SEMILLERO DE VOCACIONES MISIONERAS

Por: Mirurgia Aguilera La O, OMMI

La Infancia y Adolescencia Misionera (IAM) es un Semillero de Vocaciones Misioneras. Qué mejor lugar para que surjan vocaciones para la misión, que aquel en el que desde pequeños se aprende cuánto hay de bueno en el Evangelio.

Es la IAM quien ayuda a despertar progresivamente una conciencia misionera universal; donde se profundiza en la fe, se fomenta una íntima unión con Cristo, es también en la IAM donde se proyectan acciones misioneras y se realiza una formación comunitaria que ayuda al crecimiento personal, en los valores eclesiales y sociales.

En la perspectiva y en la urgente necesidad de un despertar misionero, no nos sorprende la decisión del Director de las OMP en Cuba, el Padre Yosbel Lazo Cordero, de vivir una experiencia en esta Semana Santa, con cuatro jóvenes de la Arquidiócesis de Santiago de Cuba. Todos ellos fueron miembros de la IAM y actualmente son asesores parroquiales de esta Obra y misioneros líderes.

Esta gran propuesta de participar en el gran Misterio Pascual, centro de nuestra vida cristiana, esta vez en la Casa Pastoral San José Obrero, resultó importante para estos jóvenes con inquietud vocacional, pues contribuyó a ayudarlos a descubrir y a vivir de una manera sencilla, pero concreta, creativa y eficaz, que ellos son auténticos protagonistas de la misión.

Fue una gran oportunidad para vivir momentos intensos de oración y meditación, trabajar en equipo, participar en las celebraciones comunitarias, ver materiales y películas, de corte misionero. Esta experiencia, sin lugar a dudas, profundizó en su vida de fe, en su sentido de pertenencia eclesial y en sus relaciones sociales y fraternales.

El Director de las OMP, apuntó: que en la IAM, la iglesia, ve reflejado su futuro, donde comienza a gestarse un mañana que se prepara hoy. Ningún lugar para educarse y asumir los valores del Evangelio, que el que propone un rico camino de maduración cristiana y misionera que los llevará a realizar una gran labor evangelizadora.
Cuatro jóvenes de la Arquidiócesis de Santiago de Cuba pueden ser para todos y en especial para otros jóvenes, un referente de compromiso y esperanza.

Esta novedosa y creativa idea de las OMP, puede cambiar la realidad de nuestra iglesia local que lleva más de dos años sin ordenar nuevos sacerdotes y un buen tiempo sin seminaristas santiagueros. La experiencia de esta Semana Santa y las vidas de estos jóvenes constituyen la prueba palpable de que en el corazón donde ha entrado Dios, surgirán semillas de vocaciones misioneras al calor de la IAM.

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