Por: Dunia Pascaud 

Los repasos escolares, más que un proyecto, es una realidad que fructifica para el bien de los niños, las familias y las comunidades.

Gracias a ese crecimiento fecundo y las ansias de trabajar de muchas personas, a un año de iniciados los repasos en la comunidad Cristo Rey del poblado El Cristo, se unieron a esta iniciativa dos casas de misión, llevando de la mano la instrucción y educación: Carretera de las Minas y Tordera, tienen ya “escuelitas de repaso”.

El estado de opinión es favorable y la colaboración espontánea. Los niños que asisten muestran gran interés, tanto así que ni la lluvia les detiene. Una de las maestras, Mireidis Danger, quien demuestra pasión por lo que hace expresó: “Me siento contenta, satisfecha porque veo que mis niños mejoran cada día”. Por su parte Aimara Maceira, maestra que imparte Valores, trasmitió el sentir de los padres, reconociendo en primer lugar cuánto de humano tiene esta labor con la que sus hijos han ido mejorando la calidad del aprendizaje, y el apoyo que significa para ellos en la realización de las tareas, así como en la trasmisión de los valores.

Educar e instruir son obras de infinito amor, que realizadas bajo la mirada de Dios y contando con su bendición tienen la mayor de las recompensas: “El que recibe a un niño en mi nombre, me recibe a mí, y el que me recibe a mí, recibe también al que me envió”, Lucas 9, 48.