Ordenación diaconal de Cassamajor Michelet M. J. Joseph, cmf

Ordenación diaconal de Cassamajor Michelet M. J. Joseph, cmf

Ordenación diaconal de Cassamajor Michelet M. J. Joseph, cmf

Ayer 11 de febrero de 2023 nuestro hermano Cassamajor Michelet M. J. Joseph fue ordenado diácono por imposición de manos de Mons. Dionisio G. García Ibáñez, en eucaristía celebrada en el bicentenario templo santiaguero de la Santísima Trinidad, parroquia a cargo de los padres claretianos.

La eucaristía presidida por el Arzobispo y los padres Maxo Deraxin cmf, Prefecto de la Pastoral Vocacional de la Delegación Independiente de las Antillas; Juventino Rodríguez Pérez cmf, párroco de la Santísima Trinidad, los padres claretianos de Songo-La Maya, Guantánamo y La Habana, y sacerdotes diocesanos y religiosos de nuestra Arquidiócesis; quienes se unieron para acompañar a Cassamajor en este día tan importante en su camino vocacional.

Cada paso de la liturgia prepara y acerca al momento de la imposición de las manos y la entrada al orden diaconal, en este caso transitorio camino al sacerdocio.

Las lecturas escogidas para la eucaristía nos hablan de ese camino de encuentro y respuesta del nuevo diácono con Dios, de su vocación y cercanía en su vida a nuestra Madre la Virgen María.

Una vez presentado ante el Obispo, este preguntó al P. Maxo si el candidato era digno del orden, y al afirmarlo, el Obispo le aceptó. Seguidamente el Arzobispo introdujo la reflexión del evangelio con una mirada a la historia y a la vida de dos pueblos e iglesias. Cassamajor es haitiano de nacimiento, un pueblo muy cercano a Cuba y de manera especial al Oriente cubano.

Mons. Dionisio miró la realidad de un pueblo que desde inicios del siglo XIX emigró a Cuba… los colonos, los esclavos y los negros libres… paso migratorio que se mantendría hasta mediados del pasado siglo XX cuando llegaban buscando trabajo en los campos de café, cacao, y las plantaciones de azúcar… muchos se quedaron y fundaron sus familias, que hoy se descubre por los apellidos y las historias familiares.

Así Cassamajor, que se sintió amado y escogido por Dios, que encontró en los padres claretianos el carisma para amar y servir a todos los pueblos, llegó a Cuba, a Santiago de Cuba en medio de una situación en que muchos quieren partir. Dijo sí para servir a Dios y anunciar su Palabra aquí y ahora. Para ayudar al Obispo a predicar el evangelio, orar por la iglesia, bautizar y casar y atender a los pobres.

Luego con gran solemnidad se rezaron las letanías, para suplicar por intercesión de los santos, la gracia de Dios para el futuro diácono. Cassamajor se arrodilla frente a Mons. Dionisio y éste, le impone las manos sobre la cabeza y hace la oración de ordenación.

Mirtha Clavería acercó hasta el presbiterio las vestiduras con las que sería revestido el nuevo diácono: la estola cruzada y la dalmática, que le fueron colocadas por los PP Maxo Deraxin y Juventino Rodríguez cmf. Seguidamente se acercó al Arzobispo y este le entregó el libro de los Evangelios, encargo importante que como diácono habrá de cumplir: proclamar el evangelio.

La liturgia eucarística continuó y al terminar hubo dos momentos de agradecimiento.

El P. Maxo Deraxin cmf, Prefecto de la Pastoral Vocacional de la Delegación Independiente de las Antillas, explicó que estaba allí en representación del P. Fausto Cruz Rosa, Superior Mayor de la Delegación de las Antillas pues debió permanecer en República Dominicana debido al secuestro en Haití del P. Antoine Macaine Christian Noah en días recientes. Agradeció a Mons. Dionisio por la acogida y por la memoria de la historia del pueblo haitiano del cual también es hijo, confesando que su familia también había venido en algún momento a Cuba. Agradeció a los Padres claretianos, y a toda la comunidad por haber acompañado y acompañar a Cassamajor y ayudarle a crecer en la fe y en su vocación.

Muy emotivo el momento en que el Diácono Cassamajor Michelet M. J. Joseph se acercó al micrófono para también agradecer “por los dones recibidos y los rostros encontrados en el camino de la vida”, afirmando que sin lugar a dudas era un día especial e inolvidable para toda la comunidad allí reunida, para su familia que no ha podido estar y para él, para la iglesia santiaguera y para todos. Al padre Maxo le dirigió unas palabras en creole, para que fuera portavoz de ellas para sus hermanos en Haití.

Al terminar recordó que ha sido llamado, como Claret, “a ser servidor de todos sin diferencias, ser valiente y confiado en el Señor que siempre hace maravillas en nuestra vida, en nuestras dificultades. Por eso les quiero pedir confiado en el Señor un gran favor. Oren por mí, oren por los misioneros claretianos, y especialmente les pido oren por el P. Antoine que está secuestrado en Haití.” Invitando a todos a unirse con estas intenciones en oración con una Salve por su pronta liberación, porque “lao libertad es un regalo de Dios, que Dios nos ha dado para que nosotros reconozcamos que somos hijos de Dios, que somos lo más importante para Él”.

Con el canto de salida, salió la procesión, quedando en la parte baja del presbiterio el Diac. Cassamajor Joseph, que fue saludado de manera efusiva por casi toda la comunidad, otros buscaron la foto que hiciera imperecedero el día, la celebración, este paso en el servicio misionero del nuevo diácono.

Muchas

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