DIA 5 DE SEPTIEMBRE 2021

AÑO 1855

Día 5. En este tiempo sigue realizando la cuarta Visita pastoral a las parroquias de Santiago de Cuba. En carta a don Eugenio García, cura interino de la Parroquia Santísima Trinidad, le dice: “Habiendo visto estos libros en que se asientan las partidas de bautismos, matrimonios y entierros de blancos, pardos y morenos, correspondiente a la iglesia Parroquial de la Santísima Trinidad, y fueron presentados en Visita por su cura interino Don Eugenio García, dijo: que lo había y hubo por visitados, disponiendo se devuelvan al expresado Cura para que continúe en ellos el asiento de las partidas; y su Excelencia echase de ver que muchos de los que han muerto en esa feligresía solo recibieron los Sacramentos de Penitencia y Extremaunción, y esto ha afectado su alma; por ello debía mandar y mandé: que el Cura mencionado despliegue una singular vigilancia, para que los enfermos reciban a su tiempo el Santísimo viático, e igualmente se le encarga vigile hasta conseguir se exterminen en su feligresía los amancebamientos, exhortando a las personas que viven en tan miserable estado, valiéndose para ello de todos los medios que le sugiera el celo y la prudencia”.

AÑO 1856

Día 5. Da comienzo su cuarta Visita Pastoral a todas las parroquias de la Ciudad.

Obrero del Evangelio. EL REDACTOR. CUBA 2 DE SETIEMBRE DE 1856. (…)
La importancia que creemos encierra el editorial de La Prensa [periódico de La Habana] del 22 [de agosto], y del que hicimos ayer algunas reflexiones, nos obliga a reproducirlo en las columnas de este periódico.
Otro de los motivos que nos hacen reproducir el editorial de nuestro apreciable colega, es la justicia que en él se hace a la sublime abnegación, al constante anhelo de nuestro muy amado Pastor el Excmo. e limo Sr. D. Antonio María Claret y Clará por difundir en todas las clases los sanos principios de la moral religiosa. Obrero del Evangelio, solo piensa en esparcir la luz de la verdadera y sólida ilustración: padre amoroso, ocúpase constantemente del bienestar de sus ovejas, que ven en él el guía seguro que solo trata de conducirlos por el sendero de la piedad cristiana, única que conduce a la verdadera felicidad en esta vida.

(El Redactor, Miércoles 3 de Setiembre de 1856, año 23, n. 411, p.2, col. 3)