Por: Heddy Hernández 

Arquidiócesis de Santiago de Cuba, 21 de febrero de 2019 / Elsa Castillo nos dijo adiós y partió a la casa del Señor. La noticia tomó a todos por sorpresa, pues el día antes estuvo como siempre ocurrente y con la sonrisa a flor de labios, enseñado a los enfermos que visitaba que Jesús se nos de forma gratuita para nuestra salvación.

Elsa, fue la madrina escogida por muchos catecúmenos, la que siempre derrocha alegría con sus actuaciones en el grupo de la tercera edad; querida por todos su labor misericordiosa por muchos años; atenta a su familia, parroquia, comunidad.

Ante el dolor que sentimos todos sus amigos y familiares, pedimos al Señor por su eterno descanso; recordando siempre las palabras que la animaban en su actuar: donde está Jesús no puede haber temor.