Irradia, emisión del 28 de enero de 2024

Irradia, emisión del 28 de enero de 2024

Irradia, emisión del 28 de enero de 2024
Transmitido por CMKC, Emisora
​​Provincial de Santiago de Cuba
Programa Radial de la Arquidiócesis de Santiago de Cuba
IV Domingo del Tiempo Ordinario

“Y todos se asombraron, de tal manera que discutían entre sí, diciendo: ¿Qué es esto? ¿Qué nueva doctrina es esta, que con autoridad manda aun a los espíritus inmundos, y le obedecen?” Marcos 1, 27

(Música, ¿Qué es esto?, Javier Brú)

Para llegar a ti como una bendición, para abrir tus alas al amor de Dios.
Irradia. Un proyecto de la Oficina de Comunicación de la Arquidiócesis de Santiago de Cuba.
Saludos a todos los que nos acompañan en este día en que venimos a compartir la fe con nuestra comunidad.
Bienvenidos a este encuentro fraternal con la iglesia toda, como el cuerpo místico de Jesús.
Irradia está contigo, irradiando la fe.

(Música, ¿Qué es esto?, Javier Brú)

En esta mañana nos acompaña el P. Rafael Ángel López Silvero, párroco de la Santa Basílica Metropolitana Iglesia Catedral de Santiago de Cuba.

“Sálvanos Señor y Dios nuestro, reúnenos de entre las naciones para que podamos agradecer tu poder santo y nuestra gloria sea alabarte. Concédenos Señor Dios nuestro, adorarte con toda el alma y amar a todos los hombres con afecto espiritual”. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén

Buenos días, buenas tardes, buenas noches, donde quiera que se encuentren. Es una alegría, un gozo, siempre poder compartir con ustedes esta mañana del domingo, tempranito, y sobre todo compartir la Palabra de Dios. Esa palabra de Dios que nos va a iluminar, que nos va a fortalecer, que nos va a consolar, que nos va a ayudar a no perder el camino, y si lo hemos perdido a encontrarlo de nuevo, porque ahí estará el Señor, como el padre del hijo pródigo, ahí, a la salida del camino, esperando para que nosotros regresemos, para que no nos perdamos.

Hoy nos muestra San Marcos el evangelista que nos está guiando, a la gente de la sinagoga admirada de que Jesús les proponga una doctrina nueva, hablando como un hombre que tiene autoridad. Se diría que tiene que tienen el presentimiento de que Jesús de Nazaret es el gran profeta anunciado por Moisés, como nos dice la primera lectura tomada del Antiguo Testamento, del libro del Deuteronomio, en el capítulo 18 versículos del 15 al 20. Nosotros sabemos que Jesús es mucho más que un profeta, es la Palabra de Dios hecha hombre, y es Dios mismo el que habla en Él.

San Pablo, en la segunda lectura tomada de la carta primera a los Corintios, capítulo 7, versículos del 32 al 35, orienta a los cristianos hacia el más allá, proclamando la excelencia del celibato que permite consagrarse a Dios sin divisiones, es una lectura que tenemos que hacer con calma, una lectura que tenemos que reflexionar esta del fragmento de la primera carta del apóstol San Pablo a los Corintios, que termina diciendo este fragmento, les digo todo esto para bien de ustedes, se los digo no para ponerles una trampa, sino para que puedan vivir constantemente y sin distracciones en presencia del Señor tal como conviene.

A cada uno el Señor llama, a cada uno el Señor le da dones y carismas, a cada uno el Señor le muestra un camino, y allí desarrollará su vida; ninguno es mejor que otro porque en todos servimos a Dios. Cada uno es importante y eso tenemos que tenerlo en cuenta. Algunos son más difíciles, pero la gracia del Señor nunca ha de faltarnos.

El evangelio de hoy está tomado, como ya dijimos, del evangelista San Marcos que es quien nos guía en estas lecturas evangélicas de los domingos que estamos transcurriendo, en el capítulo 1, versículos del 21 al 28.

(Lectura del evangelio de San Marcos, capítulo1, 21-28)

Dios nos habla continuamente y de diversas maneras, así lo ha hecho siempre, porque nuestro Dios no es un Dios escondido, es un Dios que quiere mostrársenos, que quiere dársenos a conocer; porque solo amamos lo que conocemos y solo seguimos lo que amamos.

Dios es un Dios siempre en salida, un Dios que da el primer paso, un Dios que se nos muestra en primer lugar en la creación. Cuántos hombres y mujeres a lo largo de la historia, se han encontrado con Dios en la belleza, en la perfección de la creación. Cuántos hombres y mujeres que han estudiado el universo tratando de penetrar sus misterios, allí en lo más profundo, en esa belleza y perfección del universo, se han encontrado también con Dios.

Dios que en el Antiguo Testamento nos habla a través de los profetas, llamados precisamente a eso, a hablar en nombre de Dios, cuando son verdaderos profetas, cuando no se predican a sí mismos, cuando no manipulan la Palabra de Dios para decir lo que a ellos les conviene, o lo que otros quieren escuchar; cuando realmente dicen, a pesar de las dificultades, la Palabra de Dios. Pero muy pocas veces prestamos atención a lo que nos dicen. Oímos, pero no escuchamos; oímos, pero no estamos atentos; oímos, pero no acogemos a Dios que nos habla en infinidad de cosas hermosas de su creación, el sol, la luna, las estrellas, el océano, el rostro de un bebé, la risa de los niños. Dios nos habla en los profetas que supieron escucharlo y comunicar a su pueblo aquello que le pedía, y aún le pide, en los apóstoles, en los evangelistas y en todos sus santos. Dios se manifiesta, para que podamos conocerlo, amarlo y tener la confianza suficiente, para poner nuestra vida en sus manos.

En Santa María Virgen Dios nos dejó una madre, formidable, y un modelo de escucha y obediencia que se manifiesta en obras. La mujer del Sí, del hágase en mí según tu palabra, no de un día sino de todos los días. La mujer que hoy sigue diciendo sí, en cada momento y en cada circunstancia, ahí caminando también a nuestro lado, llevándonos de la mano al encuentro con su Hijo Jesucristo, porque ella está consciente de quién es, la madre. Ella está consciente de quién, es el camino que lleva al encuentro con Cristo, es el puente a través del cual Dios quiso que su Hijo llegara a este mundo y a través del cual también, nosotros nos encontramos con Cristo, a Jesús por María, repetimos tantas veces.

Y sobre todo porque en su Hijo amado, que es su Palabra eterna, el Padre del Cielo nos revela la grandeza de su amor y nos hace hijos adoptivos suyos, hijos en el único Hijo, que es Cristo Jesús. Jesús, es el único y definitivo maestro que tiene la autoridad para mandar hasta los espíritus inmundos y lo obedecen; por eso, lo mejor para nosotros será hacerle caso al Señor y no endurecer nuestros corazones, escuchar al Señor que nos habla.

A veces pedimos y pensamos, el Señor no me escucha, el Señor no me responde, el Señor hace silencio. Y no es que el Señor haga silencio, es que nosotros no hacemos silencio para escuchar al Señor. Al Señor se le escucha en lo profundo de nuestro corazón, tenemos que hacer silencio interior, en medio de este mundo lleno de ruidos, tenemos que hacer silencio interior para descubrir la Palabra de Dios en los acontecimientos alegres o tristes de nuestra vida. Ahí el Señor nos llama, ahí nos habla, ahí el Señor responde a nuestras súplicas, ahí el Señor nos guía, nos va mostrando el camino. Lo que sucede, es que cuando pedimos lago queremos que sea lo que pedimos, y no lo que más nos conviene. Y el único que sabe realmente lo que nos conviene es el Señor. Porque no oramos como Jesús en el huerto de los olivos, Padre si es posible que pase de mi este cáliz, pero que no se haga mi voluntad sino la tuya.

Porque el Señor es el que ve los corazones, porque el Señor es el que penetra la realidad, porque el Señor sabe lo que me conviene, como el padre que no da a su hijo, aunque se lo pida, aquello que sabe que puede hacerle daño. Pero siempre respeta nuestra libertad. El Señor nos habla, nos muestra de muchas maneras, pero deja que nosotros escojamos aun cuando en su corazón de Padre, pueda sentir el dolor del hijo que escoge el camino en el que no va a encontrar lo que busca.

Entonces, hermanos míos, en esta mañana de domingo pidámosle al Señor que lo escuchemos. Que lo escuchemos atentamente, que lo acojamos a Él que es la Palabra de Dios hecha carne, y nos esforcemos con la gracia que recibimos de Él, por vivir conforme esa Palabra, que en definitiva es la manifestación del amor de Dios, y la invitación a que nos amemos los unos a los otros como Él nos ama.

Los hombres a lo largo de la historia, hemos experimentado muchas maneras para convivir en paz, y hasta ahora realmente no la hemos encontrado; pero creo que la única que no hemos experimentado a cabalidad es el Evangelio en que el Señor nos da el mandamiento nuevo, ámense los unos a los otros como yo los he amado, sin distinción, ámense los unos a los otros por encima de las diferencias, ámense los unos a los otros porque todos son hijos de Dios, porque todos son hermanos, ámense ayudándose, comprendiéndose, acompañándose, respetándose.

Que el Señor permita que algún día nos esforcemos por experimentar este camino para conseguir la paz. Que así el Señor nos lo conceda.

(Música, Es Jesús, Dumas y Mary)

Ahora hermanos como siempre, renovemos nuestra profesión de fe, pidiéndole que no solo lo hagamos con las palabras, sino con la vida.

Creen en Dios Padre todopoderoso creador del cielo y de la tierra. Sí, creo.

Creen en Jesucristo su único Hijo nuestro Señor, que nació de Santa María Virgen, padeció, murió, resucitó y está sentado a la derecha del Padre. Sí, creo.

Creen en el Espíritu Santo, en la Santa Iglesia Católica, en la comunión de los santos, en el perdón de los pecados, en la resurrección de los muertos y en la vida eterna. Sí, creo.

Esta es nuestra fe, esta es la fe de la Iglesia que nos gloriamos de profesar, en Cristo Jesús nuestro Señor. Amén.

Y ahora hermanos presentemos confiados, en que el Señor siempre nos escucha y siempre nos responde, nuestras súplicas.

En primer lugar, por la Iglesia de la que formamos parte todos y cada uno de nosotros. para que fieles al mandato del Señor demos testimonio de Él con la palabra y con la vida. Roguemos al Señor. Te lo pedimos Señor.

Por todos nuestros hermanos que sufren, para que encuentren en nosotros manos dispuestas a tenderse para ayudarlos, y corazones dispuestos a escucharlos y acompañarlos. Roguemos al Señor. Te lo pedimos Señor.

Por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas. Roguemos al Señor. Te lo pedimos Señor.

Por todos los jóvenes que están terminando su vida estudiantil en la universidad o en los distintos caminos que han escogido, y también los jóvenes que se preparan para entrar a la universidad, para que el Señor los ilumine y los ayude a cada uno en la nueva etapa que van a comenzar. Roguemos al Señor. Te lo pedimos Señor.

Por todos los difuntos, particularmente aquellos que nadie recuerda en sus oraciones, para que perdonadas sus faltas el Señor los acoja en su descanso. Roguemos al Señor. Te lo pedimos Señor.

Y los unos por los otros, para que estemos atentos a la Palabra de Dios, la escuchemos, la pongamos por obra y la compartamos con los que aún no la han escuchado. Roguemos al Señor. Te lo pedimos Señor.

Escucha Padre Santo estas súplicas y aquellas que han quedado en nuestros corazones, pero que Tú conoces. Te las presentamos por Jesucristo tu Hijo, nuestro Señor. Amén.

Hermanos, oremos con la oración que el mismo Señor Jesús nos enseñó.

 Padrenuestro que estás en el cielo
santificado sea tu nombre.
Venga a nosotros tu reino.
Hágase su voluntad,
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día.
Perdona nuestras ofensas,
Como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden.
No nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal. Amén.

Todos aquellos que no han podido acercarse a recibir a Jesús Sacramentado, pueden hacer la Comunión Espiritual rezando la siguiente oración.

Creo, Señor mío, que estás realmente presente en el Santísimo Sacramento del Altar. Te amo sobre todas las cosas y deseo ardientemente recibirte dentro de mi alma, pero no pudiendo hacerlo ahora sacramentalmente, ven al menos espiritualmente a mi corazón, y como si te hubiese recibido me abrazo y me uno todo a Ti. Oh Señor, no permitas que me separé de Ti. Amén.

En este cuarto domingo del Tiempo Ordinario, ya vamos por el cuarto domingo del Tiempo Ordinario el tiempo no se detiene, pero estamos celebrando el 28 de enero y no podemos dejar de recordar una efeméride tan importante como es el natalicio de nuestro Apóstol José Martí. No quisiera terminar sin compartir estos versos del Apóstol que siempre llegan al corazón de todo el que lo escucha, y que permita Dios que podamos ponerlo en práctica.

Cultivo una rosa blanca
en julio como en enero
para el amigo sincero
que me da su mano franca.

Y para el cruel que me arranca
el corazón con que vivo,
cardo ni ortigas cultivo,
cultivo una rosa blanca.

Que tengan todos, un feliz domingo, un feliz domingo en familia, un feliz domingo con los amigos, un feliz domingo en que puedan compartir todo lo que no han compartido en la semana que ahora termina, en el que encuentren en ese compartir familiar, la fuerza para comenzar la nueva semana junto con la Palabra de Dios.

Y que la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo, descienda sobre todos ustedes, familiares y amigos, y los acompañe siempre. Amén.

Les he hablado el padre Rafael Ángel, de la Catedral de Santiago de Cuba. Hasta la próxima si Dios quiere.

Con mucho gusto hemos realizado este programa para ustedes desde la Oficina de Medios de Comunicación, de la Arquidiócesis de Santiago de Cuba.
Guion, grabación, edición y montaje, Erick Guevara Correa.
Dirección General, María Caridad López Campistrous.
Fuimos sus locutores y actores, Maikel Eduardo y Adelaida Pérez Hung.
Somos la voz de la Iglesia católica santiaguera que se levanta para estar contigo…Irradia…

(Música, Me amó y se entregó, Hna. Glenda)

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