TRAS LAS HUELLAS DE CLARET EN CUBA
DIA 7 DE JUNIO 2021
ACTIVIDADES DE LA SANTA MISIÓN:
LAS VISITAS A LOS ENFERMOS
La Santa Misión quiere llegar a todos. También a los enfermos, los preferidos del Señor. Claret siempre tuvo una predilección especial por atender a los enfermos. Los primeros años de sacerdote en su pueblo natal de Sallent así lo hacía. “Todos los días por la tarde daba una vuelta por las calles principales de la población, y singularmente por las calles en que había enfermos, a los que siempre visitaba cada día, desde el Viático hasta que morían, o se ponían sanos” (Aut. 110).
Esta costumbre, esta cercanía y atención a los enfermos la cultivó a lo largo de toda su vida y en Santiago de Cuba la practicó de manera heróica cuando atendió a los enfermos de cólera.
Visitar a los enfermos durante la Santa Misión era también una visita misionera a toda la familia.
Ahora, en Puerto Príncipe, Claret lo estaba haciendo.
EL CATECISMO A LOS NIÑOS
“La primera cosa que procuraba era la instrucción de los niños en la Doctrina cristiana, ya por afición que siempre he tenido a esta clase de enseñanza, ya también porque conocía que es lo más principal, por ser el Catecismo el fundamento de este edificio de la instrucción religiosa y moral. Además los niños lo aprenden fácilmente, se les queda más impreso; se les preserva del error, del vicio y de la ignorancia y se les forma en la virtud muy fácilmente, por ser más dóciles que los adultos. En los niños solo hay que arrancar y plantar. Hay además otra ventaja, que con los niños se conquista a los grandes, y con los hijos a los padres, porque los hijos son pedazos del corazón de los padres. Además, dándoles en premio de su asistencia y aplicación alguna estampita, los padres y los adultos las leen en casa por curiosidad, y no pocas veces se convierten, como lo sé por experiencia” (Aut.275)
Por eso Claret daba tanta importancia al Catecismo dentro de la Santa Misión. “De las once a las doce, o el tiempo más a propósito, enseñarán cada día por espacio de una hora la Doctrina cristiana a los niños y niñas”. Lo sabía por expresa inspiración del Señor y también por experiencia. Además, el Señor le había dotado de una especial habilidad para saber adaptarse a la mentalidad de los niños y a entusiasmarles por conocer más y mejor al Señor, aprendiendo de memoria la “doctrina cristina”. Claret mismo elaboraba el Catecismo para la Santa Misión y lo llamaba “compendio de la doctrina cristiana” por contener lo más fundamental para conocer y, sobre todo, para vivir la fe.
Una pequeña muestra con algunas preguntas y respuestas del catecismo que había elaborado para la Santa Misión y publicado con el título “Método para misionar…” (Santiago de Cuba 1857)
Pregunta: ¿Quién es María Santísima?
Respuesta: Es una Señora, concebida sin pecado original, llena de gracia y de virtudes, Virgen y Madre de Dios, reina del cielo y de la tierra, y abogada de los pecadores.
Pregunta: ¿Dónde está María Santísima, la Madre de Dios?
Respuesta: En el cielo en cuerpo y alma.
Pregunta: ¿Qué es, pues, la Madre de Dios que está en la Iglesia y en otros lugares?
Respuesta: Es una imagen, que nos representa la que está en el cielo.
Es admirable conocer las múltiples iniciativas que Claret “inventaba” para conseguir que los niños y las niñas supieran de memoria el Catecismo y, sobre todo, que sus enseñanzas fortalecieran su fe y les animasen a mejorar su comportamiento.