Tarragona es una ciudad antiquísima, asomada al mar Mediterráneo; una ciudad monumental, toda la ciudad es un museo arqueológico que conserva antigüedades milenarias… las murallas y puertas ciclopeas, las murallas iberas, murallas romanas, murallas árabes…murallas de la Reconquista; restos del palacio de Augusto, teatro romano, puerta de Bara; iglesia de San Pablo, y de Santa Tecla, de los primeros siglos del cristianismo. Y en esta ciudad nacía un 28 de junio de 1813 María Antonia París.

Francisco París y Teresa Riera, padres de Antonia, formaban un matrimonio acomodado, que vivían con holgura mediante la labranza de tierras en propiedad. Su hogar estaba en la ciudad de Tarragona, precisamente en la Plaza de los “Cedazos” muy cerquita de la Catedral.

Para la familia de Antonia, cambia la situación el 19 de mayo de 1813, día en que muere Francisco, su padre, a la edad de 38 años, dejando a su esposa viuda con una niña de tres años, Teresa y embarazada de su segunda hija Antonia.

Entre junio y agosto de 1813, Tarragona está situada por las tropas napoleónicas que vencidas en muchas ciudades españolas huían a Francia, no sin sembrar el terror a su paso.

En estas circunstancias, Teresa decide huir, con un criado que la ayuda, el 27 de junio, al pueblo de Vallmoll, a 15 kilómetros de Tarragona a refugiarse con familiares y amigos.