Por: Isabel Ferrer
Responsable parroquial de Pastoral de la Salud
Arquidiócesis de Santiago de Cuba, 27 de marzo de 2017 / El domingo 26 de marzo, IV de Cuaresma, fue el día escogido por la Pastoral Social en Baire para tener un “retiro especial”; y es que los inmersos en el mundo del dolor, siguen descubriendo un hilo conductor diferenciado y prioritario en su espiritualidad y misión.
Los equipos parroquiales de Pastoral de la Salud, Cáritas y Pastoral penitenciaria, se dieron cita junto a sus beneficiarios, en una apacible finca de la periferia de Baire para orar y meditar. El encargado de conducir este tiempo de gracia fue el seminarista Lázaro Iglesias, quien estudia en el Seminario santiaguero “San Basilio Magno”, con vista al sacerdocio diocesano, y es graduado de medicina desde hace tres años.
El joven galeno, en su doble condición de médico y seminarista, logró tocar temas sensibles que motivaron la reflexión orante de una treintena de parroquianos, entre ellos: madres de niños enfermos de los proyectos: “Aprendiendo a crecer” y “Alegrando corazones”, familiares de niños y adolescentes del proyecto “Grupo de desarrollo humano” conocido por su siglas (GDH), familiares de reclusos, visitadores de enfermos y estudiantes de medicina de la Pastoral juvenil parroquial.
La experiencia que resultó muy positiva, fue en verdad novedosa tanto para la parroquia como para el seminarista. En la parroquia de Baire se valora la colaboración de seminaristas, por los cuales se ora sistemáticamente.
