Esta es la joven delegación de la Iglesia santiaguera
Por: P. Eduardo Redondo (asesor de Pastoral Juvenil) y Rosario Vázquez (comunicadora Pastoral Juvenil)
Arquidiócesis de Santiago de Cuba, 13 de enero de 2019 / El sábado 12 de enero, en la Casa de Retiros y Convivencias del Santuario de Nuestra Señora de la Caridad del Cobre, monseñor Dionisio García, arzobispo de Santiago de Cuba, convocó a una jornada de oración preparatoria a los 58 jóvenes santiagueros que participarán en la XXXIV Jornada Mundial de la Juventud que se celebrará del 22 al 27 de enero en Panamá.
La Jornada que invita a una especial mirada a María, nuestra Madre, tiene como lema “He aquí la sierva del Señor, hágase en Mi según Tu Palabra” y permitirá el encuentro de la mayor representación de la historia de la Pastoral Juvenil arquidiocesana y nacional, con el Santo Papa Francisco y la juventud del mundo. La delegación santiaguera está enriquecida con jóvenes de todas las parroquias y de los movimientos juveniles lasallistas y focolares.
Desde el pasado mes de octubre, los jóvenes tuvieron encuentros catequéticos y formativos, que les posibilitarán estar en sintonía con la juventud mundial y hacer un proceso personal y grupal hacia el mayor evento de la juventud católica. En este sentido, Monseñor, propuso dos textos bíblicos que apoyaran el discernimiento entorno a la vida y el compromiso en la Iglesia y en la sociedad. La participación de los jóvenes fue intensa, personal y profunda.
Posteriormente, en conversación con el Arzobispo, los jóvenes expusieron sus experiencias y se refirieron a la necesidad de crecer en el encuentro personal con Jesús, descubrir Su presencia en el hermano, perder el miedo y amar sin medidas. También agradecieron a Dios la posibilidad que regala de vivir esta experiencia, pues casi siempre miramos más las dificultades que las gracias recibidas.
Después del almuerzo, mientras se daban las últimas recomendaciones a tener en cuenta para el viaje, ya podía sentirse la emoción de los “pejoteros”. Al final Mons. Dionisio con su jovialidad acostumbrada supo ganarse el corazón de los muchachos invitándolos a vivir a plenitud la experiencia de Panamá junto al Papa y los jóvenes del mundo, sabiendo que esta delegación representará muy bien a la Iglesia joven santiaguera.