Por: Giovanna Tames Miraglia

Iluminados por la parábola del sembrador, este miércoles 27 de octubre comenzó la lectio divina para los niños de nuestras comunidades. La cita fue en la iglesia de Santa Lucía a partir de las 5.30 pm, adonde acudieron niñas y niños de las catequesis de la Santísima Trinidad, Santa Lucía, Catedral, María Auxiliadora, Cristo Rey, Cristo de la Salud, San Pedrito y La Anunciación.

Llegaron acompañados por sus catequistas, responsables de la IAM y familiares, y muy animados al ser protagonistas de un espacio creado para ellos donde el ser iglesia alimentada por la Palabra de Dios era lo más importante. La entronización de la Biblia estuvo distinguida por tres generaciones representadas en un pequeño, un padre y una abuela, como símbolo del compromiso que tenemos todos de trasmitir la Palabra de Dios especialmente desde las familias.

Los seminaristas, catequistas y asesores de la IAM habían estado organizando desde días antes el encuentro, para poder seguir la metodología de la lectio adecuándola a las edades y características de nuestros niños. Por ello no faltaron los cantos, las dinámicas, los dibujos, que enriquecieron la meditación, la contemplación, la oración y que conllevaron a un compromiso personal marcado por las ganas de ser “buena tierra”.

Paralelamente al trabajo de los más chicos, sus familiares también pudieron vivir la experiencia de la lectio en un encuentro evangelizador y enriquecedor. Todos terminamos recibiendo una semillita, que nos recordará no solo la responsabilidad de escuchar, acoger la Palabra de Dios y dar frutos (Mc.4, 20), sino también el amor del Padre que no cesa de anunciárnosla como buen sembrador.