Carta por el Día del Seminario
Queridos hermanos y hermanas.
El próximo viernes 19 de marzo, celebramos la Fiesta de San José, esposo de la Virgen María, a quién Dios confió el cuidado y la educación de su Hijo único, Ntro. Señor Jesucristo. Por tal motivo le consideramos el Patrono de la Iglesia Universal. Este año, debido a las restricciones sanitarias, el culto público está restringido, pero eso no impide que cada uno de nosotros desde nuestros hogares le rindamos el culto de veneración que él se merece y le pidamos que cuide de nuestros hijos como hizo con el Niño Jesús y que proteja a la Iglesia de todas las asechanzas del maligno.Los obispos cubanos, desde hace 3 años, hemos escogido el Día de San José para dar inicio a la Colecta por el Seminario que se extenderá durante todo el mes de abril.
Sabemos que a nuestros futuros sacerdotes se les debe proporcionar la adecuada educación y preparación para que sean sacerdotes santos y que puedan desempeñar con dignidad su ministerio, de servidores y guías del Pueblo de Dios.
También sabemos, por experiencia personal y familiar, lo costoso que es sostener un centro de estudios superiores: Formadores y profesores, servicios, mantenimiento del edificio, alimentación y aseo, biblioteca, etc. Sostener el seminario es responsabilidad de todos los católicos. La iglesia no recibe ninguna ayuda de parte del Estado para sostener sus obras. Gracias a las ayudas iglesias hermanas de otros países cubrimos parte de los gastos, pero es justo que hagamos un esfuerzo, pues sobre nosotros debe caer el mayor peso, ya que somos los primeros beneficiados por la labor que realiza el seminario y los primeros responsables de su sostenimiento y buen funcionamiento.
Como todos los años, el día de San José y los domingos siguientes se repartirán los sobres para que, responsablemente y según sus posibilidades, cada uno de nosotros haga su contribución, siempre de carácter anónimo, y lo entregue en la comunidad. La colecta se extenderá por todo el mes de abril.
Sabemos las dificultades económicas y de restricciones sanitarias por las que estamos pasando, no obstante, debemos hacer el esfuerzo y ser generosos, Dios lo pagará y su beneficio redundará sobre nosotros mismos.
Este año quiero hacer tres peticiones:
1. Que cada miembro de la comunidad se lleve varios sobres, para los diferentes miembros de la familia, aún para los pequeños y jóvenes, para que vayan tomando conciencia de que es deber de todos sostener las obras de la Iglesia.
2. Llevarnos también varios sobres, para hacérselo llegar a conocidos nuestros o vecinos que, tal vez no asistan regularmente al templo, pero se sienten miembros de la Iglesia o cercanos a ella. Así le estamos dando la oportunidad de expresar su cercanía y expresar su agradecimiento. Esta colecta se puede convertir en un evento misionero.
3. Debido a las restricciones por el COVID, los encuentros comunitarios están muy limitados. Si todos, cada uno desde su familia, hogar y vecindario, nos damos a la misma tarea, esta colecta será expresión de una comunidad viva y unida a pesar de las dificultades.
Con mi bendición para Ustedes y sus familias.
+ Dionisio
Santiago de Cuba, 14 de marzo de 2021