San Antonio María Claret, semejante al corazón de Jesús
Palabras del P. Camilo de la Paz Salmón Beatón en la inauguración de la exposición “170 Claret”
1 de febrero de 2023, SBMI Catedral de Santiago de Cuba
Para dar inicio a la inauguración recordamos, primeramente, que un día como hoy del año 1856, San Antonio María Claret en Holguín sufría el martirio.
Recuerdo las circunstancias primeras cuando se pidió y surgió la idea, de preparar una exposición por los 170 años del nombramiento y llegada de San Antonio María Claret como Arzobispo, a la Arquidiócesis de Santiago de Cuba. Fue en el año 2020 en el contexto del retiro espiritual del clero, nuestro Arzobispo presentó la idea; dos años, tres años, preparando la exposición. Organizando, buscando los libros, buscando la papelería de San Antonio María Claret.
Cuando nosotros nos encontramos con toda la obra historiográfica de Claret, había que señalar un objetivo. ¿Cómo hacer la exposición? Cómo presentar en la situación actual del país, una exposición que hable de la fe, pero que además rescate la historia local y regional, la obra historiográfica, el hecho de la restauración, de la localización de piezas en nuestra Arquidiócesis.
Cuando nos reunimos en equipo, porque fue un trabajo en equipo, Aymé, Roldós… nos preguntábamos cómo hacerlo. Estábamos totalmente desmotivados en un momento, y Aymé había encontrado una revista que tenía una cita del papa Pio XII, que dijo en el día de la Canonización de San Antonio María Claret, “San Antonio María Claret, semejante al corazón de Jesús”. A partir de ahí nos esforzamos, y ya está la exposición montada.
Tres años. Tres años que hoy cuando llegué y miraba todo lo que se había logrado, miraba aquello, las piezas, el ambiente, la luz, las láminas… y yo decía, tiene sentido, tiene significado, se ha logrado. Y se seguirá logrando, si logramos motivar no solamente a la Iglesia, en el conjunto que la conforma; sino también invitar y motivar a todos nuestros profesores de la Universidad, a tantas instituciones como el Conservador de la Ciudad, la Oficina del Historiador de la Ciudad, para que a partir de la obra y la exposición de Claret que nosotros hoy vamos a contemplar, nunca perdamos la motivación primera de amar a nuestra Patria. Número dos, ser siempre motivados por el estudio, la exposición, los encuentros de intelectuales. Número tres, y la más importante, considerar siempre que la grandeza del hombre, como lo descubrió San Antonio María Claret, es descubrir que los más sublime, el secreto maravilloso como decía José Martí de cada ser humano, es que el corazón de uno sea semejante al de Jesús, como muy bien dijo Pio XII.
Ahora vamos a presentar brevemente la figura de Claret. Es lo que quiero presentarles. Quiero argumentarles cómo fue Claret, quién ha sido Claret para nuestra cultura, para nuestra nacionalidad. Uno cuando contempla y lee a San Antonio María Claret, uno ve el pastor, el pastor capaz de organizar una Arquidiócesis, capaz de llevar el rumbo de la Iglesia, fundar parroquias, crear centros de auspicio como fue en Camagüey, las predicaciones, las publicaciones, su tiempo de oración, su tiempo de intimidad con Dios… esa fue la predicación de hace un año, en la eucaristía celebrada hace un año en esta Catedral.
Hoy, junto al Arzobispo y a todos ustedes, quiero decirles que San Antonio María Claret fue un Arzobispo, que a su llegada a Cuba logró, por la Gracia de Dios, inculturarse en nuestra realidad. En esa década del 51 al 57, en que estaba en ebullición el proceso de formación del nacionalismo en Cuba, marcado por esas ansias de identidad nacional. Claret se inserta en el proceso sin perder su identidad de español, pero capaz como hombre inteligente y de Dios darse cuenta de qué lado está la justicia, de darse cuenta de cuál es la verdad. Su anti esclavismo, su defensa por los derechos del negro, su defensa por la mujer… Pero además su logro, de que el hombre y la mujer se respeten mutuamente; eso muchas veces no se mira en el proceso de conformación de una nacionalidad, pero Claret de parte de la Iglesia nos habla, que una nacionalidad verdadera, debe de respetar al hombre y a la mujer, a su libertad, y al derecho que tiene del matrimonio natural.
Hoy nosotros también contemplamos a Claret en ese conjunto que fue el proceso de la nacionalidad, en la defensa de Joaquín de Agüero confesándolo, administrando sacramentos; en ese momento crucial en que Joaquín de Agüero defiende la idea de la independencia por vez primera. Pero lo vemos también administrando el sacramento de la confirmación a Ignacio Agramonte. Bajo su episcopado el matrimonio de Mariana y Marcos evangelista; y suponemos también, aunque no tenemos la prueba histórica, documental positivista, de que San Antonio María Claret le administró la confirmación a Antonio de la Caridad Maceo y Grajales, lo sacamos por lógica.
Queda decir, que vayan a la Exposición con ansias de descubrir a un hombre inculturado, a un hombre capaz de evangelizar, llevar la obra de la evangelización de Jesús en una tierra que vivía un proceso histórico de entrar, de proclamar el bien, de defender la libertad, siendo siempre fiel a Jesús.
Concluyo con lo siguiente, cuando Claret fue Arzobispo, en ese período en Cuba, en 1853 nació José Martí, y en ese año Varela murió. Que pasen una hermosa tarde.