Iniciado el curso en el Seminario San Basilio Magno
Este lunes, en la mañana, ha quedado inaugurado el curso del Seminario Arquidiocesano “San Basilio Magno en Santiago de Cuba. Es este un acontecimiento que reúne cada año a la iglesia santiaguera; pero esta vez la circunstancia impuesta por la COVID-19, obligó a un horario y fecha también diferente, así como a una restricción en el número de participantes. Aun así, fue una celebración en la que se compartió lo esencial: la alegría y la esperanza que nos infunde el ver a estos jóvenes que han dicho si a la llamada del Señor.
La misa inaugural, presidida por Mons. Dionisio García Ibáñez, Arzobispo de Santiago de Cuba, junto al Rector de la institución, P. Martín Chavarría, de la Hermandad de los Operarios Diocesanos, contó con la participación del clero santiaguero y del P. Gustavo Cuneo, también Operario Diocesano, recién llegado a Santiago de Cuba. Participaron además religiosos, religiosas, algunos laicos.
La liturgia de este día hace memoria de San Andrés Kim, presbítero y San Pablo Chong y compañeros mártires. Y fue precisamente el ejemplo de estos hombres, cuya historia nos llega desde Asia, que conocieron a Jesús por la enseñanza de unos misioneros y que luego fueron a enseñar y a vivir en una tierra en la que no era conocida la doctrina cristiana, la que utilizó Mons. Dionisio García como hilo conductor en la homilía para ayudar a los presentes a descubrir la acción del Espíritu en la historia de los hombres y del mundo, también en nosotros.
¡Que magnífico ejemplo para ayudarnos a mirar nuestra historia, la de nuestra patria y nuestra iglesia, e intentar desentrañar lo que Dios quiere decirnos hoy, a la luz de la Palabra!
¡Cuánta esperanza nos trae en momentos como estos ver a estos jóvenes, venidos de diversas diócesis de Cuba y que, como ha dicho Mons. Dionisio en su homilía, han sido escogidos por el Señor para seguir construyendo, reparando lo destruido o dañado!
Es una nueva etapa que comienza en un contexto tan difícil como aquel en el que termino el curso anterior. De hecho, algunos seminaristas no han podido llegar porque aún están en recuperación post Covid, pero el curso ha comenzado. Estos jóvenes cuentan con el apoyo de sacerdotes, religiosas, jóvenes amigos, formadores y profesores, la oración de esta Iglesia que peregrina en Santiago de Cuba, y la de todos los que en cada rincón de esta isla se unen, a esta intención.