Irradia emisión del 4 de julio de 2021
Programa Radial de la Arquidiócesis de Santiago de Cuba
Transmitido por RCJ, el Sonido de la Esperanza y CMKC, emisora provincial
XIV Domingo del Tiempo Ordinario
“No desprecian a un profeta más que en su tierra, entre sus parientes y en su casa”.
Marcos 6,4
(Música, Siempre está ahí, DR)
Para llegar a ti como una bendición, para abrir tus alas al amor de Dios.
Irradia. Un proyecto de la Oficina de Comunicación de la Arquidiócesis de Santiago de Cuba.
Saludos a todos los que nos acompañan en este día en que venimos a compartir la fe con nuestra comunidad.
Bienvenidos a este encuentro fraternal con la iglesia toda, como cuerpo místico de Jesús.
Irradia está contigo, irradiando la fe.
(Música, Siempre está ahí, DR)
Nuestro invitado nos ayudará a reflexionar sobre el Evangelio de hoy
Buenos días a todos los radioyentes, quien les habla es el P. Josbel Lazo Cordero, párroco de la parroquia misionera San José Obrero. Nos ponemos en la presencia de Dios diciendo
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Que la Gracia, la paz y el amor de Jesús esté con ustedes. R/ Y con tu espíritu.
Los invito a que acojan interiormente la Palabra de Dios que se proclamará a continuación. Los invito a cerrar los ojos, abrir el corazón, y dejarse llenar por Dios. Eleva en este momento esta plegaria a Dios que a continuación rezaremos tú y yo.
Señor, por tu gracia y por tu amor, que te pueda reconocer por medio de la Palabra; a pesar de mis debilidades y miserias, que me pueda acercar a ti para ser curado y redimido por tu amor. Amén.
Escuchemos la proclamación del santo Evangelio, según San Marcos, capítulo 6, versículos del 1 al 6.
(Lectura del evangelio de San Marcos, capítulo 5, 21-43)
El evangelio de hoy nos habla de Jesús visitando a Nazaret. Nazaret es el pueblo de Jesús, lugar de su infancia, y donde vivió toda su familia. Jesús visita Nazaret acompañado de sus discípulos, llegado el sábado fue a la Sinagoga, y como era su costumbre, comienza a predicar la Palabra de Dios. Todos quedaron asombrados, admirados, y escuchaban con atención lo que Jesús decía, porque sus palabras derrochaban sabiduría y amor.
El pueblo comentaba, ¿de dónde le viene a éste esta sabiduría, si es el hijo del carpintero, si lo conocemos desde pequeño, si es el hijo de María? Y en lugar de encontrar apoyo, Jesús encontró rechazo. No se da crédito ni a lo que dice, ni a lo que hace, por lo tanto, lo más fácil es echarlo y acusarlo de falso profeta.
¿A qué nos invita este evangelio proclamado?
Número 1, necesitamos pedir la gracia de la fe. La fe es un don de Dios, sólo con la fe el hombre puede caminar hacia su destino. Es la fuerza para seguir, aunque domine la duda, el miedo, la oscuridad. La fe, es más que un mero sentimiento de la presencia de Dios. Es caminar, sufrir, creer y levantarse tratando de ser fiel a Dios. La fe es fiarse de Dios y confiar en Él.
Número 2, superar los fracasos. Es parte de nuestra vida y hace falta mucha valentía para ir superando los sinsabores, e ir avanzando en el proceso de crecimiento y madurez de la vida. El fracaso es algo común de la vida, en unos se da más, en otros menos, pero con la ayuda y la compañía de Jesús, toda dificultad será superada.
Número 3, debemos aprender de Jesús a no desanimarnos a no desalentarnos ante la indiferencia, incomprensión y la hostilidad que encontraremos en nuestro camino, sino por el contrario, permanecer fieles a Dios en el cumplimiento de nuestra misión.
Una fe renovada en Jesús, superar todas las dificultades que encontremos en nuestro camino y no desanimarnos ni desalentarnos ante las adversidades de la vida, son las tres claves que nos presenta el Evangelio de hoy para aplicarlas y vivirlas en nuestra situación actual.
(Música, Jamás te dejaré, Rocío Crook)
Dios nos ha hablado por medio de su Palabra, ahora nosotros le hablaremos a Dios desde el corazón. A cada una de las oraciones que presentaremos, responderemos: Te lo pedimos Señor.
Vamos a orar por la Iglesia, y de manera especial vamos a orar por el papa Francisco, para que su voz profética sea escuchada y acogida por todos los hombres. Roguemos al Señor… Te lo pedimos Señor.
Vamos a orar por todos los hombres para que construyan la paz, y sean signo de comunión y concordia. Roguemos al Señor… Te lo pedimos Señor.
Vamos a orar por todos los que sufren, para que comprendan en medio de su debilidad y dolor, que el amor de Cristo siempre triunfa. Roguemos al Señor… Te lo pedimos Señor.
Por todos nosotros, para que, escuchando la Palabra de Dios, con un corazón noble y bueno, produzcamos abundantes frutos de santidad. Roguemos al Señor… Te lo pedimos Señor.
Ahora vamos a presentarle al Señor nuestras oraciones personales, aquella que hemos guardado en nuestro corazón y Dios la conoce. Vamos a presentársela, vamos a pedir al Señor que se haga realidad aquello que pedimos, si pedimos con fe y pedimos con confianza.
(Música, Tu palabra, Marcela Gándara)
Terminemos este rato de oración, de encuentro con la palabra viva de Dios, pidiendo a la Madre, a la Madre de Jesús, que nos acompañe, que nos guíe, y que nos lleve al encuentro de su Hijo amado. Por eso decimos todos con confianza.
Dios te salve María, llena eres de gracia,
el Señor está contigo.
Bendita tú eres entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros, pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Virgen de la Caridad / Ruega por nosotros
Virgen de la Caridad / Ruega por nosotros
Virgen de la Caridad / Ruega por nosotros
Te dejo en la presencia de Dios, con la Palabra, que sea tu alimento y tu guía. Y nos disponemos para recibir la bendición.
El Señor te bendiga y te guarde.
Te muestre su rostro y tenga piedad de ti.
Te dirija su mirada y te de la paz.
Y la bendición de Dios todo poderoso, descienda sobre ti, toda tu familia. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
El Señor esté con ustedes
R/ Y con tu espíritu
Y la Bendición de Dios Todopoderoso descienda, en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Con la protección de Dios, el amparo de nuestra Madre, queden todos en la paz de Dios.
Que Dios los bendiga a todos. Amén.
Quien les habla el P. Josbel Lazo Cordero, párroco de la parroquia misionera San José Obrero.
Con mucho gusto hemos realizado este programa para ustedes desde la Oficina de Comunicación, de la Arquidiócesis de Santiago de Cuba.
Guion, grabación, edición y montaje: Erick Guevara Correa
Dirección general: María Caridad López Campistrous
Fuimos sus locutores y actores. Maikel Eduardo y Adelaida Pérez Hung
Somos la voz de la Iglesia católica santiaguera que se levanta para estar contigo… IRRADIA
(Música, Donde me quieras llevar, Marcos López)