Fiesta de Pentecostés: acción de gracias por la Vida Consagrada
Por: Hna. María de los A. Montell Castillo hs
Arquidiócesis de Santiago de Cuba, 23 de mayo de 2018 / Luego de una noche de vigilia, de preparación espiritual, unidas en oración a cientos de familias y a todo el pueblo de Cuba, que tanto dolor ha compartido en las jornadas siguientes al viernes 18 de mayo, las Hermanas Sociales nos dispusimos a recibir el Espíritu Santo, dejarle reinar en nuestros corazones.
En la eucaristía de la Fiesta de Pentecostés este domingo 20 de mayo, celebrada en la casa de todos los cubanos, el Santuario de Nuestra Señora de la Caridad del Cobre, presidida por Mons. Dionisio García Ibáñez, arzobispo de Santiago de Cuba, y el P. Ángel, las Hermanas Sociales agradecimos dones especiales para la Sociedad de las Hermanas Sociales: los 50 años de vida consagrada (bodas de oro) de las hermanas Mirtha Zayas, Nora Valdivia y Alejandra Esteva, y de la Hna. Lucía Montanche (ya en la casa del Padre), los 25 años de vida consagrada (Bodas de Plata) de la Hna. María de los Ángeles Montell Castillo, y los votos perpetuos de la Hna. Daylenis Álvarez.
Junto a todas las hermanas que vivimos en Cuba estuvo la Hna. Martha Andrascikova, una de las Consejeras Generales, familiares y amigos allegados, uniéndose en oración las hermanas de Puerto Rico que pertenecen al Distrito Cubano.
En la emotiva celebración, llena de alegrías y lágrimas; en la que el soplo del Espíritu se sintió cuando la joven de Campechuela, Karen del Pilar, pidió al Señor enviara su Espíritu sobre nosotros y Cuba. Mons. Dionisio en la homilía invitó especialmente a las todas las hermanas a que con el corazón lleno de ese espíritu “se dieran al pueblo, sirvieran al pueblo cubano”.
“Que mi vida sea como un espejo que refleje la bondad de Dios y el gozo de aquellos que Él ama”, es mi lema, que con gozo me dispongo a vivir como el día de mis primeros votos.