Irradia, emisión del 21 de enero de 2024

Irradia, emisión del 21 de enero de 2024

Irradia, emisión del 21 de enero de 2024
Transmitido por CMKC, Emisora
​​Provincial de Santiago de Cuba
Programa Radial de la Arquidiócesis de Santiago de Cuba
III Domingo del Tiempo Ordinario

“Vengan conmigo y los haré pescadores de hombres.” Marcos 1, 17

(Música, Pescadores de hombres, Javier Brú)

Para llegar a ti como una bendición, para abrir tus alas al amor de Dios.
Irradia. Un proyecto de la Oficina de Comunicación de la Arquidiócesis de Santiago de Cuba.
Saludos a todos los que nos acompañan en este día en que venimos a compartir la fe con nuestra comunidad.
Bienvenidos a este encuentro fraternal con la iglesia toda, como el cuerpo místico de Jesús.
Irradia está contigo, irradiando la fe.

(Música, Pescadores de hombres, Javier Brú)

En esta mañana nos acompaña el P. Rafael Ángel López Silvero, párroco de la Santa Basílica Metropolitana Iglesia Catedral de Santiago de Cuba.

Canten al Señor un cántico nuevo hombres de toda la tierra, canten al Señor. Hay brillo y esplendor en su presencia y en su templo belleza y majestad. Dios todopoderoso y eterno dirige nuestros pasos de manera que podamos agradarte en todo y así merezcamos, en nombre de tu Hijo amado, abundar en toda clase de obras buenas. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Buenos días, buenas tardes, buenas noches donde quiera que se encuentren, es una alegría y un gozo poder compartir este pedacito de la mañana del domingo, y sobre todo poder compartir la Palabra de Dios, esa palabra que nos ha iluminado durante toda la semana que ahora termina, y nos iluminará y fortalecerá en la semana que ahora comienza.

San Marcos en el Evangelio de hoy, nos lleva a los comienzos de la predicación de Jesús cuando nos pedía conviértanse y crean en el Evangelio. Aquel llamado de Cristo a la conversión es el mismo que hacía Jonás a los habitantes de Nínive la ciudad pecadora, como nos narra la primera lectura tomada del libro del profeta Jonás, en el capítulo 3 versículo del 1 al 10. En la segunda lectura San Pablo en su primera carta a los Corintios capítulo 7 versículo del 29 al 31, pone en guardia a los cristianos contra las costumbres licenciosas, y les recomienda que no se aferren a los bienes de este mundo porque todo lo de este mundo se termina.

El evangelio de hoy está tomado del evangelista San Marcos como dijimos ya del capítulo 1, versículos del 14 al 20.

(Lectura del evangelio de San Marcos, capítulo1, 14-20)

Qué hermosa experiencia la de aquellos sencillos pescadores a quienes Jesús dirigió estas palabras, síganme y haré de ustedes pescadores de hombres. ¿Qué habrán sentido Simón y su hermano Andrés, al ver a Jesús en la orilla del lago de Galilea y al escuchar su voz que los invitaba a ser pescadores de hombres? Al principio seguramente no entendían lo que quería decir Jesús con aquellas palabras, pero algo en su corazón movió a todos aquellos hombres a dejar su trabajo de pescadores, lo que les aseguraba su sustento diario y lanzarse a la aventura de seguir a Jesús.

Santiago y Juan no solamente dejaron su barca y sus redes también dejaron a su padre Zebedeo, lo dejaron todo para seguir a Jesús; quizás no entendían, pero sabían que había algo nuevo, algo distinto, algo diferente, algo que llenaba sus corazones. Tendrían que irlo comprendiendo poco a poco en el contacto directo con el Señor, escuchando su palabra, viendo sus obras, encontrándose con las multitudes que lo seguían, pero también encontrándose en un momento determinado con las multitudes que gritaron crucifícale, viéndolo condenado injustamente colgado en una cruz como en un malhechor, como si todo hubiera terminado, pero en ese momento ellos sintieron que Jesús era alguien que haría sus vidas diferentes y no se equivocaron.

Estamos ante un caso de verdadero de amor a primera vista, ya que no les importó lo que dejaban detrás, ni las críticas que seguramente les hicieron sus familiares y amigos por arriesgarse de esa manera por dejar lo seguro, por lo aparentemente incierto. ¿Nos atrevemos nosotros a seguir a Jesús con una fe y un amor de tal magnitud que nos haga menospreciar las dificultades que esto conlleva? Porque Jesús sigue llamando, Jesús nos sigue llamando, Jesús nos llama a todos, pero tenemos que escuchar la llamada del Señor. Y no basta que Él llame, tenemos que responderle, porque Jesús nos llama donde quiera que estemos, a veces pensamos que la llamada de Jesús es para la vida sacerdotal, la vida religiosa, para ser diácono, no. La llamada de Jesús es para seguirlo a Él que es el camino, la verdad y la vida, la Palabra de Dios que se ha hecho carne y ha puesto su morada en medio de nosotros.

El Señor Jesús nos llama a cada uno a vivir nuestra vida cristiana allí donde estamos, como trabajador, como profesional, como padre o madre de familia, como hijo, como hermano, en nuestro hogar, en la sociedad en la que vivimos, nos llama para vivir nuestra vida cristiana y con esa vida cristiana dar testimonio de Él en medio de este mundo en, medio de nuestros hermanos que aún no lo conocen; que se sienten tristes, que se sienten solos, que se sienten abandonados porque piensan que nadie se preocupa ni se ocupa de ellos. Nosotros sabemos que no es así el Señor, se preocupa y se ocupa de nosotros, ha estado dispuesto a entregar su vida, a derramar su sangre, nos ha prometido que estará con nosotros hasta el final de los tiempos y que el mal no vencerá, sabemos que no vamos solos, sabemos que el Señor va con nosotros, estamos convencidos de que no nos pide nada para lo cual no nos dé las fuerzas que necesitamos para poderlo llevar adelante, y que no nos dejará abandonados en el camino, que caminará con nosotros.

El Señor nos llama, tenemos que pedirle la fuerza para responderle y para responderle no un día o dos días o tres días, para responderle como la Virgen que cuando le dijo he aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra, fue así para siempre. En la Anunciación, en Belén, en Egipto, en Nazaret, a los pies de la cruz de su Hijo, cuando este resucita, ahí está la madre haciendo buena su respuesta de he aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra.

En este comienzo del año litúrgico pidámoslo así, hermanos míos al Señor, Señor, Tú nos llamas, Señor, Tú me llamas, dame también la fuerza para responderte y perseverar en esta respuesta, que no sea hoy sí y mañana no, que sea ese sí como el de la Virgen, para toda la vida, hasta que nos encontremos cara a cara contigo, allí donde estarás esperándonos para decirnos, vengan a mí benditos de mi padre al lugar que he preparado para ustedes.

Que así el Señor nos lo conceda.

(Música, Pescadores, Dumas y Mary)

Ahora hermanos renovemos nuestra profesión de fe como siempre pidiéndole al Señor que nos ayude para vivir conforme a la fe que profesamos.

Creen en Dios Padre todopoderoso creador del cielo y de la tierra. Sí, creo.

Creen en Jesucristo su único Hijo nuestro Señor, que nació de Santa María Virgen, padeció, murió, resucitó y está sentado a la derecha del Padre. Sí, creo.

Creen en el Espíritu Santo, en la Santa Iglesia Católica, en la comunión de los santos, en el perdón de los pecados, en la resurrección de los muertos y en la vida eterna. Sí, creo.

Esta es nuestra fe, esta es la fe de la Iglesia que nos gloriamos de profesar, en Cristo Jesús nuestro Señor. Amén.

Presentemos nuestras súplicas a Dios nuestro Padre, sabiendo que Él siempre nos escucha y que siempre nos responde, lo que tenemos que estar atentos para poder descubrir en los acontecimientos la respuesta del Señor.

Pidamos en primer lugar por la Iglesia, para que siempre y en todo momento esté dispuesta a dar testimonio del Señor, con la palabra y con la vida. Roguemos al Señor. Te lo pedimos Señor.

Pidamos por todos los que sufren y se desesperan ante las dificultades de la vida, para que podamos ayudarlos a encontrarse con Cristo y en Cristo encontrar consuelo fortaleza y esperanza. Roguemos al Señor. Te lo pedimos Señor.

Por el aumento de las vocaciones sacerdotales, religiosas, diaconales, laicales, para que escuchemos la llamada del Señor y con la gracia y la fuerza que Él nos da, sepamos responderle cada día. Roguemos al Señor. Te lo pedimos Señor.

Por todos los difuntos de manera particular aquellos a quienes encomendamos y que nadie recuerda, para que el Señor les conceda el descanso eterno. Roguemos al Señor. Te lo pedimos Señor.

Y los unos por los otros, para que estemos dispuestos como la Virgen, siempre a responder he aquí la esclava del Señor, hágase en mi segundo tu Palabra. Roguemos al Señor. Te lo pedimos Señor.

Escucha Padre Santo estas súplicas y aquellas que han quedado en nuestros corazones, pero que Tú conoces. Te las presentamos por Jesucristo tu Hijo, nuestro Señor. Amén.

Oremos hermanos con la oración que el mismo Señor Jesús nos enseñó.

Padrenuestro que estás en el cielo
santificado sea tu nombre.
Venga a nosotros tu reino.
Hágase su voluntad,
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día.
Perdona nuestras ofensas,
Como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden.
No nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal. Amén.

Hermanos todos aquellos que no han podido acercarse a recibir a Jesús Sacramentado pueden hacer la comunión espiritual rezando la siguiente oración.

Creo, señor mío, que estás realmente presente en el Santísimo Sacramento del Altar, te amo sobre todas las cosas y deseo ardientemente recibirte dentro de mi alma, pero no pudiendo hacerlo ahora sacramentalmente, ven al menos espiritualmente a mi corazón y como si tuviese recibido me abrazo y me uno todo a ti, oh, Señor no permitas que me separe de ti. Amén.

No quiero terminar este encuentro dominical sin felicitar a todos aquellos hermanos nuestros que han terminado sus carreras universitarias en distintas carreras. Nos unimos a su alegría por haber culminado el esfuerzo de tantos años, y le pedimos al Señor para que en esta nueva etapa que van a comenzar, les de la fuerza y la luz para que puedan seguir siendo testigos suyos. No los mencionamos porque no queremos que se quede nadie, pero todos nuestros hermanos que han terminado y están terminando su carrera universitaria, pues que sepan que los tenemos presentes y nos unimos a su alegría y a su gozo.

A todos que disfruten del domingo, como siempre que lo puedan disfrutar en familia, con la familia, aprovechando este tiempo que quizás en otro momento de la semana no tienen. Y no me canso, me dirán que siempre digo lo mismo, pero no me canso, recuerden a sus amigos que por cualquier razón están solos y necesitan la acogida, el calor del hogar, de la familia; sean ustedes su familia, acójanles, lo más importante no es lo que podamos darle, es como podamos acogerlos y hacerles sentir ese calor familiar que tanto hace falta.

Que la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo, descienda sobre ustedes, sus familiares y sus amigos, y los acompañe siempre. Amén.

Les ha hablado el padre Rafael Ángel, de la Catedral de Santiago de Cuba, hasta la próxima si Dios quiere.

Con mucho gusto hemos realizado este programa para ustedes desde la Oficina de Medios de Comunicación, de la Arquidiócesis de Santiago de Cuba.
Guion, grabación, edición y montaje, Erick Guevara Correa.
Dirección General, María Caridad López Campistrous.
Fuimos sus locutores y actores, Maikel Eduardo y Adelaida Pérez Hung.
Somos la voz de la Iglesia católica santiaguera que se levanta para estar contigo…Irradia…

(Música, Pescador de hombre, Athenas)

SHARE IT:

Comments are closed.