Santiago de Cuba, sede del Encuentro Regional de Directores Nacionales de Obras Misionales Pontificias (OMP) y Secretarios Nacionales de Infancia y Adolescencia Misionera (IAM).

Por: Mirurgia Aguilera La O 

El encuentro regional de Directores Nacionales de OMP y Secretarios de  la IAM organizado por la Región América del Norte, Centroamérica y El Caribe coordinada por el P. Yosbel Lazo, Director Nacional de Cuba, concluyó el pasado 24 de agosto en El Cobre- Santiago de Cuba, con la participación de 9países de la Región (Canadá, EUA, México, Guatemala, Honduras, EL Salvador, Panamá, Costa Rica y Cuba).

El tema de la formación misionera fue protagonista en este Encuentro Regional que tuvo como lema Bautizados y Enviados. Los Directores y Secretarios participantes reflexionaron sobre la importancia de la misión y la evangelización, se abogó por la actualización de los temas de formación, adaptándolos a  la realidad de cada uno de los países y a la nueva cultura de comunicación, sin perder la raíz del mensaje cristiano. Se concluyó con importantes frutos para llevar adelante la misión en todos los ámbitos, promover las vocaciones misioneras y fomentar la conciencia de la misión profética en la sociedad.

La clausura contó con una celebración presidida por Mons.  Dionisio García Ibáñez, Arzobispo de Santiago de Cuba, durante su homilía recordó, que la Iglesia es misionera por naturaleza y que la actividad misionera es el paradigma de toda obra de la iglesia. En nuestros días la misión no consiste únicamente en ser misioneros en otras tierras; hoy en el presente de nuestras propias vidas, en nuestros países, testimoniar el evangelio en nuestro estado de vida significa ser misioneros.

El Papa se hizo presente en el encuentro a través de las palabras de sor Roberta Tremarelli, Secretaria Internacional de la IAM, quien transmitió el mensaje del Santo Padre, refiriéndose a las OMP como un instrumento pastoral cuyo contenido es educar en la espiritualidad misionera: orar, compartir, trabajar juntos y tener a Jesús como centro de nuestras vidas. Con un lenguaje sencillo y pedagógico la Secretaria Internacional de la IAM animó a los participantes a seguir adelante con gran empeño, alegría y confianza, hacer un itinerario, un proceso de comunicación con contenido para formar misioneros católicos, de modo que se renueve la vida eclesial y ésta sea cada vez más misionera.