TRAS LAS HUELLAS DE CLARET EN CUBA
DIA 26 DE ABRIL 2021
DE LOS MEDIOS QUE EL SEÑOR ME DIO A CONOCER PARA TRABAJAR PARA LA MOYOR GLORIA DE DIOS Y LA SALVACION DE LAS ALMAS
Si queremos conocer más de cerca la experiencia que el Arzobispo Antonio María Claret está viviendo en los dos meses de Misionero en Puerto Príncipe… es vital saber cuáles eran sus verdaderas motivaciones.
Estimulado a trabajar para la mayor gloria de Dios y salvación de las almas, como he dicho hasta aquí, diré ahora de qué medios me valí para conseguir este fin, según el Señor me dio a conocer como más propios y adecuados.
PRIMER MEDIO: LA ORACION
El primer medio de que me he valido siempre y me valgo es la oración. Este es el medio máximo que he considerado se debía usar para obtener la conversión de los pecadores, la perseverancia de los justos, y el alivio de las almas del purgatorio, y por eso en la meditación, en la misa, rezos y demás devociones que practicaba y jaculatorias que hacía, siempre pedía a Dios y a la Santísima Virgen María estas tres cosas (264)
“No solo oraba yo, sino además pedía a otros que orasen, como las monjas, Hermanas de la Caridad Terciarias y a todas las gentes virtuosas y celosas” (Aut. 265)
ORACION APOSTOLICA DE SAN ANTONIO MARIA CLARET
!Oh Dios mío y Padre mío!
Haz que te conozca y te haga conocer,
Que te ame y te haga amar,
Que te sirva y te haga servir,
Que te alabe y te haga alabar
De todas las criaturas.
Dame, Padre mío,
Que los pecadores se conviertan,
Que los justos perseveren en gracia
Y que todos consigamos la gloria eterna.
Amén
SEGUNDO MEDIO: EL CATECISMO A LOS NIÑOS
“La primera cosa que procuraba era la instrucción de los niños en la Doctrina cristiana, ya por afición que siempre he tenido a esta clase de enseñanza, ya también porque conocía que es lo más principal, por ser el Catecismo el fundamento de este edificio de la instrucción religiosa y moral. Además los niños lo aprenden fácilmente, se les queda más impreso; se les preserva del error, del vicio y de la ignorancia y se les forma en la virtud muy fácilmente, por ser más dóciles que los adultos. En los niños solo hay que arrancar y plantar. Hay además otra ventaja, que con los niños se conquista a los grandes, y con los hijos a los padres, porque los hijos son pedazos del corazón de los padres. Además, dándoles en premio de su asistencia y aplicación alguna estampita, los padres y los adultos las leen en casa por curiosidad, y no pocas veces se convierten, como lo sé por experiencia” (Aut.275)