Transmitido por RCJ, el Sonido de la Esperanza
Programa Radial de la Arquidiócesis de Santiago de Cuba
Jueves Santo
“Pues si yo, el Señor y el Maestro, les lavé los pies, ustedes también deben lavarse los pies unos a otros” Juan 13,14
(Música, Cena Pascual, Acrisolada) (more…)
Adjuntos
Por: José Alejandro Serrano Galiana
Arquidiócesis de Santiago de Cuba, 20 de abril de 2019 / El viernes 19 de abril fue Viernes Santo y el segundo día del Triduo Pascual. Éste fue un día largo para la comunidad parroquial de San Antonio María Claret pues desde muy temprano en la mañana los fieles acudieron a la iglesia para estar con Jesús en el Monumento del Santísimo Sacramento que fuera expuesto el día anterior.
Sobre las 3 pm comenzaron los rezos de la Divina Misericordia y luego se realizó el Vía Crucis por parte de los adultos. Los jóvenes de la comunidad tuvieron su momento a continuación, con la Hora Santa preparada por su pastoral.
A las 6 pm toda la comunidad comenzó la celebración de la Liturgia de la Pasión del Señor. Iniciándose de forma silenciosa la entrada de los acólitos junto a nuestro párroco el P. Otto, vestido con ornamentos rojos que recuerdan la sangre derramada por Jesucristo en la cruz y al llegar al Altar todos los fieles y acólitos se arrodillaron en silencio por unos instantes mientras que el párroco se postró con rostro en el piso recordando la agonía de Jesús.
Pasado un tiempo el sacerdote leyó la oración colecta y a continuación se inició la Liturgia de la Palabra, proclamando primero dos lecturas intercaladas por el salmo “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu”. Terminadas estas lecturas y sin aclamación se comenzó el relato completo de la Pasión según San Juan, proclamado por dos hermanos (uno como cronista y el otro en el papel del Sanedrín) y por el sacerdote haciendo el rol de Jesús.
Al terminar las lecturas el párroco hizo una breve homilía para luego finalizar la Liturgia de manera solmene con la oración universal donde se pidió por La Iglesia, por el Papa, por nuestro Arzobispo, por los catecúmenos, por todos los fieles, por los gobernantes, etc.
Pasado esto, se procedió a la adoración del Árbol de la Cruz a través de la entrada del sacerdote con la cruz cubierta y en tres paradas va descubriéndola al mismo tiempo que se hace la aclamación correspondiente hasta llegar al altar. Enseguida tanto el sacerdote como los laicos besaron la cruz y así todos los fieles en fila organizada también presentaron su veneración ya sea besando, tocando o simplemente reverenciando la cruz.
La celebración culminó, igual que el día anterior, sin la bendición final, pues esta culminará con la Vigilia Pascual. De igual manera en silencio se retiraron el sacerdote con sus acólitos luego de invitar a todos a, con meditación profunda, esperar el día de mañana la llegada de la Resurrección del Señor.
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Por: José Alejandro Serrano Galiana
Arquidiócesis de Santiago de Cuba, 20 de abril de 2019 / Nuestra comunidad parroquial de San Antonio María Claret el jueves 18 de abril comenzó el Triduo Pascual y la Iglesia conmemoró la institución de la Eucaristía en la Última Cena y el lavatorio de los pies realizado por Jesús.
Este día como de costumbre se inició la celebración a las 6 pm con la entrada procesional, encabezada por los acólitos y finalizada por el celebrante el P. Otto Anderco. Luego de la oración de confesión de nuestros pecados se cantó el Gloria y durante este se tocaron las campanas que no volverán a tocarse hasta la Vigilia Pascual.
Luego de realizadas las lecturas muy especiales y el Evangelio donde se lee el lavatorio de pies a los discípulos, el sacerdote realizó el lavatorio de los pies a doce varones que simbolizan los doce apóstoles y en el que recuerda el gesto que realizara Jesús antes de la Última Cena con sus discípulos.
La celebración se realizó en un ambiente festivo, pero sobrio y con una gran solemnidad, mezclando sentimientos de gozo y de tristeza. Una vez repartida la Comunión, el Santísimo Sacramento fue trasladado desde el Altar al “Monumento” donde permanecerá hasta el sábado de Gloria cuando acaba el Triduo Pascual.
La celebración terminó sin impartir la bendición final ya que esta celebración continuará al día siguiente cuando se conmemora la muerte del Señor. Más tarde esa misma noche el sacerdote acompañó la “Hora Santa” delante del Santísimo en el Monumento que recuerda la agonía y oración en Getsemaní y el encarcelamiento de Jesús. Al terminar esta, toda la comunidad fue invitada a orar, rezar y meditar a partir de las 8 am dentro del templo.
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Por: José A. Serrano Galiana
Arquidiócesis de Santiago de Cuba, 4 de abril de 2018 / El 29 de marzo, Jueves Santo, a las 6 pm comenzó la celebración en el primer día del Triduo Pascual donde se recordó la Última Cena, la institución de la Eucaristía y del Orden Sacerdotal, así como el mandamiento del amor. Como cada año también se recordó la lección que Cristo dio a sus discípulos con la ceremonia del Lavatorio de los pies por parte de nuestro párroco a 12 laicos de la comunidad.
Esa noche al terminar la celebración, nuestro párroco trasladó el Santísimo Sacramento hacia el «Rincón Monumental» al final del templo donde fue depositado e incensado en el sagrario de reserva mientras todos orábamos en silencio. Más tarde esa noche comenzó la Hora Santa entorno a la adoración del Santísimo donde quedaría hasta el otro día.
El Viernes Santo, a las 6 pm comenzó la meditación y celebración de la Pasión del Señor de forma silenciosa. Nuestro párroco postrado con rostro en tierra recordó la agonía de Jesús y luego todos en el templo rezamos la oración colecta. En la Liturgia de la Palabra se leyó el relato completo de la Pasión según San Juan realizado por todos hermanos de la comunidad, recuerdo de la entrega de Jesús por cada uno de nosotros.
El P. Otto acompañado de los monaguillos entró con la cruz cubierta con una tela roja, en cada parada descubriría una parte, en camino hacia el altar, hasta quedar completamente descubierta. Mientras avanzaba aclamaba “Mirad el árbol de la cruz, donde estuvo clavada la Salvación del Mundo” y los fieles junto al coro parroquial respondían “Venid a adorarle”. Cada uno de los que participamos adoramos la cruz con un sencillo gesto: un beso, una genuflexión…sabiendo que de la Cruz, Jesús nos regaló la Vida.
En el Sábado Santo o Sábado de Gloria, se celebró la Vigilia Pascual con mucha solemnidad y alegría para conmemorar la Resurrección de Jesús. Pasadas las 8 p.m. y con el templo completamente oscuro, toda la comunidad se movió hacia donde estaba encendido el fuego el cual fue bendecido por nuestro párroco.
De este fuego fue encendido el Cirio Pascual, signo de Cristo Resucitado y de su luz, y con éste el sacerdote entró en procesión y haciendo igual que en el día anterior, tres pausas a la voz de «Luz de Cristo» y lo cual los fieles respondieron: «Demos gracias a Dios» y poco a poco fueron encendiendo sus velas del fuego del Cirio.
Luego fueron proclamados las siete lecturas del Antiguo Testamento e intercalados cada uno con un salmo cantado. Terminado esto, se inició la fuerte entonación del Gloria junto al repique de campanillas y fueron encendidas todas las luces del templo. La liturgia eucarística continuó de la manera acostumbrada.
Ahora sí la Eucaristía finalizó con la bendición final, no sin antes escuchar las palabras del P. Otto, quien confesó que estaba muy contento debido a la cantidad de fieles que habían asistido durante estos tres días, pues por primera vez celebró un Triduo Pascual donde asistieron tantos fieles y claro, la invitación a asistir de la misma manera el Domingo de Resurrección.