Llamados, no aislados
Por: Sergio Daniel Maceo Salcedo
Seminarista de la diócesis de Bayamo-Manzanillo
Arquidiócesis de Santiago de Cuba, 29 de noviembre de 2017 / El segundo Encuentro Vocacional del presente curso tuvo lugar el pasado sábado 25 de noviembre en el Seminario San Basilio Magno. Con el tema: “Vocación al Pueblo de Dios”, se dio continuidad al encuentro anterior.
Durante toda la jornada, se rezó, meditó y compartió, a la luz de la Palabra de Dios y de la enseñanza del Magisterio de la Iglesia, al respecto, profundizando en algunas temáticas fundamentales en todo proceso de discernimiento.
En un primer momento la meditación abordó la aceptación de sí mismo, una invitación a redescubrir nuestro llamado a la vida y a ser persona, a imagen y semejanza de Dios; a tomar conciencia de nuestra dignidad de hijos de Dios y a reconocerla y respetarla en el otro; a agradecer por las veces que Dios ha intervenido en nuestra historia, valiéndose de momentos buenos y difíciles, de las personas que nos rodean, para sacar la mejor versión de nosotros mismos. Una exhortación a aceptarnos con nuestras luces y sombras con la intención de irnos trabajando interiormente.
En un segundo momento, el tema presentado fue: “Dios que camina con el pueblo”. Un llamado de atención sobre el propósito de toda vocación, al servicio del Pueblo de Dios. Una misión que refleja la cercanía del Altísimo para con el hombre. Un Dios amigo que no nos abandona al sufrimiento o a nuestra suerte. Un Dios que se mantiene fiel a su alianza de Amor a pesar de nuestras caídas y cerrazón. Un Dios que, en Jesucristo, nos hace miembros activos de un solo cuerpo: Su Iglesia, signo visible de su proyecto de salvación.
En un tercer momento el “llamado a ser con los otros”. Una reflexión sobre nuestro ser en relación, que tiene su origen en el designio amoroso del Creador, y la concientización del papel de la comunidad cristiana: lugar de la llamada y a quien está dirigido el apostolado.
Participaron en el encuentro nueve jóvenes: cuatro de la diócesis de Guantánamo-Baracoa, cuatro de la diócesis de Santiago de Cuba y uno de la diócesis de Bayamo-Manzanillo; animados por los padres formadores del Seminario y algunos seminaristas, con el propósito de hacer un camino juntos en su discernimiento vocacional.