NOTA DE PRENSA
La Comisión Nacional de Pastoral Penitenciaria de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba, junto a los obispos, sacerdotes, diáconos, vida religiosa y fieles laicos, nos unimos a la alegría de las familias que, con gozo y cariño, reciben a sus seres queridos privados de libertad y que han sido beneficiados por el indulto otorgado por el Consejo de Estado de la República de Cuba a 2604 personas, de acuerdo a lo publicado en el día de ayer en los medios de prensa nacionales.
El indulto, que en sí mismo es un gesto humanitario de misericordia, muestra cómo ésta, siendo superior a la animosidad, favorece la reinserción en la sociedad de las personas beneficiadas y una mejor convivencia social, según nos enseñara el Papa Francisco con ocasión del Año de la Misericordia y su inolvidable visita a nuestro país en Septiembre de 2015 como “Peregrino de la Misericordia”.
También es ocasión para animar a las comunidades a una mayor sensibilidad y apoyo con esta acción específica de la pastoral penitenciaria sustentada en la enseñanza de Jesús cuando dijo: “Estuve preso y se preocuparon por mi” (cf. Mt. 25,36). A la vez, elevemos nuestras súplicas para que continúe realizándose un análisis periódico de situaciones particulares, que permitan este tipo de decisión en beneficio de aquellos que puedan reinsertarse a la habitual vida ciudadana.
A la Virgen de la Caridad, madre de todos los cubanos, encomendamos a los indultados y a cuantos se alegran con su regreso al hogar, a la vez que pedimos su materna protección sobre quienes permanecen sin libertad y sus familias.
Mons. Jorge Enrique Serpa Pérez
Obispo Emérito de Pinar del Río
Presidente de la Comisión Nacional de Pastoral Penitenciaria
La Habana, 20 de julio de 2019