¡Cómo no agradecer!

Por. Rafael de Jesús Castellanos Díaz

Queridos Hermanos y Hermanas, muy Buenos Tardes:

Me imagino que los que me conocen estarán asombrados de verme parado aquí y pensaran que alguien me dijo que tenía que decir unas palabras en nombre de nosotros, déjenme aclararles que no fue así, fui yo el que pedí decir algo. También se extrañarán de esto porque no acostumbro hacer algo así, pero es por obra y gracia del Espíritu Santo.

En octubre del 2020 en un Encuentro de Coordinadores se habló por primera vez sobre el Ministerio del Catequista. El 5 de abril del 2021 se crea un grupo en WhatsApp entre los coordinadores llamado Ministerio de Catequistas (ahí estaba Nirvia Blanco, catequista de la Purísima Concepción en la Maya, quien lamentablemente falleció víctima de la Covid-19). En esos días Giovanna (coordinadora diocesana de la catequesis) comento que este Ministerio más que un privilegio era un compromiso y yo le respondí que no era un compromiso sino un gran compromiso con:

  1. Dios, que fue quien nos escogió para esta labor.
  2. La Iglesia, específicamente la cubana, y particularmente la Diócesis.
  3. La Comisión Diocesana de Catequesis.
  4. La Parroquia
  5. La Comunidad
  6. Los niños que van a la Catequesis, que como me gusta decir: “Son los protagonistas de la catequesis”.

 En dicho grupo en WhatsApp empezamos nuestra formación con unas fichas que nos enviaba la Hermana Soledad, así estuvimos hasta Julio. Nos tomamos unas vacaciones, en Noviembre del 2021 pasamos el Primer Nivel de la Escuela de Formación para Catequistas del Centro Marista de Pastoral de Cienfuegos, luego en Febrero de este año pasamos el Segundo Nivel y recientemente en Mayo y Junio pasamos el Tercer y último Nivel. En ese período las hermanas que no tenían la especialidad de Catequesis del IPPS, también lo culminaron. En Febrero de este año iniciamos un Diplomado titulado: Nuevo Directorio para la Catequesis y el Ministerio de Catequista (el plato fuerte) dado entre la Universidad Católica de Honduras y la Fundación Ramón Pane el cual concluimos en Julio.

Aclarar que al principio éramos varios en el grupo en WhatsApp pero al final quedamos seis, los que acabamos de recibir el Ministerio. Todo este tiempo hemos tenido alguna que otra dificultad por ej. en el Diplomado que era virtual y al principio no nos podíamos conectar para ver las Conferencias, hubo Módulos más fáciles, otros más difíciles, pero gracias a Dios y a la ayuda entre todos logramos superar todas esas dificultades. Todo este tiempo de formación nos ha permitido adquirir conocimientos o como me gusta decir “herramientas” para realizar mejor nuestra labor de catequesis. Y también conocernos, relacionarnos más entre nosotros, como un verdadero equipo.

Queremos agradecer en primer lugar a Dios; a Monseñor Dionisio porque siempre estuvo pendiente de nuestra formación, se preocupó, ocupo y ayudo porque pasáramos el Diplomado; a la Hermana Soledad que siempre nos acompañó, ayudo y estuvo apoyándonos desde el punto de vista espiritual y dándonos ánimo; al Padre Héctor y a la Hermana María del Carmen (quien falleció hace poco) que estuvieron a cargo de las carpetas de catequesis, al Hermano Marista Héctor Avalos Gil; a los profesores que tuvimos en el Diplomado (lamentablemente el también Hermano Marista Balbino Juárez falleció), dentro de ellos especialmente al Hno. Ricardo Grzona, frp, Presidente de la Fundación Ramón Pane y uno de los mejores oradores y muy especialmente al Hno. Eduardo Pineda que, aunque no nos dio ningún Módulo fue el coordinador y siempre estaba “a la orden” con deseos de ayudar especialmente a los catequistas cubanos. Dicho Diplomado llevaba un Trabajo Final (es una especie de Tesis) y cuatro de nosotros (Ana Virgen, Poll, Keyla y yo) queremos agradecer a nuestra Tutora: Ana Lilia (mexicana) que nos acompañó durante el mismo, quien desde la primera reunión se mostró con muchos deseos de ayudar y nos trató como si nos conociéramos desde hace tiempo y a nuestros familiares que viven con nosotros quienes también, desde el comienzo, nos apoyaron y animaron.

Quiero agradecer particularmente a todas las personas que han tenido que ver conmigo durante todos estos años que he sido catequista, nos los menciono para que no se me quede nadie.

Agradecerles a todos ustedes por haber venido.

Por ultimo quiero dedicar este Ministerio a alguien que es muy importante para mí, a alguien que en una ocasión tuvo un gesto que nunca olvidare (en la comunidad que yo empecé: Nuestra Señora de Belén la inmensa mayoría eran mujeres y los únicos hombre éramos el esposo de quien dirigía la comunidad y yo y para un Día de las Madres quise regalarle una postal a cada mujer, le pedí que me ayudara y aun sin ser de su comunidad, me dijo que si, fui a su casa y en una noche hizo esas postales), alguien que me enseño mucho en la catequesis no solo con lo que me decía sino con su ejemplo, alguien a quien quise como una madre aunque por la diferencia de edad no podía serlo (le decía: los niños de la catequesis son tus hijos más chiquitos pero yo soy tu hijo mayor), alguien a quien muchos de ustedes conocieron. Invite a parte de su familia (madre y dos de sus hijas) pero no pudieron venir. Me imagino que ya todos ustedes saben a quién me estoy refiriendo y es a Marta Sang Herrera, más conocida como Martica. 

Le pedimos que continúen acompañándonos con la oración para que podamos llevar a cabo el compromiso que acabamos de contraer, les reitero las gracias y que Dios los bendiga a ustedes y a sus familias.

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