la Palabra de Dios. Esa palabra de Dios que es como espada de doble filo que llega hasta lo profundo de nuestro corazón y nos compromete, pero al mismo tiempo que nos compromete, porque no basta escucharla, conocerla, orarla, hace falta vivirla, también nos consuela, nos da esperanza y nos ayuda en el día a día. Por eso comenzamos la semana con esta reflexión desde la Palabra de Dios.

Nuestro Señor define en el Evangelio su posición con relación al poder temporal, por una parte, hay que respetarlo porque es autónomo, pero por otra hay que reivindicar la primacía de todo lo que toca al servicio de Dios. El profeta Isaías en la primera lectura afirma que el Señor está por encima de todo y se vale a veces de quienes dirigen a los pueblos, como lo hizo con Ciro rey de Persia, para llevar a cabo sus planes. En la segunda lectura San Pablo en su carta a los Efesios, expresa que él recibió la gracia de anunciar a los pueblos no judíos la incalculable riqueza que hay en Cristo y cómo se va cumpliendo el designio de salvación, para que todos podamos acercarnos a Dios por nuestra fe en Cristo.

Estamos celebrando el XIX domingo del Tiempo Ordinario, también domingo Mundial de las Misiones, el Domund. El evangelio de hoy está tomado del evangelista San Mateo, capítulo 22, versículos del 15 al 21.

Lectura del evangelio de San Mateo, capítulo 22, 15-21)

En este evangelio los fariseos, una vez más se acercan a Jesús para ponerlo a prueba, para hacerlo caer, para poder conseguir quitarlo del camino, y entonces le hacen una pregunta muy difícil aparentemente para responder. Los romanos cobraban impuestos a los judíos porque eran la potencia que estaba presente allí, y eso por supuesto a los judíos no les resultaba agradable y los fariseos pensaron que por ahí podían entrar. Y le preguntan a Jesús es lícito o no pagar el tributo al César, pensaron que no había salida si decía que sí que era lícito, pues aquellos que lo seguían que lo escuchaban no quedarían contentos; si decía que no era lícito, se ponía en contra de los que tenían el poder y la fuerza y podrían acusarlo, y así también lo quitarían del camino, de una u otra manera.

Yo tenía un profesor en el seminario, el padre Peláez, jesuita, que era muy simpático y nos decía una frase, que siempre se me quedó cuando se daban estas situaciones, en que como quiera que tú te pusieras ibas a tener dificultad. Él decía como quiera que te pongas tienes que llorar. Y así parecía que iba a ser con el Señor, el Señor no se cortó por esto, nos dice el evangelista San Mateo conociendo la malicia de sus intenciones, les contestó hipócritas, por qué tratan de sorprenderme. Hipócritas por qué tratan de sorprenderme, por qué me ponen una trampa. Por qué no vienen de frente, por qué no me dicen… y les pide que le enseñen la moneda del tributo, y ellos se la enseñan.  Jesús les pregunta ¿De quién es esta imagen que está en la moneda, de quién es esta inscripción que está en la moneda? y le responden del César. Y el Señor da esa respuesta genial, de ésas que quedan. Usted podrá ser cristiano o no, conocer la Biblia o no, haber leído los evangelios o no, pero esa frase seguramente la ha escuchado y quizás la ha utilizado en algún momento, pues den al César lo que es del César y a Dios, lo que es de Dios y ya no hubo más preguntas. No podían preguntar más.

Qué claro, tenemos que tener eso, nosotros cristianos que vivimos en medio del mundo, que no podemos ser ajenos a este mundo, que no podemos vivir de espaldas, que tenemos que vivir en la realidad, pero esa realidad de este mundo no puede estar por encima de nuestra fe en Dios, ese Dios que nos ha creado, ese Dios que ha nos ha dado este mundo y lo ha puesto en nuestras manos para que lo desarrollemos, para que lo llevemos adelante, para que lo compartamos. Ese Dios que nos ha dado los dones y carismas que necesitamos para poder cumplir esta misión, pero no para nosotros, no solo para nosotros, no para mí y para mi familia, para mis amigos, para los que piensan como yo, para los que me caen bien, por los que son de la misma nacionalidad que yo, de la misma raza que yo, de la misma forma de pensar que yo, sino que nos da esos dones para ponernos los unos al servicio de los otros, para complementarnos.

Cada uno tenemos dones distintos, ni mejores ni peores, ni más ni menos cada uno tenemos dones diferentes que nos complementan, cuando somos capaces de escucharnos, cuando somos capaces de juntos buscar caminos, cuando somos capaces de construir y edificar poniendo cada uno lo que tiene. Entonces se le da al César, al mundo, lo que es del mundo, porque no vivimos en una galaxia distinta, no vivimos en una torre de marfil, no vivimos en una burbuja, pero llevándole ese sabor que tenemos que darle a todo como cristianos, porque el Señor nos dijo ustedes son sal de la tierra y luz del mundo, si la sal pierde su sabor entonces de qué sirve, para nada, se tira.  Tenemos que dar el sabor de Cristo el ámense los unos a los otros como yo los he amado.

El gesto ese tan extraordinario de la Última Cena en que el Señor le lava los pies a sus discípulos y les dice, si yo que soy el Señor y el Maestro les he lavado los pies, ustedes lávense los pies los unos a los otros, que es decir sírvanse los unos a los otros, ayúdense los unos a los otros, no se tengan uno por mejores que los otros. Si no damos ese sabor del ámense los unos a los otros sin distinciones, sin exclusiones, nadie queda fuera del amor cristiano. Esa es la diferencia. El amor humano es a la familia, a los hermanos, a los que piensan como yo, a los que me caen bien, a los que se preocupan por mí; el amor cristiano es a todos, nadie queda afuera.

Como Cristo perdona a los padres porque no saben lo que hacen, Cristo que muere en la cruz por los que lo siguieron y por los que persiguieron Cristo que a través de su Iglesia tiene que seguir predicando hoy a todos, nadie queda fuera de la predicación del Señor. No importa donde esté, no importa como piense, no importa… porque es la oportunidad de llevarle la Palabra de Dios, porque somos mejores no, porque nosotros también tenemos que acoger la Palabra de Dios y dejarnos convertir por ella, pero la llevamos para que los demás puedan escucharla, para que toque sus corazones, para que pueda haber paz, para que pueda haber comprensión, para que pueda haber respeto, para que este mundo que es nuestro hogar, el único hogar, podamos vivir todos en paz. Pero no la paz que imponen unos a otros, sino la paz que viene de la convivencia, de la capacidad de escucharnos, de tener un camino en el que todos podamos contribuir con lo que tenemos y con lo que somos sin exclusiones de ninguna parte.

El Señor nos dice eso ustedes son la luz del mundo, por qué somos mejores, no, porque nos hemos encontrado con Él, que es la luz que vino a iluminar a todo hombre y mujer que viene este mundo, y tenemos que reflejar esa luz tenemos que llevarla a los demás.

Este domingo es también el domingo del Domund, el domingo de las misiones, nos recuerda que esa es la labor de la Iglesia porque el Señor cuando ascendió al cielo nos dijo vayan al mundo entero y prediquen la Buena Noticia. Prediquen la buena nueva, prediquen en el Evangelio para que el que la escuche, y la acoja, y se convierta se bautice en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y se salve y acoja la salvación. Es un día en que recordamos los miles de hombres y mujeres que a lo largo de la historia de la salvación, han dejado su casa, su familia, sus comodidades por ir hasta el fin del mundo anunciar a Cristo para llevar esa noticia de alegría, de gozo y de esperanza; sin esperar nada a cambio, sin buscar nada a cambio, cumpliendo solo el mandamiento del Señor, dándole al Señor lo que es del Señor y esperando que el César dé lo que debe dar el César, la oportunidad para que la Palabra de Dios llegue a todos toque el corazón de todos, convierta a todos, fortalezca a todos, nos recuerde que somos hermanos por encima de cualquier diferencia que podamos tener.

Entonces hermanos pidámoslo así hoy al Señor, en medio de este mundo en que hay tanto dolor y tanto sufrimiento, que se pudiera evitar en la medida en que reconozcamos que somos hermanos, que hay caminos que podemos seguir de comprensión, para edificar, para hacer de este mundo un hogar en el que tengamos cabida todos.

Que así el Señor nos lo conceda.

 (Música, Señor, aquí estamos, Dumas y Mary )

Hermanos renovemos nuestra profesión de fe.

Creen en Dios Padre todopoderoso creador del cielo y de la tierra. Sí, creo.

Creen en Jesucristo su único Hijo nuestro Señor, que nació de Santa María Virgen, padeció, murió, resucitó y está sentado a la derecha del Padre. Sí, creo.

Creen en el Espíritu Santo, la santa Iglesia Católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de los muertos y la vida eterna. Sí, creo.

Esta es nuestra fe esta es la fe de la Iglesia que nos gloriamos de profesar en Cristo Jesús nuestro Señor. Amén.

Hermanos, oremos fervientemente a Dios Padre Todopoderoso que quiere que todos los hombres y mujeres de este mundo se salven y lleguen al conocimiento de la verdad. Y digámosle todos con fervor, Te rogamos Señor.

Por la Santa Iglesia para que la conserve y proteja con su amor. Roguemos al Señor. Te rogamos Señor.

Por los pueblos de toda la tierra para que conserven ellos la paz. Roguemos al Señor. Te rogamos Señor.

Por todos los que están angustiados con diferentes necesidades, para que les dé ayuda y remedio. Roguemos al Señor. Te rogamos Señor.

Por nosotros mismos y nuestra comunidad para que se digne aceptarnos como una ofrenda agradable. Roguemos al Señor. Te rogamos Señor.

Señor refugio y fortaleza nuestra, escucha benignamente las oraciones de tu Iglesia y concédenos con abundancia, lo que te hemos pedido con fe por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Oremos hermanos con la oración que el mismo Señor Jesús nos enseñó.

Padrenuestro que estás en el cielo
santificado sea tu nombre.
Venga a nosotros tu reino.
Hágase su voluntad,
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día.
Perdona nuestras ofensas,
Como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden.
No nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal. Amén.

Hermanos ayer tuvimos el comienzo del Año Jubilar y la apertura de la Puerta Santa en la Catedral para celebrar los 500 años de la diócesis, de la Catedral y también del nombramiento de Santiago de Cuba como ciudad. Es un año de gracia, es un año de renovación, es un año también de emisión en que llevamos el anuncio de la Buena Nueva de Cristo, muerto y resucitado, a todos los que encontramos en nuestro camino. Lo que hemos hecho a lo largo de 500 años. En los próximos programas pues iremos explicando, poco a poco, en qué consiste un Año Jubilar, por qué se celebra, como ganamos las indulgencias del Año Jubilar en la Iglesia Catedral, cuáles son las condiciones. Así que poco a poco iremos dando esta información para que todos podamos aprovechar este año de gracia del Señor.

Que tengan un feliz domingo, que lo disfruten en familia, también con los amigos teniendo en cuenta como siempre les pido, que recuerden y acojan aquellos que están lejos de su familia, que están solos y que necesitan también del calor familiar. Y recemos cada día, intensamente por la paz, por la paz en nuestros hogares, por la paz en el mundo entero.

Que el Señor los bendiga, Padre, Hijo y Espíritu Santo, a ustedes sus familiares y amigos y los acompañe siempre. Amén.

Les habla el padre Rafael Ángel de la Catedral de Santiago de Cuba. Hasta la próxima.

Con mucho gusto hemos realizado este programa para ustedes desde la Oficina de Medios de Comunicación, de la Arquidiócesis de Santiago de Cuba.
Guion, grabación, edición y montaje, Erick Guevara Correa.
Dirección General, María Caridad López Campistrous.
Fuimos sus locutores y actores, Maikel Eduardo y Adelaida Pérez Hung.
Somos la voz de la Iglesia católica santiaguera que se levanta para estar contigo…Irradia…

(Música, Himno Domund 2023 Costa Rica, DR)

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