INTENSA JORNADA DE LA INFANCIA Y ADOLESCENCIA MISIONERA

INTENSA JORNADA DE LA INFANCIA Y ADOLESCENCIA MISIONERA

Por: Lilianna Vicario Torres 

Arquidiócesis de Santiago de Cuba, 30 de mayo de 2017 / La iglesia de Santa Teresita el sábado 27 de mayo, fue derroche de alegría, un motivo especial lo provocó: 190 niños y adolescentes de la Infancia y Adolescencia Misionera (IAM) de las parroquias: Nuestra Señora del Rosario, Santa Teresita, Santa Lucía, San Antonio María Claret, San José Obrero, Purísima Concepción, Catedral, Santo Tomás, Cristo Rey, La Anunciación, San Joaquín, Cristo de la Salud y Nuestra Señora de los Desamparados se unieron, para a lo largo del día compartir oración, formación y misión, bajo el lema: “La iglesia florece si la  infancia está presente”.

La jornada comenzó con la acogida de los muchachos y su acreditación. De ahí fueron incorporándose a los salones para presentar las comunidades y participar en los juegos y las dinámicas que los animadores prepararon. Siguió el momento de oración en la mañana para experimentar la presencia de Jesús. Continuó con el tema de formación “Jesús: Misionero del Padre”, donde a través de la lectura en equipos de distintas parábolas, descubrían gestos, palabras, acciones y milagros de Jesús, para luego compartirlo con los demás. Antes del almuerzo un acto Mariano, dos niños colocaron ante la Virgen un ramo de flores y le rezaron una oración a la Madre.

En la tarde sin importar el sol imponente, estremecieron el templo con la alegría de saber que era la hora de misionar, (el padre Yosbel haría el Envío). ¡Nuestros muchachos sí que son tremendos!; después de misionar anunciando a Jesús, entregaron un total de 1000 plegables  por los barrios del 30 de Noviembre, La Laguna, Zamorana, Pedrera y Santa Úrsula; además de visitar enfermos en Santa Bárbara, regresaron activados con el 100% de la carga; zapatos quitados en el salón, entre risas, bailes, juegos y canciones se divertían, en espera de las 5 de la tarde para participar en la celebración  eucarística, que presidió Monseñor Dionisio, quien les confesó lamentar el no haber podido participar en la mañana con ellos.

La eucaristía comenzó con la entrada de los 5 continentes portando la luz de la esperanza. En cada uno de los momentos fueron los niños y adolescentes los protagonistas; como lo fueron también en la sorpresa del final del día, una rifa que sorprendió a los muchachos, porque hasta aquellos con el papelito en blanco alcanzaron premios. Pasadas las seis de la tarde regresaron a sus respectivos lugares de origen.

Damos  gracias a Dios por permitir este encuentro donde los adultos fuimos contagiados de sana energía y alegría. Gracias también por permitir entre nosotros a las hermanas Sopeña, al equipo diocesano a cargo, a los asesores que son garantes fundamentales en este servicio, a los animadores y a todo el personal que se encargó de los aseguramientos para que el día fuera más placentero, a todos los que de una u otra manera hicieron posible el desarrollo exitoso del encuentro.

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