La Pastoral de la Salud en Baire conquista un verdadero espacio social
Por: Isabel Ferrer, Responsable parroquial de Pastoral de la Salud
Parroquia San Bartolomé, Baire, arquidiócesis de Santiago de Cuba, 8 de noviembre de 2017 / El equipo de Pastoral de la Salud de Baire con sus más de diez visitadoras de enfermos -de ellas, seis Ministras Extraordinarias de la Comunión-, va expandiendo su radio de acción en el mundo del dolor de la localidad.
Su trabajo semanal logra dar atención a más de 70 enfermos en sus casas -muchos de ellos son postrados o considerablemente longevos-. Labor a la que se les suma el Proyecto de Atención a niños enfermos crónicos: “Alegrando Corazones” que logra personalizar la atención a quince infantes afectados por patologías complicadas, cuyo beneficio también recae sobre sus padres, traducido en apoyo material, psicológico y espiritual.
Hoy las visitadoras baireras trascienden las fronteras de su poblado para llegar a enfermos en “Los Negros” y en el municipio de III Frente, particularmente en el poblado de “Matías”, mayor asentamiento poblacional de esa región serrana. Como novedad “las mensajeras de la alegría y la Esperanza”, acuden mensualmente al Hospital General Municipal, donde recorren todas las salas, no sólo para interactuar con los pacientes, sino también para crear vínculos de fraternidad con el personal que allí labora; por lo que siempre van preparadas con “dos buenos termos de Café caliente” que con amor ofrecen junto a estampitas y artículos religiosos a solicitud. No olvidan nunca el cantoral y la risa contagiosa que hace menguar hasta el más insistente dolor.
Como proyecto parroquial gracias a la ayuda de manos amigas, nuestras visitadoras antes de salir a su labor semanal, reciben un desayuno reforzado, espacio que aprovechan para planificar cada jornada.
En una cartera de visitadora bairera se puede encontrar cualquier cosa que sirva para alegrar la vida de los más tristes y olvidados. Su creatividad y compromiso les hacen ser algo más que “un grupo de devotas señoras que hacen lo que pueden”. Su reto es mayor: hacer cercano y cálido a un Dios que es Vida en abundancia.