La que nos lleva a Jesús
Por: Aliuska Ponce de León
Arquidiócesis de Santiago de Cuba, 31 de mayo de 2018 / El pasado sábado 26 de mayo llegaron al poblado del Cobre niños procedentes de las comunidades de Cristo Rey, San Pedro Apóstol y la Anunciación, que estuvieron a los pies de María para rogar a Dios por Cuba, por sus familias y la iglesia.
Fue una maravillosa jornada donde, a pesar de la fina llovizna, los pequeños tuvieron la oportunidad de recorrer los alrededores de la basílica y aprender más sobre aquella jovencita de Nazaret que un día venció el temor para dar el gran sí a Dios.
El origen del poblado del Cobre, el hallazgo de la imagen en la Bahía de Nipe y cómo la Virgen de la Caridad se convirtió en Patrona de Cuba, fueron historias que cautivaron a los niños. También hubo momentos para la risa cuando las dinámicas hicieron mover los cuerpos y hasta los catequistas recordaron los viejos tiempos, ésos en que también ellos hicieron travesuras.
Por último, la entrada al Santuario, el momento más especial. María en lo alto y Jesús, desde sus brazos, parecía como si nos dijera otra vez: “Dejad que los niños se acerquen, dejad que vengan a mí”. Varios ojitos inquietos recorrieron el templo y a cada pregunta surgía la explicación oportuna del catequista.
Después de orar regresamos a la ciudad con la certeza de que, tras nosotros, en medio de las montañas, la pequeña imagen de María sintetiza la historia de la redención humana y el sentir de una nación, pero, sobre todo, volvíamos con la convicción de que aquella Madre silenciosa continúa guardando las cosas en su corazón y llevándonos a Jesús.