TRAS LAS HUELLAS DE CLARET EN CUBA
LOS ULTIMOS DIAS DE CLARET EN CUBA
Mes de Abril 1857
Día 2. Celebra la Santa Misa en la Iglesia de los Padres Jesuitas y a continuación confiesa a varias personas que lo solicitaron. Predica también a las monjas dominicas de Santa Catalina que son de clausura.
Día 3. Vuelve a celebrar y predicar en la Iglesia de los Jesuitas con motivo de la clausura de un novenario de Dolores. En esta misa, y en compañía de su madre la Marquesa de la Habana y de su hermana mayor, comulgó por primera vez y de manos del Arzobispo “con mucha devoción y ternura” la hija menor del General Concha.
También predica en San Juan de Dios y en la Catedral.
Día 4. Predica en la función de la Archicofradía del Corazón de María en la Iglesia de Guadalupe.
De este sermón escribía “La Pensa” periódico de La Habana: “A la una de la tarde del sábado último la Iglesia de Guadalupe ya un verdadero gentío en sus naves para oir la palabra evangèlica… del Excmo. Ye Ilmo Sr. Arzobispo de Cuba.
Eran las 3 y minutos cuando penetramos en el templo, y era tanta la concurrencia a esa hora que con grave dificultad pudimos alcanzar un mezquino puesto, para permanecer en pié junto a la columna anterior a la que se halla el púlpito en la Iglesia. Nadie pudo pasar más allá en un largo rato. Después del rezo subió S.E. a la càtedra del Espíritu Santo y dio principio a la sagrada oración que duró una hora y minutos.
María , la intercesora de los pecadores, fue el objeto principal del discurso. El Excmo. Sr. Claret empezó ocupándose del… Soberano Señor del mundo… Explicó el supremo poder del Criador de todos y la gran obra ejecutada por su voluntad al salvar al mundo de sus errores y miserias por medio de María. Después de conceder a la purísima Señora la más admirable de las preeminencias entre las criaturas, escogiéndola para Madre del Salvador de los Hombres, del Hijo de Dios.
El Sr. Arzobispo de Cuba presentó muchas y graves comparaciones, ideas magníficas, ejemplos elevados, verdadero saber espiritual, verdadera unción evangélica, cautivando incesantemente la atención del inmenso auditorio”.
A las 7 de la tarde el P. Claret se traslada del palacio episcopal al Colegio de Belén, a fin de vivir con los padres Jesuítas durante los días de la Semana Santa, dándose más libremente a algunas obras de santificación y de celo.