Por: Susana González

Arquidiócesis de Santiago de Cuba, 27 de junio de 2019 / Un día igual que otro Mons. Dionisio me dio la noticia que era elegida por la COCC a participar del post  sínodo de los jóvenes que se realizaría en Roma, en ese momento no mencioné ni una palabra, pero mi corazón era sólo gozo. Pero cuando haces una pausa y caes en la noticia pensaba  no sólo es ir a Roma y conocer jóvenes, no, eras más que eso un compromiso mayor, representar a los jóvenes de Cuba…. ahí comenzaron a venir preguntas ¿Cómo sería? ¿Qué iba a decir? ¿Cuántos seríamos? ¿Por qué yo? Fueron días de mucho pensar y de ponerlo todos en manos de Dios…

Llegado el día más esperado  en mi vida, el día 19 de junio comenzó el encuentro, fue asombroso éramos más de 100 países, todos distintos, en ropa, color, idiomas… Pero con algo en común CRISTO….

El Forum Internacional de Jóvenes,  la Fe y el Discernimiento Vocacional fue un momento de gracia, por primera los jóvenes nos sentimos protagonistas, escuchados en esta una iglesia universal.

El trabajo con la Exhortación del Papa Francisco a Los jóvenes “Cristo Vive”, nos habla en primera persona, a cada uno personalmente…. nos llama a no perder la esperanza, a no dejar de soñar, pero también nos pide compromiso en nuestras comunidades, nos llama a ser Luz en la oscuridad de la noche para tantos jóvenes que no conocen a Cristo…

He vivido durante estos días la experiencia de una iglesia universal, donde compartimos nuestras culturas, realidades, momento a de risa y de tristeza  por el hermano. Hoy les digo que todo lo vivido ha sido una locura… Pero una locura que sólo viene de Dios, esa locura que te cambia la vida, que lloras por el sufrimiento del otro, que compartes la alegría, que te das cuenta que muchos son valientes por participar porque son perseguidos por el sólo hecho de llamarse cristianos…

Si, fue momento de gracia para mi vida, esa gracia que sólo te la regala Dios. Por eso gracias Dios por tanta bendición, por este regalazo de conocer y compartir con nuevos hermanos que guardaré para toda la vida.

Regreso a Cuba renovada, con ganas de vivir y de hacer por mi Iglesia cubana, con un compromiso total con Dios y con los jóvenes… sólo terminó con las palabras del Papa que me iluminaron toda mi jornada y partir de ahora a mi vida de joven  “Jóvenes ustedes no son el futuro, son el ahora de Dios”.