MES DE LA BIBLIA MES DE LA BIBLIA
LECTURA PERSONAL DEL EVANGELIO DE SAN MATEO
ALGUNAS ORIENTACIONES
Busca el mejor momento del día y el mejor lugar de la casa para leer atentamente un capítulo de este Evangelio.
Hago silencio, exterior e interior. Contemplo al Señor que me quiere, me acoge, me escucha, me habla…
¡!!ESPECIAL ATENCION!!!
En cada capítulo del Evangelio, pongo especial atención y me fijo en:
1. LO QUE DICE JESUS: sus palabras, sus expresiones, su MENSAJE.
2. LO QUE HACE JESUS: sus gestos, sus miradas, sus modos de actuar y comportarse con la gente…, sus sentimientos…
3. LO QUE ME DICE A MI HOY ESTA CAPITULO DEL EVANGELIO: Mensaje para mi vida, para mi situación personal, familiar, laboral, social, económica, en la comunidad…
Y UN PEQUEÑO COMPROMISO para la vida después de la lectura de cada Capítulo del Evangelio de San Mateo.
Y doy gracias al Señor por haber recibido el mensaje de su Palabra.
Evangelio según Mateo
Capítulo 15
Discusión con algunos escribas y fariseos
1Entonces se acercaron* a Jesús algunos escribas y fariseos de Jerusalén, diciendo: 2«¿Por qué Tus discípulos quebrantan la tradición de los ancianos? Pues no se lavan las manos cuando comen pan».
3Jesús les preguntó: «¿Por qué también quebrantan ustedes el mandamiento de Dios a causa de su tradición?». 4«Porque Dios dijo: “Honra a tu padre y a tu madre”, y: “Quien hable mal de su padre o de su madre, que muera”. 5Pero ustedes dicen: “Cualquiera que diga a su padre o a su madre: ‘Es ofrenda a Dios todo lo mío con que pudieras ser ayudado’, 6no necesitará más honrar a su padre o a su madre”. Y así ustedes invalidaron la palabra de Dios por causa de su tradición. 7¡Hipócritas! Bien profetizó Isaías de ustedes cuando dijo:
8 “Este pueblo con los labios me honra,
Pero su corazón está muy lejos de Mí.
9 Pues en vano me rinden culto,
Enseñando como doctrinas preceptos de hombres” ».
Lo que contamina al hombre
10 Llamando junto a Él a la multitud, Jesús les dijo: «Oigan y entiendan: 11no es lo que entra en la boca lo que contamina al hombre; sino lo que sale de la boca, eso es lo que contamina al hombre». 12Entonces, acercándose los discípulos, le dijeron*: «¿Sabes que los fariseos se escandalizaron cuando oyeron Tus palabras?». 13Pero Él contestó: «Toda planta que Mi Padre celestial no haya plantado, será desarraigada. 14 Déjenlos; son ciegos guías de ciegos. Y si un ciego guía a otro ciego, ambos caerán en el hoyo».
15 Entonces Pedro dijo a Jesús: «Explícanos la parábola». 16Jesús les dijo: «¿También están ustedes aún faltos de entendimiento? 17¿No entienden que todo lo que entra en la boca va al estómago y luego se elimina? 18Pero lo que sale de la boca proviene del corazón, y eso es lo que contamina al hombre. 19Porque del corazón provienen malos pensamientos, homicidios, adulterios, fornicaciones, robos, falsos testimonios y calumnias. 20 Estas cosas son las que contaminan al hombre; pero comer sin lavarse las manos no contamina al hombre».
Jesús sana a la hija de una cananea
21 Saliendo Jesús de allí, se retiró a la región de Tiro y de Sidón. 22Entonces una mujer cananea que había salido de aquella región, comenzó a gritar: «Señor, Hijo de David, ten misericordia de mí; mi hija está terriblemente endemoniada». 23Pero Él no le contestó nada. Y acercándose Sus discípulos, le rogaban: «Atiéndela, pues viene gritando tras nosotros». 24Y Jesús respondió: «No he sido enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel». 25Pero acercándose ella, se postró ante Él, diciendo: «¡Señor, ayúdame!». 26Y Él le dijo: «No está bien tomar el pan de los hijos, y echárselo a los perrillos». 27Ella respondió: «Sí, Señor; pero también los perrillos comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos». 28Entonces Jesús le dijo: «Oh mujer, grande es tu fe; que te suceda como deseas». Y su hija quedó sana desde aquel momento.
Jesús sana a muchos junto al mar de Galilea
29 Pasando Jesús de allí, vino junto al mar de Galilea, y subiendo al monte, se sentó allí. 30Y vinieron a Él grandes multitudes trayendo consigo cojos, lisiados, ciegos, mudos y muchos otros enfermos y los pusieron a Sus pies y Él los sanó; 31de modo que la muchedumbre se maravilló al ver que los mudos hablaban, los lisiados quedaban restaurados, los cojos caminaban y los ciegos veían; y glorificaron al Dios de Israel.
Alimentación de los cuatro mil
32 Entonces Jesús, llamando junto a Él a Sus discípulos, les dijo: «Tengo compasión de la multitud, porque ya hace tres días que están aquí y no tienen qué comer; y no quiero despedirlos sin comer, no sea que desfallezcan en el camino». 33Y los discípulos le dijeron*: «¿Dónde podríamos conseguir en el desierto tantos panes para saciar a una multitud tan grande?». 34«¿Cuántos panes tienen?», les preguntó* Jesús. Ellos respondieron: «Siete, y unos pocos pececillos».
35Y Él mandó a la multitud que se sentara en el suelo; 36tomó los siete panes y los peces, y después de dar gracias, los partió y empezó a darlos a los discípulos, y los discípulos a las multitudes. 37Comieron todos y se saciaron; y recogieron de lo que sobró de los pedazos, siete canastas llenas. 38Los que comieron fueron 4,000 hombres, sin contar las mujeres y los niños. 39Después de despedir a la muchedumbre, subió a la barca y se fue a la región de Magadán.