Por: Marta Rosa Carmenaty Rodríguez

Responsable de grupo-Parroquia de Baire 

Arquidiócesis de Santiago de Cuba, 16 de septiembre de 2017 / La atención pastoral a las familias se estima que debe ser una prioridad en nuestra parroquia.

Con el acertado impulso de la Comisión diocesana de Pastoral Familiar a la atención a las viudas, se van diversificando los esfuerzos por alcanzar siempre más y mejor a los distintos integrantes de la que es por naturaleza la célula fundamental de la sociedad. Así vamos entendiendo a la familia en su sentido amplio y en sus nuevas realidades, que no siempre corresponde con la idea clásica tradicional.

Gracias a los encuentros regulares que se organizan a nivel diocesano para las viudas, la parroquia de Baire ha logrado nuclear casi 30 féminas mayores que avanzan en su formación, integración y compromiso para con la comunidad. Hoy se ven más fraternas, felices y convocantes, matizando un apoyo mutuo donde el buen humor y el optimismo van tomándole delanteras a antiguas tristezas.

Las viudas baireras insisten en marcar su impronta en la fidelidad a Dios y en el crecimiento de una espiritualidad irradiativa Mariana que busca el testimonio en el servicio y en el olvido de “clásicos achaques de edad” que igual tienen a menguar.

Es por eso que van haciendo suyos, espacios como el de la Hora Santa semanal con Santísimo Sacramento, la oración sistemática por las vocaciones.

Para fortalecer su vida en Cristo, las renovadas viudas de Baire vivieron una hermosa tarde de retiro en las vísperas del día de la Madre de los cubanos. En un ambiente tranquilo y natural de la periferia parroquial, pudieron acercarse al sacramento de la reconciliación, paso previo para que siete de ellas se acercaran posteriormente a recibir por vez primera a Jesús Eucaristía; el esperado momento ocurrió en la Misa del día de N. S. de los Dolores.

Las viudas comenzarán en el próximo mes a garantizar la apertura del templo parroquial mañana y tarde, de igual modo fortalecerán el equipo de la Pastoral de la Salud. Otras viudas que se siguen acercando, comenzarán también el período de catecumenado adaptado a sus edades y realidades.