Rezo Mundial del Rosario desde el Santuario del Cobre

Rezo Mundial del Rosario desde el Santuario del Cobre

Por: Mercedes Ferrera Angelo

A mediados del mes de abril, el Rector de la Basílica Santuario de Nuestra Señora de la Caridad del Cobre, P. Eugenio Castellanos, recibió un documento mediante el cual el Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización presentaba una iniciativa del Papa Francisco invitando a los creyentes de todo el mundo al rezo del Santo Rosario, durante el mes de mayo, por el fin de la Pandemia.

De toda la Iglesia subía incesantemente la oración a Dios.  (Hch 12, 5)

Así, fueron convocados especialmente 30 Santuarios Marianos desde los cuales, cada día, según calendario preparado de antemano, se preside el rezo del Santo Rosario que se trasmite desde el Vaticano por sus diversas plataformas, en un mismo horario, para el mundo entero.

Entre esos treinta Santuarios Marianos escogidos está nuestra Basílica Santuario de Ntra. Sra. de la Caridad del Cobre, al que le corresponde el rezo del Santo Rosario el jueves 20 de mayo, con la intención de pedir por los Farmacéuticos y el personal sanitario.

La estructura del material enviado por el Pontificio Consejo es la misma para todos los días.  Cada santuario recibió un subsidio con las indicaciones que ayudarían a mantener la unidad en el hacer, más allá de las enormes diferencias geográficas, culturales, idiomáticas, etc., que existen entre cada uno de los lugares escogidos.  A todo lo anterior hay que agregar que la planificación no podía perder de vista la situación epidemiológica mundial y sus implicaciones en estos momentos.

Conocida la propuesta, se integró un pequeño grupo para coordinar lo que se iba a hacer.  Se trataba sobre todo de acordar el cómo proceder.  Lo primero que se asumió fue que los participantes fueran de El Cobre, y esto no solo por razones prácticas.  Son muchas las personas, algunas de ellas ya no están entre nosotros, que han dedicado y dedican su vida a servir en el Santuario, a los pies de nuestra patrona la Virgen de la Caridad, en tiempos buenos y en otros que no lo fueron. En cada participante de esta jornada está un poco de aquellos que durante todos estos años han dejado y dejan cada día, su huella en este lugar.

Luego, era importante pensar en los grupos más representativos para que no solo ellos, sino muchos otros hermanos se sintieran en ese momento allí, pidiéndole a la Madre por tan loable intención.

Después de varias propuestas, así quedaron constituidos los cinco grupos:

  • Primer misterio-Una familia: Benny Salazar, Bertha María Hernández y Nurys María de la Caridad Salazar Hernández
  • Segundo misterio-Dos catequistas con sus discípulos: Graciela López, Edisbel Artilez, María Carla Leyva, Álvaro Valls
  • Tercer misterio-Dos señoras: Eufemia Figueroa y Rosa Vázquez
  • Cuarto misterio – Un médico y una estudiante de medicina: Dr. Yonai Bonot y Sheila Zayas
  • Quinto misterio-Dos religiosas que realizan su servicio pastoral en el Santuario: Hna. Martha Lee. HS y Hna. María Trinita. Mc

Junto a ellos, los símbolos que para los cubanos están estrechamente relacionados con la visita al Santuario y la oración a la Virgen de la Caridad: las ofrendas de velas y flores.

Primer misterio: Nereyda Casaña y Daumier Pérez

Segundo misterio: Dr. Emilio Cobo y Disneidis Villalón

Tercer misterio: Martha Lidia Casanova y Mario Alejandro Venzant

Cuarto misterio: Javier Alfredo Aldana y Maricel Ramírez

Quinto misterio: Moisés Simón e Iliana Flores

Lectura de los fragmentos bíblicos: Enrique Peñate. Seminarista de la Diócesis de Matanzas, que estudia en el Seminario Arquidiocesano “San Basilio Magno” de Santiago de Cuba

Mención especial merecen el pequeño Edisbel Artilez, que desde sus 7 años, con mucha devoción, puso ante la Virgen, la oración de los más pequeños por el fin de la pandemia, y Nuris María de la Caridad Salazar, 11 años, que junto a sus padres nos dejó el “buen sabor” de la experiencia de rezar en familia.

Sabemos que toda obra puede ser perfeccionada y esta no es una excepción, pero ante lo que hemos vivido, nos sentimos alegres y agradecidos:

A Dios, por permitirnos compartir con el mundo entero esta oración, desde nuestro querido Santuario de Nuestra Señora de la Caridad del Cobre.

A nuestro Arzobispo Mons. Dionisio, que junto al P. Rector del Santuario, P. Eugenio y el párroco, P. Rogelio, lideraron esta experiencia desde el inicio.

Al equipo técnico “Buena Luz Producciones”, de Santiago de Cuba, dirigido por Rubén Aja, que tuvo a su cargo la grabación y edición del Rosario.

Al coro parroquial dirigido por Melvin Rodríguez, talentoso músico cobrero, quien junto a su familia mucho aporta al enaltecimiento de las celebraciones litúrgicas.  El y su hermana Milvian Rodríguez asumieron la interpretación de la Salve y las Letanías, respectivamente.

A los hermanos de La Gran Piedra, que con suma diligencia, dispusieron para la ocasión, lo mejor que tenían en su jardín.  Una nota curiosa, los ramos pequeños ofrecidos a la Virgen en cada misterio, se hicieron con Gardenias, que además de ornamentar con su espléndida sencillez, llenaron el lugar con un aroma único y cubanísimo.

A las Hermanas Sociales y las Misioneras de la Caridad de la Madre Teresa de Calcuta, que día a día se entregan sirviendo y acogiendo a los que llegan a la Basílica Santuario.

A todos los que colaboraron en este pequeño espacio que desde la fe, conectó a Cuba y al Cobre con el mundo entero.

Quiera Dios que tal y como expresó el Rector del Santuario, P. Eugenio Castellanos, al terminar el rezo del Rosario: “… así como ha sido posible este compartir, sea también posible vivir el amor y la fraternidad entre todos los seres humanos.  A ti Madre, te pedimos que intercedas por nosotros”

Oración para todos los días

Bajo tu protección nos refugiamos, Santa Madre de Dios.

En la actual situación dramática, llena de sufrimiento y angustia que envuelve al mundo entero, acudamos a ti, Madre de Dios y Madre nuestra, y busquemos refugio bajo tu protección.

Oh Virgen María, vuelve a nosotros tus ojos misericordiosos en esta pandemia del coronavirus, y consuela a los que están decaídos y lloran por sus seres queridos muertos, enterrados a veces de una manera que hiere el alma. Apoya a cuantos están angustiados por las personas enfermas a las que no pueden acercarse para evitar el contagio. Infunde confianza a los que están preocupados por el futuro incierto y por las consecuencias sobre la economía y el trabajo.

Madre de Dios y Madre nuestra, ruega por nosotros a Dios, Padre de la misericordia, para que termine esta dura prueba y resurja un horizonte de esperanza y de paz. Como en Caná, interviene ante tu Hijo Jesús, pidiéndole que consuele a las familias de los enfermos y de las víctimas y que abra sus corazones a la confianza.

Protege a los médicos, las enfermeras, el personal sanitario y los voluntarios que en estos momentos de emergencia están en primera línea y ponen su vida en peligro para salvar otras vidas. Acompaña sus esfuerzos y dales fuerza, bondad y salud.

Acércate a los que noche y día asisten a los enfermos, a los sacerdotes y a las personas consagradas que, con solicitud pastoral y compromiso evangélico, tratan de ayudar y apoyar a todos.

Virgen Santa, ilumina la mente de los hombres y mujeres de ciencia para que encuentren las soluciones apropiadas para superar la enfermedad.

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