Carta anunciando a los fieles la misa de exequias donde se reinhumarán los restos mortales de Mons. Pedro Claro Meurice Estíu
Queridos hermanos y hermanas.
Fieles laicos, religiosas y religiosos, sacerdotes, pueblo de Santiago de Cuba y aquellas personas que conocieron y compartieron, con nuestro recordado y querido arzobispo Mons. Pedro Claro Meurice Estíu, su preocupación y desvelo por el bien de las almas, de la Iglesia y de Cuba, para comunicarles que el miércoles 12 de julio próximo, a las 6:00 pm se celebrará una misa de exequias y se procederá a reinhumar, en la Santa Basílica Metropolitana Iglesia Catedral de Santiago de Cuba, sus restos mortales.
Recordemos las palabras en la que les daba la triste noticia de su fallecimiento, el día 21 de julio de 2011.
“En medio de la pena por su partida nos invade también el sentimiento de gratitud por haberle conocido y trabajado al lado de él. Fue un sacerdote y obispo digno, hombre de Dios y de Iglesia, de fe y oración intensa, muy cercano a su pueblo con el que quiso compartir su vida. Murió rodeado de cariño, entregándose a Dios al amparo de Ntra. Sra. de la Caridad del Cobre, consciente de que el encuentro con el Padre se acercaba”.
Estos mismos sentimientos de gratitud y justicia hacen que depositemos sus restos en el Templo Madre de esta Iglesia de Santiago de Cuba, desde donde él nos santificó con los sacramentos, nos iluminó con la Palabra de Dios y nos cuidó y defendió como el rebaño que Dios le había confiado. Esta acción es una manera de hacerlo presente como ejemplo de pastor digno de imitar a las próximas generaciones de cristianos y cubanos.
Les convoco a hacer lo posible para participar comunitariamente en esta Santa Misa, en esta acción de gracias por el don de su vida. En ella le encomendaremos al Señor y pediremos por su familia, por nuestra querida arquidiócesis y por todo nuestro pueblo que él siempre puso en manos de la Virgen de la Caridad para confiarlo a su Hijo Jesús, como lo expresó en la Plaza Antonio Maceo cuando dirigiéndose a la Virgen dijo: “Y tu nombre será nuestro escudo, nuestro amparo tus gracias serán”. Esa es nuestra confianza.
Con mi bendición