100 AÑOS DE LA PRESENCIA DE LOS PADRES PAÚLES EN LA PARROQUIA SAN JOAQUÍN
Por: María del Pilar Almeida Bárcenas
Fotografía: Anabel Rivero Almeida
Arquidiócesis de Santiago de Cuba, 14 de febrero de 2017 / Este 12 de febrero de 2017 a las seis de la tarde, la comunidad parroquial de San Joaquín, en el municipio de San Luis, celebró llena de gozo, los 100 años de la llegada de los Padres Paúles a nuestra parroquia.
Relata la historia eclesiástica que el 12 de febrero de 1917, los Misioneros de la Congregación de la Misión constituían la primera comunidad canónica que seis años antes había decidido conformar el arzobispo Mons. Francisco de Paula y Barnada y que su sucesor, Mons. Félix Ambrosio Guerra entregaba ese día a los P.P. Juan Florencio García, Julio Vega, Lucas Solóm y al hermano Leo Basilio García.
Esta celebración del centenario contó con la presencia del Arzobispo, Mons. Dionisio García Ibáñez, el padre J. María Lusarreta, miembro de la Provincia de Cuba de los Padres Paúles, el padre Valentín quien fuera párroco de esta comunidad, el actual párroco el padre Héctor y el padre Arturo Niño. También nos acompañaron en esta celebración una representación de las claretianas y hermanos de Mella y Dos Caminos.
En su Homilía nuestro Arzobispo nos habló de los tiempos fundacionales de la parroquia, una de las más grande de la Diócesis, nos habló también de cómo llegaron los Padres Paúles a San Joaquín, de lo que significaron para este territorio y del agradecimiento que debemos sentir hacia los que nos enseñaron y enseñan a crecer en la fe.
Antes de la bendición el padre Héctor pidió que el padre Arturo, el padre Lusarreta, el padre Valentín y la miembro del Consejo Parroquial, la Dra. Ana Espinosa dirigieran unas palabras a los que allí nos encontrábamos.
El P. Arturo agradeció a Dios y a la Congregación de la Misión por haberle dado alma misionera, y poder sembrar en su pueblo natal la semilla del amor a Cristo. Considera como un tiempo de gracia la presencia de los Paúles en San Joaquín desde 1917 hasta el 2017.
La Dra. Anita agradeció a Dios por haber escogido a esta parroquia como morada de la Familia Vicentina donde la presencia de los Paúles es indiscutiblemente un signo de su Amor.
En su intervención el padre Lusarreta hizo mención del padre Desiderio López, al que conoció siendo muy joven, y al que los de mayor edad en la parroquia aún recuerdan con mucho cariño. Agradeció la atención que siempre le han brindado a los padres y a él de forma muy personal. Dice estar seguro de que no reciben más a los que venimos a servir sino, los que venimos servir porque los padres paúles que hemos venido a servir a esta comunidad hemos recibido de ella mucho amor.
Por último, habló el padre Valentín, quien considera a esta parroquia, a la que llegó recién ordenado, como su primer amor. Aquí siente que se formó como sacerdote. Contó algunas anécdotas de su estancia entre nosotros y dedicó sus palabras finales a recordar al siempre querido y respetado Monseñor Pedro Meurice, hijo de esta tierra de San Luis.
Ya bien entrada la noche compartimos una modesta merienda que fue el marco propicio para que muchos nos quedáramos rememorando la historia de la parroquia y agradeciendo una vez más a Dios por estos cien años de trabajo pastoral que han significado sacrificio, entrega y lucha infatigable pero también y sobre todo que este pueblo de San Luis siga poniendo en práctica lo que el Señor nos ha comunicado en esta Eucaristía y podamos seguir fielmente a Jesucristo que ha venido a dar plenitud a la ley, y libertad interior a quienes siguen el camino de las Bienaventuranzas.